
La popular y veterana emisora de radio "Radio faro del Noroeste" sigue su proyección hacia una mayor ampliación de su cobertura.
Hace quince días presentamos en el patio del Cabildo de Gran Canaria la reedición del libro “Psicología del Hombre Canario”, del profesor, investigador, sacerdote y humanista grancanario Manuel Alemán Álamo. La mejor prueba de la oportunidad de la nueva publicación y de la vigencia de su pensamiento fue la respuesta ciudadana que obtuvo la convocatoria. El lleno de la sala reveló la emoción y la complicidad que la iniciativa concitaba
Desde que tomamos la decisión de colaborar con el Instituto Psicosocial Manuel Alemán para facilitar la nueva publicación, hay dos cuestiones básicas que nos decidieron a apoyarlo decididamente. Sobre esas claves quiero reflexionar y compartirlas con ustedes en el artículo de esta semana.
En primer lugar, creo que debemos preguntarnos por la actualidad y la utilidad del pensamiento de Manuel Alemán en estos momentos tan convulsos, a pesar de que han pasado 40 años desde su primera publicación y 30 años de su fallecimiento. Y en segundo lugar, entiendo que es necesario el debate sobre si hemos actualizado y complementado suficientemente la gran contribución del profesor, con las nuevas miradas de la Psicología social, la Sociología, la Antropología cultural, la Historia, la Política, la Lingüística o la Etnografía, entre otras ciencias.
La gran aportación de Manuel Alemán fue justificar y confirmar que el pueblo canario tiene una cultura singular, que conformamos una sociedad con caracteres propios que nacen de nuestra geografía, de nuestra historia y de nuestra cultura diferenciada. Sostiene que la forma de ser isleña que nos define encierra enormes riquezas y algunas debilidades que tienen orígenes psicosociales y sociopolíticos reconocibles y que se pueden transformar.
Las posibilidades de análisis de la obra central de Manuel Alemán y de sus intervenciones públicas posteriores son inmensas y no se pueden concentrar en la extensión de un artículo, ojalá reconstruyamos pronto un espacio de debate y creación donde poder continuar un legado decisivo para el autogobierno de nuestro pueblo. Pero más allá de esta posibilidad sí es posible seleccionar aquellas ideas que me parecen más sugestivas y que están preñadas de futuro y de energía transformadora.
De su formación como psicólogo y de su experiencia educadora extrajo la formación psicoanalítica suficiente como para definirnos como sociedad sin padre. Esa quiebra y carencia afectiva tuvo efectos en nuestra peculiar forma de afrontar las dificultades y en esa especie de melancolía que inunda gran parte de nuestra forma de encarar los retos o las dificultades de la vida, tanto a nivel colectivo como individual.
Esta ausencia la conecta el intelectual de Agaete con la experiencia de expropiación que gran parte de nuestra gente interioriza por la forma brutal en que han sido despojados tras la conquista de su cultura, sus tierras, sus costumbres y sus valores. Las nuevas situaciones sociales, económicas y políticas que se vivieron en los siglos posteriores supusieron una experiencia de exclusión y de subordinación que conformó la forma de pensar, sentir y relacionarse de las personas de nuestra tierra. En definitiva, imprimió una psicología al hombre y a la mujer canaria. Muchas de estas consecuencias perviven entre nosotros aún hoy y nos condicionan en las conductas colectivas.
La población de Canarias ha sabido recrear, reelaborar y fusionar todas las influencias recibidas a lo largo de la historia para construir una cultura propia que nos identifica y cuyo contenido llamamos canariedad. Esa peculiar forma de hablar, de sentir emociones y sentimientos que nos aúnan, de relacionarnos con la tierra y el mar que nos abrazan, de expresarnos en la literatura de Viera y Clavijo o Agustín Millares o de vibrar con nuestro folklore son señas de esa identidad que Manuel Alemán realza.
Esa historia de siglos nos hizo contradictorios. La dureza de las condiciones de vida, la imposición de los poderes foráneos, la exclusión de los puestos de dirección o gobierno, la falta de oportunidades para la promoción personal o cultural generaron a la vez reacciones de frustración y resignación pero también personalidades resistentes y emprendedoras que se sobrepusieron a las durísimas condiciones de vida.
Nuestro pueblo, nuestros mayores, sin embargo, no cayeron en el fatalismo y la desintegración. La experiencia de comunión con la naturaleza, con el medio natural que nos acoge y que se percibe como excepcional y sagrado marca una impronta que mantenemos hasta hoy. Las expresiones de alegría y celebración que estamos viviendo tras la declaración por la Unesco de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria como Patrimonio de la Humanidad tiene que ver con esta forma de identificación con nuestro territorio que afortunadamente pervive.
Este conjunto de influencias, de experiencias y de capital cultural nos aglutina y nos conforma como pueblo. Pero Manuel Alemán descubre y nos interpela cuando afirma que tenemos una “conciencia neblinada” de esta identidad y de sus orígenes. Es lo que nos ocurre cuando atravesamos la carretera bajando a Tejeda y la niebla no nos deja ver el Nublo, aunque estemos seguros de que está detrás de esa bruma. Esa conciencia oscurecida nos impide, o al menos nos dificulta, estar seguros, confiados y orgullosos de una riqueza que nos hace únicos y capaces de compartirla con el mundo como un gran valor.
Para avanzar en las duras condiciones económicas y sociales del momento me parece muy importante sacar enseñanzas y proyectar la luz que Manuel Alemán encendió hace cuatro décadas y que nos sigue siendo de enorme utilidad. Ni quiero ni puedo agotar todas las consecuencias que se pueden extraer. Ya decía que debemos ser capaces de generar un debate colectivo para continuar y actualizar la gran aportación que nos legó el gran humanista. Pero hay algunas conclusiones que me parecen evidentes y que trato de sintetizar.
La historia nos ha enseñado que las grandes soluciones a nuestros problemas nunca vienen de fuera. Pretendieron crear en nosotros un sentimiento de minusvaloración que afortunadamente muchas veces sorteamos y nos impulsó a tomar grandes decisiones que afianzan nuestra confianza colectiva y que definen una singularidad sentida y defendida: me refiero a la defensa del fuero económico, social y político que reivindicamos desde la conquista, pasando por los puertos francos, la creación de los Cabildos, el REF, el Estatuto de Autonomía o la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Hoy estamos siendo pioneros en la lucha contra el cambio climático y avanzamos hacia la ecoisla. Debemos conjuntar nuestros esfuerzos para aprovechar las enormes posibilidades que nuestra tierra nos ofrece para esa transición urgente.
Frente al mensaje de la globalización, generadora de una dependencia brutal de las grandes potencias mundiales y causa directa del incremento de las desigualdades poniéndonos además contra las cuerdas ante la pandemia y las crisis energética y alimentaria provocadas por la guerra de Rusia contra Ucrania, aparece cada vez más clara la necesidad de defender conceptos integrales como los de las soberanías energética y alimentaria, seguridad hídrica, desarrollo tecnológico…
Como escribió Carlos Fuentes, no hay globalidad que valga sin localidad que sirva. Nos lo decía Manuel Alemán cada día. Es lo que hemos propugnado siempre. Las mayores cotas de autogobierno para defender la justicia social y la igualdad, la ruptura de la dependencia del exterior para alimentarnos, generar energía, diversificar nuestra economía y defender nuestras singularidades sin imposiciones. No renunciemos nunca a nuestras capacidades para conseguir aquello que anhelamos.
Nuestro carácter isleño y la canariedad que impregna nuestra cultura, aportan energía para resolver las situaciones que la lejanía y la insularidad determinan en forma de desigualdades y frenos a nuestro desarrollo social y económico. Esa cultura adaptada a nuestra realidad, dialoga y se abre al mundo, pero conservando nuestra idiosincrasia y la mirada atlántica e insular que protagonizaron Tomás Morales, Pedro Lezcano o Manolo Padorno en la literatura o Néstor Martín, Manolo Millares o Antonio Padrón en la plástica. La cultura es con nuestra naturaleza, la gran riqueza que Manuel Alemán nos anima a recrear y difundir permanentemente.
Y su obra no se puede entender sin la reclamación de una educación liberadora, generalizada e igualitaria. Antes que nada, nuestro autor fue un educador excelente y sabía en carne propia que la libertad, en su expresión más amplia, solo podía venir de una educación que abriera las ventanas, ahuyentara las nieblas y aportara luz sobre una historia que debía conocerse para pasar a ser un pueblo protagonista y no subordinado.
En buena hora hemos podido reeditar el libro de Manuel Alemán para extender su conocimiento a nuevas generaciones y mantener vivo un debate decisivo para el desarrollo democrático y autocentrado de Canarias. Los animo a releerlo o a sumergirse en sus páginas por primera vez. Es la mejor manera de no permanecer indiferentes ante lo que nos está pasando.
Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria
A pesar de los buenos datos de empleo, los mejores desde 2008, y de que en Canarias la recuperación del turismo está alcanzando cifras mejores que las anteriores a la pandemia, existe bastante incertidumbre y pesimismo sobre las previsiones económicas. Esto ocurre, básicamente, como consecuencia de la inflación que en junio alcanzó un 10,2%, la cifra más alta desde 1985.
Esta subida generalizada de los precios tiene dos causas fundamentales: los problemas de suministro globales - producto del aumento brusco de la demanda tras el parón de la pandemia- y la invasión de Rusia en Ucrania, que ha generado un alza de precios de carburantes, cereales y otras materias primas fundamentales
En principio son causas puntuales que no deberían provocar que la inflación se instalara permanentemente entre nosotros. Ahora bien, la persistencia de la situación en Ucrania así como la respuesta de Rusia frente a las sanciones, pueden provocar que la subida generalizada de los precios se vuelva permanente, y para evitar esto se está empezando a hablar de un pacto de rentas.
La inflación es un problema económico muy grave. Perjudica más a quienes menos tienen, y más en este caso en el que está subiendo el precio de suministros de los que no se puede prescindir (electricidad, gas) o cuya reducción es casi imposible (alimentos básicos como el pan o el aceite, productos frescos, etc.). Esto hace que las personas con menos recursos puedan comprar menos con el dinero del que disponen. Igualmente penaliza el ahorro, especialmente el de los pequeños ahorradores, reduciendo el valor del dinero que tienen guardado. La lista de efectos económicos adversos es muy larga.
Si en la actual situación subimos todo (sueldos, pensiones, beneficios empresariales,etc.) al nivel que marca la inflación (10% en estos momentos), generaremos un círculo vicioso o un efecto “bola de nieve” que hará que la inflación sea cada vez mayor hasta que se vuelva incontrolable. Por este motivo se habla de un “pacto de rentas”, es decir, que los costes de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, se repartan de manera equitativa entre los agentes económicos, manteniéndose los empleos y moderándose la subida de los salarios que tendrán que incrementarse ligeramente y también atemperándose el incremento de los precios y, por tanto, los márgenes de ganancia de las empresas.
La mejor manera de llevar a cabo el pacto de rentas es a través de un gran acuerdo a varios años vista, en el que todos los agentes se comprometan a repartir de manera equitativa los costes. Ahora bien, para la realización de ese pacto de rentas hay que partir de la realidad de que España es uno de los países más desiguales de Europa y Canarias una de las comunidades con más pobreza y desigualdad de toda España.
Según el Índice de Gini, un indicador del nivel de equidad en la distribución de la renta de los países, España es el quinto país más desigual de toda la UE, solo superado por Rumanía, Letonia, Lituania y Bulgaria. Según un estudio del Observatorio Social de La Caixa, España fue el territorio de la UE donde más cayeron las rentas del 10% más pobre respecto al 10% más rico durante la crisis de 2008.
En este contexto, Canarias se sitúa como la segunda comunidad con más desigualdad de España. Según el Informe de la Fundación FOESSA de Cáritas Española, la exclusión se ha ensanchado en las islas como consecuencia fundamentalmente de la pandemia, provocando que el 29,1% de los habitantes de la comunidad autónoma, algo más de 630.000 personas, se encuentren en una situación de “desventaja importante”. Asimismo durante la pandemia Canarias fue, junto con Baleares, la comunidad en la que más creció la desigualdad salarial.
Por todos estos motivos el pacto de rentas no puede convertirse en una excusa para volver a aumentar la desigualdad. Esta misma semana la Ministra de Trabajo Yolanda Díaz, citando datos de un informe de Comisiones Obreras, explicaba que el 83% del incremento de los precios se debe al aumento de los beneficios empresariales, de más de 65.000 millones este año, mientras que los salarios prácticamente no crecen, tan solo un 1,33%.
Además, cuando hablamos de beneficios empresariales no lo hacemos sobre los de las pequeñas y medianas empresas en las que solemos hacer nuestras compras cotidianas (fruterías, cafeterías, ferreterías, pequeñas empresas de servicios…) sino de grandes corporaciones, en especial las grandes empresas eléctricas y la banca que se pueden beneficiar de la subida de tipos de interés.
En el debate del Estado de la Nación de esta misma semana el presidente Pedro Sánchez anunciaba impuestos extraordinarios tanto para la banca como para los llamados “beneficios caídos del cielo” de las compañías eléctricas. Es un buen primer paso para buscar una salida equitativa a la actual situación y no repetir los errores de la crisis de 2008, que disparó la desigualdad.
Para evitar tanto una espiral inflacionista como un aumento de la ya de por sí elevadísima desigualdad, las grandes corporaciones (alguna de las cuales se benefician de la actual situación) tienen que limitar sus márgenes de beneficios empresariales, se tiene que producir un aumento de los salarios, en especial de los más bajos y se debe afrontar una reforma fiscal que haga nuestro sistema más progresivo y nuestro Estado del Bienestar más eficiente.
La recuperación del turismo en Canarias también tiene que traducirse en un aumento del empleo y en una mejora de los salarios. No es solo una cuestión de justicia social, sino una condición indispensble para la prosperidad y el desarrollo sostenible. La desigualdad es un problema que lastra a la propia democracia y que se encuentra incluso en la base de la polarización política y el auge del populismo de extrema derecha.
Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria
El pasado sábado 2 de julio celebramos en Artenara un encuentro popular con motivo del tercer aniversario de la declaración de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Era una asignatura pendiente el encontrarnos en la cumbre de Gran Canaria para celebrar una de las conquistas más importantes de su historia
Sin duda es uno de los logros más relevantes de esta isla haber conseguido que la comunidad internacional reconociera los extraordinarios valores de estas montañas y que hoy estén en el mismo nivel que las pirámides de Egipto, la isla de Pascua, Altamira, Atapuerca, Machu Pichu, las mejores catedrales y los mejores conjuntos históricos del planeta.
Y ese extraordinario logro ha sido gracias a la gente que habita ese territorio y a sus antepasados, a quienes desde tiempo inmemorial horadaron la roca para vivir, construyeron graneros en lugares inaccesibles, enterraron a sus muertos para hacerlos inmortales en los lugares más escarpados de esta sierra, sacaron frutos en las laderas más empinadas. Y en los fondos de barrancos aprovecharon el agua con ingeniosos sistemas de captación, canalización y almacenamiento como esos impresionantes albercones que descubrimos en este paisaje, organizaron sus vueltas de ganado para tener un exquisito y sufrido recurso siglo a siglo, mantuvieron el viejo oficio de convertir el barro en útiles recipientes con la simple tecnología de sus manos.
Pero no sólo hicieron estos espectaculares poblados, esas encaramadas veredas, sino que crearon entre esas montañas, el mundo de sus creencias. Y en muchas de ellas sentimos aún sus ritos, cantos y plegarias que como un eco corren por los barrancos hasta las tierras bajas y se elevan hasta el cielo, en almogarenes y santuarios: en el Bentayga, Acusa, Risco Chapí o Risco Caído, donde el preciso conocimiento del cielo y del movimiento de los astros organizaba su tiempo, el de la siembra, el de los partos y el de la oración. Pero lo más grande, lo más que asombró al mundo, es que siguen vivas aún muchas de esas cosas que formaron parte de la existencia diaria de sus antepasados.
No quedó el habla pero sí su lengua en muchos de los nombres de estos lugares, en plantas, costumbres, animales y creencias. Quedaron esas rutas que el ganado y los pastores han seguido hasta ahora, quedó el oficio de excavar cuevas para vivir y quedaron cientos de familias que viven o usan sus cuevas hoy, quedó la mano de Mari que ha de multiplicarse en otras manos, quedaron las señas del tiempo como nos contaba Juan Cubas…
Quedaron profundas y escondidas creencias hasta hace poco como las de Zaragocita, quedó el oficio de hacer un buen gofio, como el de Marquitos en la Culata. Y quedó el convencimiento de que todo esto vale la pena conservarlo y sobre todo que es necesario impulsar nuevos proyectos para empujar a la gente joven, como los que proponía, con un enorme ímpetu, Miguel Medina, tristemente fallecido y que forma parte ya de la memoria de estas Montañas Sagradas…
Quiero recordar a tanta gente que ha hecho posible este logro, como a Pedro Melián que se atrevió a traspasar esa joya de la cultura que era su pajero al Cabildo para cautivar al mundo, prolongarla e investigarla. A Juan Cubas por entregarnos como un tesoro la Cueva de la Paja, a Bonifacio, a Leonardo y a tanta gente que cortocircuitaron su herencia para entregársela a este pueblo.
La declaración de Patrimonio Mundial es fundamentalmente un compromiso adquirido. En primer lugar del Cabildo, como institución responsable de su gestión y de su buen andar, también de los ayuntamientos, que siempre han estado en primera línea apoyando la actuación, con una constante ayuda para sacar adelante actuaciones y promover la difusión de estos valores y, desde luego, de la sociedad en su conjunto..
Es de destacar el compromiso de emprendedores y emprendedoras, como la asociación EDARTE, por generar riqueza en estas cumbres, de movimientos vecinales, como los de Juncalillo, el Tablado y La Poza que han mancomunado sus esfuerzo o de colectivos y asociaciones culturales, ambientales, deportivas, religiosas y educativas que aportan su inestimable granito de arena de barranco a este proyecto.
Y en este sentido, quisiera detenerme en un hecho clave para garantizar el futuro de este paisaje cultural: sin las personas esta riqueza no tiene futuro. Podemos quedarnos con la postal del paisaje pero habremos perdido el alma, la fuerza de esta cultura. Si apenas quedan 11 niños y niñas en el colegio de Artenara, una tarea de primer orden ahora es hacer que crezca la población y que se pueblen estas tierras.
Y para ello estamos haciendo esfuerzos desde el Cabildo de Gran Canaria. En estos tres últimos años hemos invertido unos 12 millones de euros para el Patrimonio Mundial. Sólo en Risco Caído, para sostener las cuevas principales, recuperarlas y restaurarlas - como la Cueva de la Paja - investigarlas o monitorizarlas, se ha invertido un millón ciento sesenta mil euros, a lo que habrá que sumar el proyecto en marcha de recuperación paisajística de todo el entorno de Risco Caído de aproximadamente un millón cuatrocientos mil euros. La extraordinaria réplica que hay en el Centro de Artenara y que alivia la presión sobre el yacimiento original, tuvo una inversión de unos 350.000 euros, realizado por una de las mejoras empresas del planeta en este tipo de trabajos.
En Tejeda hemos invertido más de 425.000 euros en la mejora del barrio de Cuevas del Rey, unos 300.000 euros en la modernización y mejora del Centro del Bentayga y unos 480.000 euros en el acondicionamiento del Centro de Gestión de Tejeda, además de otros proyectos en marcha como la recuperación de Degollada Becerra para nuevo Centro de Interpretación y usos multifuncionales, previsto en unos 500.000 euros, o el proyecto de rehabilitación de la antigua escuela de Barranco Hondo en el municipio de Gáldar, por 236.000 euros.
Distintas acciones desarrolladas por otras áreas complementan este paquete de acciones directas en este Paisaje Cultural. La Cumbre Vive, dotado con mas de 8 millones de euros, complementa estas actuaciones con propuestas ligadas al desarrollo comercial, sector primario, aguas, carreteras, turismo, ocio, infraestructuras y equipamientos básicos, depuradoras naturales…
Además, a partir del próximo año queremos que una parte del equipo del Instituto que hemos creado para la gestión integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera esté de manera permanente en el territorio, en el Centro de Gestión de Tejeda y también en los distintos Centros de Interpretación. No queremos ni debemos gestionar este espacio desde lejos, sino estar cerca de las personas que lo habitan y poner a disposición de la cumbre los recursos materiales, técnicos y humanos necesarios.
Tal y como dije al inicio del artículo era una asignatura pendiente compartir con los habitantes del territorio este logro de manera presencial, con los abrazos, con el reencuentro con la música y la alegría, con la juventud, tal y como finalmente hemos podido hacer. Este Cabildo y las personas que trabajan en este proyecto, que incluye a la Reserva de la Biosfera, están comprometidas con el Paisaje Cultural, con el proyecto y con la población y seguiremos trabajando como hasta ahora para seguir haciendo posible esto que un día fue un sueño y hoy es una realidad.
Es evidente que las elecciones andaluzas, por la inesperada contundencia de la victoria del Partido Popular que consiguió una mayoría holgada, tienen una importante trascendencia más allá de Andalucía. Aunque no se deban extrapolar los resultados al conjunto de España (el PSOE andaluz lleva casi tres lustros perdiendo apoyo electoral y acusando el desgaste de tantos años de gobierno), el resultado sí apunta algunas claves que deben hacer reflexionar al conjunto de las fuerzas progresistas y más específicamente a las fuerzas nacionalistas canarias
Parece claro que, para obtener una mayoría absoluta tan holgada, el PP tuvo que quedarse con todo el espacio político que dejó Ciudadanos (que en Andalucía era muy amplio), frenar la fuga de votos hacia Vox y también obtener trasvase de votos desde el PSOE. Ya empiezan a llegar algunos datos y estudios postelectorales que vienen a demostrar dos cosas: que la abstención fue mucho mayor en el 10% de los barrios más pobres (donde apenas votó el 42% del electorado) y que, además, muchos barrios tradicionalmente de izquierdas se derechizaron.
Más allá de las lecturas estrictamente andaluzas, todas las encuestas parecen demostrar que el ciclo de cambio político que se inició en las elecciones de 2015, y se prolongó con altibajos en 2019, se está cerrando y que corremos el serio riesgo de que lo haga en clave conservadora o incluso reaccionaria. El electorado progresista está muy desmovilizado e incluso una parte (pequeña pero decisiva) está siendo seducida por la propuesta de “orden y seguridad” que vende Feijóo.
¿Qué está pasando para que una parte del electorado que en las últimas elecciones apostó por propuestas de cambio y democratización ahora vote en sentido contrario, o incluso no vote a pesar de la amenaza real de que se pueda conformar el gobierno más reaccionario de la democracia en España? ¿Qué podemos hacer desde el campo progresista?
En primer lugar, no podemos obviar que estamos ante uno de los momentos de mayor incertidumbre de la historia reciente. La concatenación de crisis (la gran recesión de 2008-2010, la pandemia y actualmente la crisis de suministros e inflación derivada de la postpandemia y la Guerra de Ucrania) ha provocado un encarecimiento de la vida casi inédito y un empeoramiento objetivo tanto de las condiciones de vida como de las perspectivas de futuro. En estos escenarios el electorado suele decidirse por aquellas opciones capaces de vender más estabilidad y certezas. Normalmente suelen ser las que están en el gobierno (así ha sido en Galicia, Castilla y León, Madrid o Andalucía) pero puede que no sea el caso de un Gobierno de España que genera mucho ruido por el enfrentamiento constante entre los socios y que tiene dificultades para vender su gestión, excesivamente timorata en lo social y con demasiados volantazos, cuando no comportándose como la derecha. Si a esto se le añade una oposición sin escrúpulos ganando la calle y una presión mediática/empresarial sin precedentes, la decisión del electorado puede variar.
Esta situación, unida al malestar generado por la dureza de las restricciones para controlar la pandemia (necesarias pero que dejaron un alto coste, especialmente en algunos sectores), puede estar generando un doble movimiento: por un lado, desafección de la ciudadanía más progresista y, por otro lado, un voto de castigo a Sánchez.
En este sentido la izquierda ha centrado sus campañas en promover el miedo a la extrema derecha (Vox). Un desacierto que le ha permitido a Feijóo hacer más creíble su propuesta de moderación a pesar de que sabemos que esa supuesta moderación significa recortes y privatizaciones de servicios públicos esenciales, rebajas de impuestos a las rentas altas, recentralización del Estado y desregulación de las relaciones laborales. El mismo modelo neoliberal de siempre.
Aunque la situación en Canarias es algo diferente -los gobiernos progresistas en los diversos niveles parecen gozar de una buena valoración ciudadana, el espacio electoral de VOX y Ciudadanos es bastante reducido, el PP lleva tiempo en crisis y la existencia de partidos nacionalistas e insularistas modifica profundamente las tendencias electorales estatales- sería una miopía política obviar que la correlación de fuerzas en el conjunto del Estado influye directamente en la posibilidad de realizar políticas progresistas en nuestra tierra.
Un Gobierno de España del PP, con mayoría absoluta o apoyado por Vox, sería catastrófico para los intereses de Canarias. Estamos en un momento clave de nuestra historia reciente. Tenemos que adaptarnos a los riesgos que produce el cambio climático y abordar de manera acelerada la transición energética como parte fundamental de la transición ecológica. Los fondos Next Generation, destinados a reparar los daños económicos y sociales inmediatos causados por la pandemia de coronavirus, son la mayor oportunidad en décadas para diversificar nuestra economía, crear empleo estable y de calidad y reducir de manera drástica el paro y la pobreza estructural que sufrimos en las islas.
Un gobierno de derechas pondría en cuestión los pasos que hemos dado hacia el desarrollo sostenible e integrador, amenazaría nuestro autogobierno (que hay que ampliar o mejorar), pondría la gestión de los fondos europeos en manos de los grandes poderes económicos, legislaría a favor de la oligarquía energética (como ya hizo el Ministro Soria con el “impuesto al sol”), nos haría perder los derechos laborales obtenidos con la última reforma o cuestionaría derechos fundamentales de las mujeres (como el aborto) y de las personas LGTBIQ+.
Frente a esta situación, desde el nacionalismo progresista no podemos mirar hacia otro lado porque cuestiona las bases de nuestro proyecto político. Autogobierno y democracia, transformación sostenible de nuestro modelo productivo, derechos, bienestar social, dependencia y cuidados, igualdad de género, protección del medio ambiente, apoyo a nuestra cultura, economías azul, verde y circular, seguridad hídrica, soberanía alimentaria y energética…
Nuestro proyecto político no debe contribuir de ninguna manera a facilitar una salida conservadora a la compleja situación actual. En estos tiempos de incertidumbre y desafección política tenemos que dar seguridad a los electores a través de nuestra acción política, enviando mensajes claros a nuestro electorado y desentendernos de la ola reaccionaria que está avanzando tanto en España como a nivel internacional y que, de consolidarse, sin duda sería muy perjudicial para el futuro de Canarias.
El nacionalismo progresista tiene claro un proyecto de cambio y avance social, un proyecto de país para Canarias. Pero no conviene ignorar que la decisión última está en manos de la ciudadanía. Y a ella me dirijo para sugerirle que reflexione seriamente sobre cuestiones de especial trascendencia: ¿es razonable creer que apoyar o votar a las fuerzas conservadoras o de ultraderecha abrirá la posibilidad de una salida solidaria y equitativa a las crisis que soportamos?, ¿creen de verdad que el PP o VOX abordarán con seriedad una salida sostenible al cambio climático, defenderán decididamente las energías alternativas, mejorarán los salarios y condiciones de vida de los/as trabajadores/as o protegerán y ampliarán lo derechos de las mujeres y personas LGTBIQ+?, ¿creen en serio que bajar impuestos es la solución a la crisis?, si es así ¿con qué recursos mantendremos nuestro sistema de educación y sanidad públicas?...
Por ello debemos seguir convenciendo como hasta ahora, con nuestra acción de gobierno apegada a los problemas cotidianos de la población, conectando con la sociedad civil, construyendo lazos comunitarios que refuercen el bien común y los valores democráticos… El reto de las fuerzas nacionalistas progresistas para las próximas elecciones debería ser apostar claramente por ampliar su presencia política buscando alianzas electorales entre distintas opciones en Canarias y potenciando, desde la plena autonomía política, la coordinación con otras organizaciones progresistas del Estado español que defiendan otro modelo territorial más equilibrado y descentralizado. Hay mucho en juego y tenemos mucho que decir y hacer. Un futuro mejor para Canarias depende, en buena medida, de que seamos capaces de acertar en esta tarea.
Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria
En el artículo de la semana pasada resumí la primera parte de mi intervención en el Debate sobre la Orientación General de la Política Insular del jueves 16 y viernes 17 de junio
En el texto ponía de relieve que, pese a las dificultades, los datos socioeconómicos de Gran Canaria estaban recuperando los niveles previos a la pandemia, e incluso a la crisis económica de 2008, y que la acción del Cabildo, tanto inversora como de ayudas sociales estaba siendo importante para esta recuperación
En esta ocasión voy a profundizar un poco más en cuáles son esas inversiones, proyectos y medidas puestas en marcha en el último año y que a nuestro juicio están ayudando a que la isla se recupere poco a poco de la crisis y nos permita mirar al futuro con cierta esperanza.
El primer gran logro de este mando fue alcanzar el objetivo que nos trazamos para hacer posible que la UNESCO declarara como Patrimonio Mundial al Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria. El Instituto para la Gestión Integrada de este y de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria avanza con paso decidido para proyectar estos extraordinarios valores de nuestra isla. Y se complementa su acción con la propuesta de La Cumbre Vive, que proporciona recursos para la protección del mundo rural.
Probablemente el principal hito de los últimos 12 meses ha sido que el gran proyecto de transición energética de la isla que es Salto de Chira ha recibido todas las autorizaciones medioambientales y administrativas y la declaración de interés público. El acuerdo concesional con Red Eléctrica de España ha permitido que las obras comenzaran el pasado mes de febrero y que estén preparadas todas las licitaciones para cumplir con las previsiones de una obra que coloca a Gran Canaria en la vanguardia de la descarbonización de toda Canarias. Agua, energía limpia, empleo, agricultura… para el futuro de la isla.
Este proyecto pone de manifiesto que estamos liderando en Canarias la transición energética y la adaptación y mitigación del cambio climático y, de hecho, hemos sido seleccionados con otras 117 ciudades y comunidades de Europa para su Misión de Adaptación al Cambio Climático. Un hito realmente histórico. Y no se trata solo de una cuestión medioambiental. Estamos hablando de generar empleos estables y de calidad, de diversificar nuestro modelo económico, aprovechar nuestros recursos propios y ser menos dependientes y más resistentes frente a futuras crisis.
Otro de los ejes clave para una transformación sostenible y justa socialmente es el plan sociosanitario, que avanza abriendo nuevos centros, adaptando otros y licitando proyectos emblemáticos como el del antiguo hospital psiquiátrico que recupera un edificio y un espacio protegido de esta isla y al que destinaremos 35 millones de euros. Cumplimos con el reto de aumentar en 1500 las plazas sociosanitarias nuevas, en un esfuerzo que hacía décadas no realizaba este Cabildo. Es un esfuerzo que se traducirá en una adecuada atención a nuestros mayores y dependientes, en la generación de empleo y en el alivio de miles de cuidadoras que tienen que asumir, apenas sin ayuda, la atención de familiares.
Se han renovado infraestructuras decisivas para la recuperación económica de la isla como los polígonos industriales o las zonas comerciales abiertas, con una transformación valorada y reconocida por industriales y comerciantes y que supone una inversión de más de 24 millones para los dos espacios.
Se han incrementado los usuarios del transporte público en líneas insulares, en cantidades que nunca se habían dado antes, como efecto de la política de bonos a residentes, mayores y jóvenes. Esta medida ha tenido resultados muy positivos sobre la movilidad en la isla. Se ha incrementado el número de viajeros en un 15%. Ya tenemos más de 52 millones de viajeros al año y ha aumentado la recaudación en un 27% respecto a 2016.
El desarrollo de las inversiones del Consorcio Turístico de Maspalomas está contribuyendo a la modernización de infraestructuras públicas en el sur y otros lugares de la isla. Complementan la inversión privada que ha crecido en cantidad y calidad. Más de 20 millones de inversión destinados a mejorar la imagen turística de la isla, siendo más competitivos y sostenibles.
En este contexto también quiero destacar, por su contribución a la revalorización de la zona turística más importante de Canarias, la apertura del Museo Etnográfico del Faro de Maspalomas, después de permanecer cerrado más de una década.
La marca Gran Canaria Me Gusta se ha consolidado como una seña de identidad de nuestra isla para fomentar y valorar la calidad de los productos agrícolas y ganaderos locales, productos kilómetro cero, con una aceptación social indiscutible. Al mismo tiempo está sirviendo para contribuir a una auténtica explosión de la buena gastronomía en Gran Canaria que recibe reconocimientos profesionales como nunca había sucedido.
Esto hubiese sido imposible sin una decidida política de impulso y apoyo al sector primario que ha incluido la aportación de más de 5 millones de euros en ayudas y subvenciones al sector para paliar los efectos de la COVID y que se ampliará con tres millones más. También el Programa Canal Social Sector Primario invierte cada año 3,5 millones de euros en la adquisición de más de 3.500 toneladas de producto fresco, excedentario de los agricultores y ganaderos con problemas en la comercialización de sus productos, para donarlos a las 6 principales ONG sociales de la isla. Este impulso ha permitido la puesta en marcha de 6 hectáreas de cultivo de forraje para alimento de animales, 85,9 hectáreas puestas en cultivo en 2021 por 107 agricultores o 17 hectáreas nuevas de viña, haciendo del sector vitivinícola de Gran Canaria el más pujante del archipiélago. Pero tenemos que seguir avanzando hacia la soberanía alimentaria, que permita una vida digna para los hombres y mujeres que habitan y trabajan el campo en la isla.
El Cabildo de Gran Canaria está estimulando una actividad cultural intensa, de calidad y descentralizada. El plan de apoyo al sector cultural, que lo ha pasado muy mal durante la pandemia, ha contribuido decisivamente a sostener una industria imprescindible. El gran proyecto de Museo de Bellas Artes MUBEA avanza y la intervención arquitectónica junto a la adquisición de obras nos anuncian una apertura que engrandecerá el patrimonio cultural de Gran Canaria.
Quiero destacar el incremento de producciones y de iniciativas cinematográficas que eligen a Gran Canaria porque las condiciones naturales, el apoyo institucional que reciben y las perspectivas que se abren con los nuevos platós atraen a esta isla a compañías del máximo nivel.
Un indicador de la contribución del Cabildo a la reactivación económica de la isla es la cantidad de iniciativas empresariales, de emprendimiento o de innovación que se están creando en el entorno de la Sociedad de Promoción de Gran Canaria y de Infecar. Economía azul, economía circular, internacionalización de nuestra economía, captación de inversiones… El número de empresas y de empleos con alto valor tecnológico es una buenísima noticia en la apuesta por la diversificación económica.
La aprobación o tramitación de más de cien patentes por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en colaboración con el Cabildo que está aportando la financiación necesaria, habla del compromiso con la innovación tecnológica y por la sociedad del conocimiento. El cumplimiento del programa de Gran Canaria Isla Inteligente evidencia, en la misma dirección, que avanzamos creando sinergias con empresas e instituciones con las que compartimos prioridades.
En ese sentido progresa también la propuesta que defendemos para la declaración del Parque Nacional de Guguy, que es posible gracias a un esfuerzo continuado por mejorar la conservación de nuestros espacios naturales protegidos, lo que nos ha convertido en una referencia en la realización de proyectos LIFE de la Unión Europea para la conservación de la biodiversidad.
Por supuesto no podemos olvidarnos de la necesidad de avanzar hacia una sociedad con igualdad de género y libre de violencias machistas y discriminación. Para ello contamos con el mayor presupuesto de Igualdad de género de la historia del Cabildo, que llega a la cantidad de 8 millones de euros en 2022.
Necesitaría mucho más espacio del que permite un artículo para continuar desgranando las acciones y logros del actual gobierno progresista del Cabildo de Gran Canaria: el proyecto RENOVAGUA de energías limpias para desalar y depurar, el puerto de Taliarte, las inversiones en todos los municipios, los ecoparques, las actuaciones en el paisaje… Esto es solo una muestra de las principales acciones implementadas, que pone de manifiesto una acción de gobierno basada en el trabajo y que desde la humildad reconoce que estamos en el camino correcto. Después de mucho tiempo Gran Canaria tiene un plan de transformación para solucionar los problemas estructurales de su modelo socioeconómico. Y ese plan de transformación cuenta con el apoyo de la mayoría de la ciudadanía y de las instituciones.
El jueves y el viernes pasado tuvo lugar en el Cabildo de Gran Canaria el Debate sobre la Orientación General de la Política Insular, una oportunidad para hacer un balance del estado de la isla y realizar una evaluación de la acción del actual gobierno progresista del Cabildo de Gran Canaria. Celebramos este debate en un duro contexto.
Cuando percibíamos los síntomas de recuperación económica tras la pandemia se produjo la injusta invasión de Rusia sobre Ucrania, que ha generado una situación de incertidumbre y brutal encarecimiento de las materias primas y suministros. La inflación galopante a nivel planetario está minando el bienestar de la población y la competitividad de las empresas
Somos conscientes de que el Cabildo en solitario no puede hacer frente a todas estas amenazas. Así que el objetivo es valorar nuestro trabajo para precisar si las grandes líneas políticas del Gobierno de la isla están siendo eficaces y, sobre todo, para destacar propuestas que nos permitan llegar a 2023 completando los compromisos que asumimos en nuestro programa y respondiendo a las demandas urgentes que expresa la ciudadanía de Gran Canaria.
Durante el debate intenté contestar a cuatro preguntas fundamentales: ¿Cuáles son los datos sociales y económicos más relevantes de Gran Canaria? ¿Qué políticas nucleares distinguen a este gobierno de progreso? ¿Estamos avanzando hacia el modelo de isla ecosocial y sostenible que define nuestra acción de gobierno? ¿Contribuye el Cabildo de Gran Canaria a generar esperanza y a favorecer la resistencia de nuestra gente en estos momentos difíciles?
A estas preguntas quiero responder con datos. Con estadísticas oficiales que resulten concluyentes para el conjunto de la ciudadanía. Y con esos datos alcanzamos tres conclusiones claras: Gran Canaria está resistiendo estas dificultades y recuperando con determinación los indicadores anteriores a la pandemia. Las políticas del Cabildo de Gran Canaria están centradas en apoyar a las personas y sectores más vulnerables ofreciendo recursos y dinamizando la inversión. Mantenemos los compromisos de nuestro programa de gobierno y contribuimos al avance de la isla y a generar un futuro atractivo e ilusionante.
Gran Canaria cierra el año 2021 con un récord de ocupación de la serie histórica. Se ha producido un crecimiento del empleo en el último año del 16.5%. Nuestra isla recupera el nivel de ocupación de antes de la pandemia con mayor vigor que el resto de islas gracias, en gran medida, al comportamiento de la población ocupada femenina. El crecimiento que se ha producido en Gran Canaria entre 2020/2021 es de un 20.7% en mujeres y un 12.8% en hombres.
Al cierre de 2021 se obtiene el mejor resultado desde 2007 en creación de empleo, según la Encuesta de Población Activa. La tasa de paro al cierre de 2021 se reduce al 17.4%. No hay triunfalismo, no nos conformamos, pero hay un avance indiscutible. Se confirma de esta manera el liderazgo regional de Gran Canaria en la activación del empleo: 1 de cada 4 grancanarios/as abandona la situación de desempleo. El paro registrado cae un 25.3% en el interanual de mayo de 2021 a mayo de 2022. Se constata la consolidación de un mayor dinamismo en la creación de empleo femenino al reducirse en 10 puntos (de 28.6% a 18.5%) frente al masculino, que cae un 6.5%.
Durante los 5 primeros meses de 2022 se sigue creando empleo neto en nuestra isla. En mayo de 2022 se alcanza la cifra más baja de paro registrado desde septiembre de 2008. Se crean 3.300 empleos nuevos en lo que va de año y 82.500 desempleados registrados. Esta cifra nos habla de una realidad continuada y no de una situación aislada.
De la misma manera, Gran Canaria registra datos históricos de afiliación a la Seguridad Social. Superamos el nivel de afiliación prepandemia. Cerramos 2021 con 339.500 personas afiliadas, con un crecimiento del 5.2%. Durante 2022 se siguen generando nuevas afiliaciones mes a mes, 5.300 nuevas afiliaciones desde enero de 2022. Se ha producido un crecimiento del 7.3% en el interanual de abril de 2021 a abril de 2022. Y la tarea del Cabildo tiene que seguir siendo la de insistir en acciones de incentivación, de refuerzo y de acompañamiento con las inversiones y las políticas de sostenibilidad y desarrollo social que están contribuyendo a la reactivación.
Y este proceso seguro de recuperación lo estamos haciendo de la mano de todos los sectores y los distintos agentes sociales. Colaborando con las organizaciones sindicales y empresariales, con la Cámara de Comercio, con las asociaciones de pequeñas y medianas empresas, con los autónomos. Y no es solo una percepción del Cabildo, los indicadores de confianza empresarial han crecido un 22% durante 2022, situándose al mismo nivel que al principio de 2020.
Cualquier análisis socioeconómico en nuestra isla tiene que contar con la evaluación del sector turístico. Todos los informes nos hablan de una recuperación sólida de las cifras de llegada de turistas a la Isla durante 2021. El crecimiento durante 2021 ha sido del 34.8% según FRONTUR y del 38.6% según AENA. Y la mirada esperanzada que quiero compartir con ustedes se refuerza porque no hablamos de una serie histórica que se haya detenido. Al contrario, durante 2022 comprobamos un comportamiento más vigoroso. En estos últimos meses la economía turística insular se acerca a los niveles prepandemia. En lo que va de 2022 se multiplican por siete las entradas de turistas sobre el mismo periodo de 2021.
La información sobre el turismo no puede reducirse a datos absolutos. Y en un análisis más detallado comprobamos la creciente diversificación de los mercados emisores y la fortaleza del mercado español. Mientras Gran Canaria aumenta en un 10.5% de turistas peninsulares en alojamiento turístico en 2022, otras islas que son punteras en este mercado retroceden, un 14.2%, en comparación con 2019.
Hay más señales de la recuperación turística. Gran Canaria se acerca a la facturación del primer trimestre de 2019 y lidera el gasto medio por turista y día. Solo estamos un 4.9% por debajo del primer trimestre de 2019. También el gasto medio crece un 25% y supera en 17% la media de Canarias. La recuperación de la oferta en el sector hotelero se acerca a la oferta prepandemia (no así en el sector extrahotelero).
Se recuperan también significativamente las cifras de pasajeros que han entrado por vía aérea y la llegada de turistas. Apenas hace tres meses vivíamos en una gran incertidumbre. Todavía no han terminado las dificultades de desplazamiento y se han agravado las condiciones económicas de los países emisores y aún así, frente al mismo periodo de 2019, hoy la isla queda sólo un 18% por debajo en la cifra de pasajeros llegados por vía aérea. Nadie hubiese creído en estos datos hace muy poco tiempo. Hablan de las potencialidades de la isla y de que muchas cosas se han hecho bien durante este tiempo duro de crisis sanitaria y socioeconómica.
Por otra parte, la actividad portuaria reflejada en el tráfico de carga marítima y avituallamiento mantiene su solidez y crece en periodos de pandemia y se afianza el efecto 'Puerto seguro'. La comparativa al cierre entre 2021 y el cierre de 2020 supone un aumento de 10.2% en tonelaje y de 14% en TEUS-contenedores de carga. Gran Canaria se mantiene como la principal puerta de entrada marítima a toda Canarias y como único puerto de tránsito y servicios de escala global de toda Canarias. Esta isla concentra el 94% de los tránsitos de Canarias, 95% si atendemos al tonelaje, con cifras de 2021.
Con esta realidad creo que está justificado el afirmar que tenemos razones para la esperanza. Es tiempo de agradecer el civismo, la tenacidad y la resiliencia del pueblo grancanario, principal artífice de esta recuperación. Hay motivos para insistir en los objetivos y en las acciones que estamos impulsando desde el Cabildo de Gran Canaria. Tenemos que perseverar en la conjunción de esfuerzos con las administraciones, con los sectores sociales, con la sociedad civil organizada, con los hombres y mujeres de esta isla.
Y con la misma fuerza afirmo que tenemos que huir de la autocomplacencia. Hay mucha gente pasándolo mal como para cantar victoria sin que hagamos todo lo imposible por incluirla en este proceso de recuperación de derechos. Pero, al mismo tiempo, lo logrado nos anima a seguir en esta apuesta de inclusión del conjunto de la ciudadanía. Teníamos una sociedad desigual y esta triple crisis ha acentuado esas divisiones. El Cabildo ha priorizado esta lucha social, pero no hemos llegado todavía a todas las personas. Ese es el futuro que tenemos que ir ganando cada día. Que no haya ninguna grancanaria o grancanario que no pueda disfrutar de su tierra con todos los derechos y con toda la dignidad.
Gran Canaria está recuperándose de los efectos de dos años de paralización, acercándose o mejorando incluso los datos anteriores a la pandemia y avanzando en los grandes objetivos de transformación en los que está comprometido nuestro gobierno. Y su Cabildo está teniendo una participación decisiva en los datos que acabo de compartir. No estaríamos mejorando sin la fuerte inyección inversora que el Cabildo está protagonizando y que funciona como tractor dinamizador de la economía. Casi 1.000 millones de inversión en los distintos planes y programas hablan de una apuesta decidida por la obra pública en tiempo de crisis y por la creación de empleo. Y además se han multiplicado los recursos para ayudas a las emergencias sociales y a la movilidad pública, a las pymes, autónomos y sector primario, a la protección e incentivación de los servicios públicos…
Si algo se ha venido a poner de manifiesto en los últimos años es que, pese a las dificultades, vamos en la dirección adecuada. Que el proyecto al que llamamos ecoísla es más necesario que nunca. Necesitamos una isla más sostenible, más diversificada económicamente, con mayor bienestar social e igualdad. Necesitamos innovación y desarrollo autocentrado y ser menos dependientes del exterior en energía, en alimentos... Y es innegable que estamos dando importantes pasos en esa dirección. Porque hoy Gran Canaria y su gobierno insular tienen un proyecto de isla refrendado por los datos y un amplio apoyo social. Y vamos a seguir avanzando, sin autocomplacencia pero con esperanza.
Antonio Morales Méndez.
Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
En los años 2020, 2021 y en lo que va de 2022, Gran Canaria ha sido sede de 322 proyectos audiovisuales. Se han llevado a cabo unas 100 producciones cinematográficas y 222 acciones publicitarias que, en total, han supuesto una inversión cercana a los 37 millones de euros.
Y eso a pesar de estar en una pandemia en la que la movilidad internacional estaba limitada y de que muchos rodajes tuvieron que posponerse por motivos sanitarios
Estos datos ponen de manifiesto el tremendo potencial económico que tiene el sector audiovisual y el papel clave que puede jugar en la diversificación de nuestro modelo económico. Se trata de una actividad económica idónea para las condiciones de Gran Canaria. Nuestra increíble variedad de paisajes, tanto urbanos como naturales, así como nuestra riqueza patrimonial nos hacen atractivos para casi cualquier tipo de rodaje.
Estamos ante un sector que no se ve afectado por las dificultades logísticas para la exportación que tiene Canarias por su lejanía respecto a sus principales mercados. Es una actividad que no es intensiva en el uso de materias primas, que tampoco consume territorio pero que, sin embargo, precisa de mucha mano de obra cualificada, así como de servicios y suministros (comida, carpintería, maquillaje, vestuarios, transportes) que tienen que ser contratados a proveedores locales. Encaja a la perfección en una sociedad multicultural y en un territorio con buenas conexiones aéreas, seguro sanitaria y climáticamente, seguro también frente a los delitos… y con una planta alojativa de primer nivel.
Todas estas características, unidas a los incentivos fiscales, han hecho que a pesar de la crisis y de la pandemia, el balance 2020-2021 haya sido muy positivo. Además, y teniendo en cuenta que los pronósticos para el 2022 son extraordinarios, la previsión para este año es que se superen los 100 millones de inversión en la isla. Por otra parte, entre septiembre y octubre se inaugurarán los nuevos platós de cine, situados en INFECAR, que estarán disponibles para que se pueda rodar en ellos antes de final de año. Sin duda supondrán un salto sin precedentes para nuestro sector audiovisual y para posicionar a Gran Canaria a la vanguardia de Canarias y en un lugar destacado en el conjunto de España.
En la isla se rueda una media de 6 largometrajes al año, tanto estatales como internacionales. El sector de la publicidad también cuenta con datos relevantes con un total de 222 producciones publicitarias. Entre otras, destacan las de la francesa Yves Saint Laurent, la marca de ropa nupcial Pronovias, la americana Urban Outfitters o la británica Pepe Jeans London.
Gran Canaria acogió asimismo un total de 24 programas de televisión, en su mayoría reality shows internacionales, convirtiéndose en un tipo de producción que ha logrado afianzarse en la isla. Por su parte, los rodajes internacionales de ficción televisiva también recogieron grandes títulos como The Witcher, Kamikaze o Jack Ryan.
En cuanto a los datos de 2022 ya hay cerrados ocho proyectos de filmación para este año. Merece destacarse la gran repercusión que ha tenido a nivel internacional la superproducción The Mother que se emitirá próximamente a través de Netflix.
Para hacer esto posible, la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC) y su Gran Canaria Film Commission juegan un papel clave al facilitar los rodajes y coordinar los esfuerzos de las distintas administraciones y empresas locales.
No obstante, la atracción de proyectos nacionales e internacionales no nos puede hacer olvidar la importancia de seguir desarrollando una industria cinematográfica propia. Además de por su trascendencia e importe económico, tiene una importancia cultural trascendental. Somos una cultura insular pequeña, de un enorme valor pero poco conocida y si no somos capaces de contar nuestra propia historia, esta corre peligro de desaparecer.
En este sentido cabe destacar la extraordinaria película “La Piel del Volcán”, de Armando Ravelo, que presentó 18 candidaturas a los premios Goya y aunque no obtuvo ninguna nominación demostró la pujanza y la necesidad de hacer cine en Canarias, desde Canarias y sobre temas canarios. En 2019 se estrenó la adaptación cinematográfica de la novela de Alexis Ravelo “La Estrategia del Pequinés” que bajo la dirección de Elio Quiroga presentó 25 candidaturas a los Goya. También la película “Julie” de Alba González de Molina, recibió el Premio a la mejor ópera prima y la Biznaga a la mejor actriz secundaria (Silvia Maya) en la 19ª edición del Festival de Málaga. Son solo algunos ejemplos para reivindicar la existencia de cineastas canarios a los que hay que apoyar e impulsar.
Desde las áreas insulares de Desarrollo Económico y de Cultura se presta un apoyo considerable a los creadores locales. Para la promoción del sector audiovisual grancanario el Cabildo dispone de un espacio propio, el Centro Cultural Audiovisual, situado en Schamann. El presupuesto que se dedica a este apoyo supera los dos millones de euros y se destina a la promoción de documentales, formación audiovisual en municipios, subvenciones, etc.
Gran Canaria se ha convertido igualmente en los últimos años en un reclamo para la industria de la animación. Desde 2020 la producción de series de animación casi ha duplicado sus cifras, pasando de 9 a 14 series. Empresas como Ánima, Fortiche, Birdland o Koyi – de las más importantes del mundo- han instalado sus sedes en la Isla, y desde aquí producen series como ‘Cleo y Cuquín’, ‘Shark Academy’, ‘Pocoyó’ o ‘Arcane’, para Netflix. Desde el Cabildo y su SPEGC se les facilita locales para la producción, formación para alumnado que después será contratado, apoyos en la gestión…
En este apartado juega un papel singular el Festival Animayo, que cumplió 17 años con una edición espectacular que recuperó la presencialidad tras la pandemia. Animayo es, sin duda, el gran escaparate de formación y empleo para la animación, un sector emergente pero con una potencia que crece exponencialmente. Es uno de los eventos del sector cinematográfico que más visibilidad da a nuestra isla y un festival único en Europa. Como colofón a su última edición recibió la comunicación de que se convertía en el primer y único festival en España en calificar a los Premios Óscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood para la categoría de animación, por lo que alcanza el hito de sumar dos calificaciones. Hasta ahora, el corto ganador del Mejor Cortometraje en Español, 'Animación con Ñ', en el Palmarés Oficial Animayo, obtenía un pase directo a la preselección de los Premios Óscar como Mejor Cortometraje de Animación, pero ahora también lo harán los ganadores del 'Gran Premio del Jurado Internacional'.
En definitiva, el sector audiovisual, una de las industrias culturales más importantes del mundo, se está consolidando como un factor clave en la diversificación económica de Gran Canaria, situándose además como una opción laboral, formativa y cultural muy interesante para los y las jóvenes de Gran Canaria.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
Desde 2013 la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria ha venido ejecutando un proyecto de recuperación de los bosques del oeste de la isla, concretamente de los macizos montañosos de la Reserva Natural Especial de Güigüí, la llamaré en adelante Guguy pues es este el nombre original y tal y como es conocido el lugar por los habitantes de esta zona de la isla.
Probablemente, cualquier persona que sepa del espacio del que hablo mostrará su sorpresa ya que, a pesar de la belleza del paraje, resulta difícil imaginárselo actualmente como una zona boscosa…
Este proyecto se denomina LIFE+ GUGUY y fue elegido en su día por la Comisión Europea, entre cientos de propuestas que se habían postulado, como uno de los 11 proyectos españoles merecedores de recibir financiación. Han pasado ya 9 años desde que iniciara su andadura y sin lugar a dudas nos ha dado una lección que no podemos obviar y es que nuestra isla alberga una riqueza y potencialidad medioambientales realmente sorprendentes.
El paisaje de Gran Canaria ha sufrido severas transformaciones a lo largo de los siglos, desde la conquista al desarrollo urbanístico y turístico del siglo XX. Si ahora nos cuesta imaginar un bosque en la Montaña de los Cedros, en Guguy, también nos produciría estupor la imagen del Pinar de Tamadaba en el s. XIX, ya que por aquel entonces no se podía contemplar ahí sino unos pocos pinos dispersos que escaparon del hacha. Y si retrocedemos un poco más, veríamos que cuando desembarcaron en Gran Canaria los primeros europeos, en la isla existía un frondoso bosque termófilo, con representación de monteverde xérico en las laderas a barlovento, además de extensos pinares y sabinares a sotavento, lo que permitía, entre otras cosas, “ordeñar” las nubes que suelen cubrir la Montaña de los Cedros, proporcionando agua a los habitantes y cultivos de la zona.
A lo largo de los últimos siglos el paisaje y el territorio se han ido transformando. La explotación maderera posterior a la conquista hizo que una exuberante Gran Canaria fuera arrasada poniendo en grave riesgo recursos naturales de los que tanto dependemos. Siglos después llegaría la urbanización intensiva de las islas, el desarrollo turístico, etc. El agua, abundante en toda la isla, ha mermado y se ha convertido en un bien extremadamente escaso debido a la grave deforestación sufrida. La desalación y la depuración son hoy en día la única alternativa hídrica de futuro. Esta transformación la hemos normalizado y ya en la conciencia colectiva de nuestra sociedad apenas somos conscientes de esa realidad histórica, aunque desde los años cincuenta se han ejecutado iniciativas encaminadas a reforestar y reverdecer Gran Canaria. Muchos de esos espacios del Paisaje Cultural de las Montañas Sagradas de Gran Canaria, declarados Patrimonio de la Humanidad desde 2019, y de la Reserva de la Biosfera se han ido reforestando y reverdeciendo. En Guguy encontramos un buen ejemplo.
Los especialistas de Medio Ambiente llevaban mucho tiempo leyendo los testigos que aún encierran los riscos de las montañas de Guguy, donde se han protegido cedros, pinos, acebuches, laureles o brezos, de las hachas, el fuego y los herbívoros introducidos. Gracias a su tesón y su convicción para luchar contra la desertificación de esta isla han conseguido transformar nuestra visión y recuperar una buena parte del ecosistema de esta zona. Afortunadamente, hoy en día volvemos a ver crecer vigorosos madroños, acebiños, acebuches, almácigos, cedros, laureles, brezos, pinos, sabinas, etc. Vemos, en definitiva, como se han ido sentando las bases de la recuperación de los bosques del oeste de la isla de Gran Canaria, de la restauración del ciclo hídrico que mejore la calidad y cantidad de este preciado recurso, de la protección de nuestro suelo y de la biodiversidad de la amenaza que supone el cambio climático. Vemos cómo se recobra la esperanza de que aún estamos a tiempo de recuperar un espacio de valores infinitos.
Me ilusiona pensar que dentro de unas décadas, al oeste de La Aldea se erigirá un bosque tan emblemático, querido e importante para la biodiversidad de la isla como lo es hoy el pinar de Tamadaba, un lugar que en el siglo XIX apenas disponía de algunos ejemplares de pino en zonas escarpadas e inaccesibles.
La lección que nos ha dado el proyecto LIFE+ Guguy reafirma mi convicción de que los tesoros que encierra esta parte de la isla merecen una atención especial para su conservación y disfrute. Que suponen igualmente una oportunidad para afrontar un modelo integrado de desarrollo económico sostenible. Este convencimiento ha llevado al Cabildo de Gran Canaria a impulsar la propuesta de que esta zona se incluya en la Red Nacional de Parques Nacionales. Y trabajamos para hacerlo posible en estrecha colaboración con el Ayuntamiento de La Aldea, el Gobierno de Canarias, Parques Nacionales, la ULPGC, la sociedad civil de la zona y de la isla…
Guguy será un Parque Nacional marítimo-terrestre que aportará a la Red Nacional hábitats tan singulares como los Cardonales-Tabaibales, en el medio terrestre y los Sebadales, en el medio marino. Las masas de cardonal-tabaibal ocupan una extensión de cerca del 67% de las cerca de 3.000 hectáreas de superficie terrestre de la propuesta. Se encuentran en un estado de conservación excepcional, con ejemplares monumentales muy difíciles de observar fuera de esta zona de la isla. Por su parte, el área marina ocupa una superficie de aproximadamente 7.000 hectáreas, es un lugar de paso y alimentación de grandes cetáceos marinos, tortugas, avifauna y dispone de una de las zonas de sebadales más importantes de Gran Canaria con una extensión y un estado de conservación difíciles de encontrar en otras zonas. Éste hábitat marino es una autentica reserva de peces, de cría y protección de los juveniles, lo que hace que su conservación tenga un impacto directo en la mejora y en la sostenibilidad de los recursos piscícolas de la isla y en la protección de un sector pesquero tradicional de gran importancia económica y cultural.
El futuro Parque Nacional de Guguy encierra también una gran riqueza geológica, arqueológica, etnográfica y de calidad del cielo para la observación de las estrellas. Junto a su riqueza biológica y a la inexistencia de grandes infraestructuras o intervenciones en el territorio, lo convierten en un lugar único en el ámbito territorial del Estado.
En el Día Internacional del Medio Ambiente, pese a la lógica preocupación por los riesgos a los que se enfrenta nuestro medio, quiero lanzar un mensaje de esperanza. Estamos a tiempo, todavía es posible. Debemos y tenemos que trabajar para que Gran Canaria se convierta en una Ecoísla que proteja y conserve sus magníficos valores, a la par que permita un crecimiento socioeconómico sostenible que haga que nuestras generaciones futuras puedan vivir en este lugar ciertamente privilegiado. No será un camino sencillo, no es algo que competa solo a las administraciones, se trata de un esfuerzo, un trabajo y una firme convicción de toda la sociedad grancanaria. No nos olvidemos de que la naturaleza sobrevivirá sin nosotros, pero nosotros no podremos sobrevivir sin ella. ¡Feliz día del Medio Ambiente!
Europa, y España no es una excepción, ha dejado su seguridad energética en manos de países terceros –en su mayoría no democráticos, inestables y poco respetuosos con los derechos humanos- y de los lobbies que tiburonean nadando entre las necesidades energéticas de un continente y la maximización de las ganancias a costa de los estados y los consumidores cautivos.
La mayoría de los solemnes pronunciamientos y acuerdos de la UE para reducir las emisiones, luchar contra el cambio climático y apostar por las renovables como alternativa energética, han quedado casi siempre en agua de borrajas. Repetidamente, invariablemente, han prevalecido los intereses geoestratégicos o localistas sostenidos en el carbón, el petróleo, el gas y las nucleares, frente a una verdadera alternativa verde, limpia y sostenible.
A principios de este año, y a pesar de las protestas de algunos países, la Comisión Europea tomó la decisión de declarar “verdes” las inversiones realizadas para afianzar el gas y las nucleares como energías en las que sustentar el sistema energético europeo. Se trataba de una sorpresiva huida hacia delante, de un giro en las políticas energéticas europeas, a pesar de que la mayoría de los expertos se apresuraron a advertir que eso significaba realmente un puntillazo a la penetración de las energías limpias en el conjunto del continente y un freno al compromiso de limitar las emisiones de CO2 y evitar el avance del calentamiento global.
Nada se produce por casualidad. Hace unos días hemos conocido los resultados de una investigación realizada por Greenpeace por la que se ha descubierto que empresas ligadas al Kremlin presionaron en Bruselas para etiquetar como “verdes” las inversiones en energía nuclear y gas fósil. Según el informe elaborado por la organización ecologista, las empresas rusas Gazprom, Lukoil y Rosatom y sus lobbies se reunieron con los comisarios y altos funcionarios de la UE al menos 18 veces para influir en la decisión (con nocturnidad, en plena nochevieja de 2021) de incluir el gas fósil y la energía nuclear en la categoría de inversiones sostenibles de la UE. Por ahí debía andar, seguro, el excanciller alemán Shröeder, empleado de Gazprom o de la petrolera rusa Rosneft.
La inclusión de estas energías contaminantes en la taxonomía verde europea (un sistema de clasificación para deslegitimar o no prácticas pretendidamente sostenibles) le daba al gobierno de Putin no solo más poder de negociación sobre la UE sino también más dinero para afianzar sus políticas de expansión y alimentar la guerra que ya tenía pensada contra Ucrania. Rusia preveía ganar así 4.000 millones de euros más al año con un incremento de la capacidad del comercio del gas al entrar en la taxonomía, lo que supondría un total de 32.000 millones de euros para 2030, mientras que la inclusión de la energía nuclear como “verde” permitiría a Rosatom, la empresa estatal rusa de energía nuclear, con fuertes vínculos comerciales con la industria nuclear europea, asegurarse una parte de una inversión potencial estimada de 500.000 millones de euros en una nueva capacidad nuclear de la UE.
Como cuenta Greenpeace, los crímenes contra la humanidad cometidos por el ejército de Putin en Ucrania son un cruel recordatorio de cómo la dependencia de la UE del gas fósil y la energía nuclear contribuye activamente a la guerra y a las violaciones de los derechos humanos. Es la demostración palpable de cómo la Comisión Europea se doblega a los grupos de presión y a los intereses económicos de terceros países, en este caso de Rusia. De cómo las relaciones entre la oligarquía energética rusa y los lobbies políticos-empresariales en Bruselas condicionan las políticas oficiales europeas. Todo eso explica que Rusia sea el mayor proveedor de combustibles fósiles a la UE. Más del 45% del gas, un 25% del petróleo y un 45% del carbón provienen del país de Putin. Y había jugado inteligentemente a aumentar los precios para aumentar sus ganancias y generar malestar social en los países europeos.
Según el Consejo Mundial de la Energía, la dependencia exterior de la UE de los combustibles fósiles supera el 60% y los porcentajes indican asimismo que es Rusia el mayor proveedor con diferencia. Durante décadas se miró para otro lado y no se hizo prácticamente nada para cambiar esta situación, a pesar de las declaraciones rimbombantes que parecían orientar las políticas energéticas hacia la sostenibilidad. Humo.
Son, por cierto, los mismos o parecidos lobbies que han impuesto el sistema marginalista en los precios de la generación de electricidad amparando ganancias multimillonarias para las empresas energéticas, frenando el desarrollo económico de los países al encarecer los sistemas de producción y empobreciendo a las familias. Solo esta crisis bélica ha hecho a la UE abrirse por primera vez a revisar el mercado eléctrico porque –dice- “no está diseñado para situaciones de emergencia”, pero sin tocar el mercado marginalista.
La guerra de Rusia contra Ucrania ha puesto en evidencia estas políticas suicidas de abandono de la seguridad energética necesaria para un continente. Y ha cogido a la UE con el pie cambiado y sometida a una fragilidad energética brutal. Y a partir de ahí se lanza a intentar garantizar el suministro a cualquier precio ante un riesgo más que cierto de emergencia energética. Mientras se sigue comprando el gas a Rusia y financiándoles la guerra contra Ucrania –paradójicamente y cómplicemente-, porque no se tenían alternativas a esta dependencia de Putin (Rusia ya se ha embolsado por este concepto más de 60.000 millones de euros, o de rublos, porque las grandes gasistas están esquivando las sanciones), la Comisión elabora una estrategia de racionalización del gas, de restricciones al consumo y se lanza a la desesperada a buscar a nuevos proveedores.
Y busca desesperadamente de nuevo la seguridad de suministro en países terceros y en EEUU. Cientos de barcos metaneros cruzan el Atlántico desde EEUU para proveernos de gas de esquisto, obtenido por la altamente contaminante técnica de la fractura hidráulica (fracking). Y se fijan en España. El estado español es el mayor importador de gas natural licuado de la UE, está unido a Argelia por un gasoducto y dispone de una red de grandes terminales de regasificación ociosas, seis en total. Y entonces saca pecho y juega a ser el salvador de Europa. El gran almacén de Europa. Y Europa se lo cree. Y se empieza a pensar en recuperar la idea de 2013 de la construcción de un gasoducto entre Cataluña y Francia (el proyecto Midcat, con un coste de 442 millones de euros) y ser la puerta de entrada del gas licuado que llega desde EEUU. Y se habla también de una conexión con Portugal y un gasoducto con Italia para acercarnos a Argelia (se prevé una inversión para este último de 2.500 millones de euros). Por lo pronto han incluido una partida inicial de dos mil millones de euros en infraestructuras para sortear vetos de países como Hungría al embargo de petróleo, como cuenta El País.
Para hacer esto posible se necesitarían inversiones costosísimas (miles y miles de millones de euros) que tendrían que salir de la misma hucha de la que tendría que nutrirse la penetración de las renovables. Se profundizaría en la dependencia del exterior y se frenaría radicalmente la inversión en renovables hasta la amortización de las inversiones en infraestructuras gasistas. Una locura, pero la improvisación y la emergencia fruto de la falta de previsión nos está llevando a ello desde más improvisaciones y más sometimientos a terceros. Renunciando a la soberanía energética y a un vuelco decidido hacia las energías limpias. Otra cosa es que dispongamos de los medios adecuados, de la materia prima necesaria, para la revolución renovable. Seguiríamos dependiendo de países como China, pero puestos a depender, mejor hacerlo apostando por las energías limpias.
Y en esta boutade española de nuevos ricos -no alcanzo a entender otra razón- el Gobierno de España, insisto en que creyéndose los reyes del mambo, aprueba un Real Decreto-ley por el que se adoptan medidas urgentes, en el marco del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania, donde incluye con calzador, en modo colonial y de espaldas a las instituciones y la sociedad canaria, una disposición cuarta por la que se imponen las regasificadoras en las islas sin autorizaciones administrativas previas. Y para más inri, ante el enfado de una buena parte de la ciudadanía y las organizaciones sociales y gubernativas, hace un amago de corrección, pleno de ambigüedad y de inseguridad jurídica, que nos deja en la misma situación.
No se nos puede tomar el pelo de esa manera. Ya Canarias decidió hace muchos años que no cabe otra opción para las islas que las renovables. Que cualquier inversión gasista supondría una hipoteca para las energías limpias. No cabe aquí otra cosa que las energías verdes y para eso habría que reducir la burocracia, facilitar el autoconsumo en mayor medida, despejar la ordenación de la eólica marina, instalar grupos de generación más flexibles y profundizar en el almacenamiento. No cabe otra y menos otra centrada en combustibles fósiles como el gas. Ni como respaldo ni otras zarandajas. No nos van a imponer otro modelo.
La ONU, en su último informe anual (Estado del clima global en 2021), afirma que cuatro marcadores clave del cambio climático batieron nuevos récords en el último año. Su Secretario General, António Guterrez, asegura con rotundidad que “el mundo debe reducir su dependencia de los combustibles fósiles con celeridad dado que nos lleva cada vez más hacia la catástrofe”. Y por aquí empeñados en inversiones millonarias en infraestructuras gasistas.
Por cierto, según una investigación dada a conocer por la entidad Transport & Environment, especializada en el impacto del tráfico marítimo, los barcos movidos por Gas Natural Licuado (GNL), no suponen ninguna ventaja para la atmósfera e incluso pueden ser más contaminantes que los propulsados por el fuel oil debido a las emisiones de metano no quemado. La misma tesis que he defendido siempre para hacer valer que el gas no es la solución para Canarias.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria nació de una movilización consciente y sostenida de la mayoría de la sociedad grancanaria. Hace 40 años que alcanzamos la mayoría de edad para entender que los retos de progreso y transformación que la isla demandaba requerían de una Universidad que aportara conocimiento, innovación y democratización de la formación
Hoy, desde la experiencia de gobierno en el Cabildo de Gran Canaria puedo confirmar que la ULPGC está entregándonos con creces las oportunidades, la cualificación y el talento que reclamamos y que tanta ilusión generó. Estamos ante una realidad gratificante que se concreta en egresados y egresadas, investigaciones, publicaciones, tesis o patentes que nuestra Universidad ofrece a la sociedad isleña y al mundo.
Desde que fui elegido en 2015 Presidente del Cabildo he estado siempre convencido y decidido a impulsar el excelente trabajo en investigación e innovación que se lleva a cabo en esta isla, tanto por parte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria como por nuestros centros tecnológicos y empresas. Hemos avanzado mucho al intensificar la cooperación entre todos los que, de alguna manera, tenemos algo que ver con la promoción de la investigación, la innovación o la transferencia de conocimiento. La aportación de este bagaje a las empresas es clave para afrontar los desafíos que tenemos por delante como territorio ultraperiférico, como isla y como sociedad comprometida con la sostenibilidad y la justicia social.
Y es que la innovación y la transferencia, si están bien orientadas, generan empleo de calidad, una mayor competitividad y una mayor atracción de inversiones, diversifica la economía y nos hace más eficientes y sostenibles. Son imprescindibles para afrontar los principales retos sociales y económicos que tenemos en Canarias si queremos un futuro con prosperidad y no repetir los errores que nos han limitado en nuestro desarrollo.
Históricamente, el Cabildo no ha tenido ningún tipo de política de innovación clara a medio-largo plazo. Por ello puedo decir con satisfacción que estamos viviendo el período de mayor implicación presupuestaria y de colaboración de esta corporación para impulsar la I+D+i en toda su historia. Y esto que les cuento lo compartí el pasado lunes con el Rector, su equipo y los investigadores de la ULPGC.
Tenemos muy claro que si vamos a enfrentar los desafíos globales que afrontamos en esta tercera década del siglo XXI, la solución a algunas de nuestras “misiones” centrales, como, por ejemplo, reducir nuestra contribución para alcanzar la neutralidad en emisiones de gases de efecto invernadero en el 2040, se encontrará invirtiendo en I+D+i. Es más, nuestro concepto de ecoísla no se puede concebir si no hay conocimiento que sustente nuestra transición hacia una sociedad más sostenible.
Por eso, desde el año 2016 hemos ido incrementando nuestras partidas presupuestarias gradualmente para este fin. Si en 2016 consignábamos en nuestros presupuestos una única partida de 16.000 euros para apoyar una investigación médica en nanopolímeros, poco a poco hemos ido aumentando los recursos y mejorando nuestra coordinación con los diferentes equipos de gobierno de la ULPGC. En total hemos invertido más de dos millones de euros en diferentes iniciativas relacionadas con la I+D+i en los dos últimos años.
Ese apoyo se ha centrado fundamentalmente en ayudas a los investigadores, a proyectos de innovación y a las patentes. Desde el 2018 hemos invertido 349.000 € en becas para personal investigador. Pero lo hemos hecho con una clara vocación de transferencia de conocimientos a través del apoyo a doctorandos que desarrollan su actividad investigadora en empresas grancanarias. También hemos desarrollado un programa de apoyo a proyectos de I+D+i de la ULPGC con alta capacidad de transferencia al sector privado por un montante total de 345.000 €. En gastos de gestión de títulos de propiedad industrial e intelectual (patentes, marcas, modelos de utilidad, diseños industriales, entre otros) de forma que se protejan legalmente los continuos resultados que se generan por la actividad investigadora, hemos destinado 210.000 €.
Este apoyo ha sido fundamental para que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria haya alcanzado ya las 100 patentes. El Cabildo de Gran Canaria ha colaborado en esta tarea y también en la búsqueda de la internacionalización de sus patentes, al haberse decidido un cambio de estrategia, presentándolas ante las oficinas oficiales en Europa y Estados Unidos, que son las únicas que cuentan en rankings universitarios nacionales e internacionales.
De hecho, según los datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas, durante el primer trimestre de 2022 se han solicitado desde Canarias 8 patentes nacionales. Pues bien, durante ese mismo periodo la ULPGC ha participado también en la solicitud de 8 patentes, pero ante la Oficina Europea de Patentes. Dicho de otro modo, la ULPGC ha demostrado durante este año que tiene la misma capacidad de solicitar patentes que el resto de instituciones públicas y privadas de Canarias.
Una de las acciones claves de esta colaboración también ha sido la creación de un Experto Universitario en Economía Circular para Territorios Aislados. Se trata de la primera formación de estas características que existe en el mundo ya que el resto no incorpora la especificidad de los territorios aislados.
Para que la innovación sea posible también hay que garantizar las condiciones materiales necesarias, especialmente en momentos difíciles como los generados por la pandemia. Así subvencionamos el equipamiento necesario para permitir la conectividad durante el confinamiento COVID del alumnado con menos recursos y la condonación de los alquileres a las empresas incubadas en el Parque Científico-Tecnológico de Gran Canaria durante la etapa más dura de la pandemia.
Desde la Sociedad de Promoción de Gran Canaria estamos trabajando también de manera muy coordinada y estrecha y tan solo durante los años 2021-2022 se están ejecutando un gran número de acciones y programas. El programa de doctorandos busca fomentar el emprendimiento para estudiantes de doctorado, mientras que “Spin-offs” se centra en el impulso a la creación de empresas de base tecnológica y/o científicas universitarias. En estos programas han participado un total de 30 doctores/titulados.
En estos momentos están en desarrollo acciones como el Programa Aptenisa para la aceleración de startups, la gestión de espacios de trabajo a la emprendeduría que ha permitido que unas 30 empresas se instalen en el Parque Científico Tecnológico, un programa formativo de Diseño y Programación de Videojuegos o dos incubadoras, una de Alta Tecnología en Analítica de Datos e Inteligencia Artificial aplicada al entorno marino y marítimo y otra de Biotecnología azul y Acuicultura. Y además programas gestión de espacios de trabajo para emprendedoras y empresas con el Parque Científico Tecnológico, convenios de colaboración para alumnado en prácticas en el marco de Gran Canaria Isla Inteligente, acciones formativas especializadas en la explotación de recursos marinos insulares, programas como Xper o Sumatechh de formación en nuevas tecnologías…
Como se puede comprobar, se trata de un esfuerzo ingente para impulsar un modelo basado en la innovación y el conocimiento, más resistente frente a futuras crisis, centrado en las fortalezas de nuestra gente, más sostenible y generador de empleo de calidad. Porque no es ningún secreto que nos enfrentamos a grandes desafíos en este siglo XXI: crisis energética y climática, brechas cada vez mayores entre el norte y el sur, desigualdades sociales y muchas incertidumbres. Si queremos ser más resilientes debemos aprovechar realmente el poder de la innovación para mejorar nuestra capacidad de respuesta y ser cada vez más una sociedad en la que el conocimiento y la creatividad tengan el lugar que les corresponde.
Nuestro éxito como isla no depende sólo de aumentar el presupuesto de I+D+i de las diferentes instituciones. Depende de toda nuestra sociedad, trabajando de manera conjunta para impulsar todo el ecosistema innovador de la isla, remando en la misma dirección – como en este caso entre el Cabildo y la ULPGC- y complementándonos para aprovechar las capacidades de todas y de todos.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

La popular y veterana emisora de radio "Radio faro del Noroeste" sigue su proyección hacia una mayor ampliación de su cobertura.