Desde el Cabildo de Gran Canaria hemos puesto en marcha un plan de gran alcance y decisivo para la reactivación económica y social de nuestra isla. Refleja nuestra firme vocación de impulsar el empleo, la diversificación económica y la mejora de la calidad de vida de los grancanarios y grancanarias

Captura 2Hace unas semanas hemos incorporado a la acción de gobierno del Cabildo 324 millones de euros para inversiones provenientes de remanentes que se suman a los 207 millones ya consignados en los presupuestos de 2024 y que incluían obras de trascendencia como el nuevo recinto ferial de Infecar, el plató virtual, el puerto de Taliarte, el MUBEA, centros sociosanitarios, carreteras, áreas comerciales e industriales, actuaciones en el patrimonio histórico o en los espacios declarados como Patrimonio Mundial y Reserva de la Biosfera, etc.

El nuevo plan de inversiones es una muestra indiscutible de una buena gestión financiera y de solvencia económica. Estos fondos, resultado de una gestión eficiente y prudente, nos permiten acometer proyectos estratégicos y emblemáticos diseñados para continuar con la transformación social, económica y ambiental de nuestra isla. Sin duda aspectos importantes para el futuro de Gran Canaria.

Hemos destinado 69 millones de euros a un plan adicional de inversiones que abarcará a la totalidad de los 21 municipios de Gran Canaria. Este esfuerzo complementa los planes de cooperación que ejecutamos anualmente y que están diseñados para asegurar que cada municipio participe activamente en el desarrollo económico y social de la isla.

Nunca se había realizado desde el Cabildo un plan de inversiones tan ambicioso a través de los municipios grancanarios. Supera el total de los fondos del Plan de Cooperación para todo este mandato y se suma a las inversiones destinadas a los municipios a través del Fdcan, la Cumbre Vive, el Consorcio Turístico, las zonas comerciales abiertas, los polígonos industriales, las infraestructuras hidráulicas, etc.

Se trata de un impulso más a la coordinación y colaboración decidida con los municipios que hemos presentado, junto a los 21 municipios de Gran Canaria, el pasado miércoles 10 de julio. Esto va a permitir que en los próximos meses se inicien treinta y tres obras emblemáticas y estratégicas en nuestra isla. Obras como las piscinas de La Laja, la nueva Universidad Popular o la torre de entrenamientos del Parque de Bomberos de Miller en LPGC, entre otras. Casi 9 millones de euros.

También, en el resto de los municipios, centros deportivos, bibliotecas públicas, edificios de aparcamientos, parques urbanos, viviendas colaborativas, centros de formación, tanatorios, oficinas municipales, centros culturales, centros de día y residencias para mayores, recintos feriales o ampliación de desaladoras. Treinta y tres obras que van a contribuir a mejorar notablemente la calidad de vida de los hombres y mujeres de Gran Canaria. Un hecho sin precedentes.

Con el resto de los recursos disponibles en los remanentes del Cabildo podremos acometer la expropiación de terrenos para la nueva línea ferroviaria entre Las Palmas de Gran Canaria y Maspalomas, con una asignación de 16,6 millones de euros. Además, se destinarán fondos para la rehabilitación y transformación en museo de la casa de Pepe Dámaso y el acondicionamiento del solar norte de la Catedral de Canarias para convertirlo en un museo arqueológico sobre los orígenes de la capital de la isla , cada uno con una inversión de 700.000 euros. También se aportarán cuatro millones de euros para la ampliación del Museo Canario, un proyecto que ha estado paralizado desde 2012 y que ahora podrá finalizarse.

Con un presupuesto de 23,2 millones de euros, mejoraremos diversas vías insulares, como la GC-605, y construiremos un nuevo acceso a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Además, invertiremos en infraestructuras esenciales para apoyar el desarrollo económico y la accesibilidad en la isla.

Con el fin de fomentar la innovación y la sostenibilidad en nuestros sectores productivos, destinamos 666.000 euros a la construcción de una nave de economía circular de la Mancomunidad del Norte para el emprendimiento, entre otros proyectos.

En el ámbito social, hemos asignado un total de 52,8 millones de euros. Destacamos la rehabilitación del antiguo Hospital Psiquiátrico, que se transformará en un centro sociosanitario, con una inversión de 40 millones de euros. Además, se adquirirán inmuebles para viviendas tuteladas y el edificio de Santa Rosalía en Telde y se mejorará el Centro para la Inclusión Social y Laboral de Adepsi, entre otros proyectos que buscan mejorar la calidad de vida de los más vulnerables.

En cuanto al medio ambiente y la energía, disponemos de 17,2 millones de euros para proyectos innovadores como la hidrogenera en el Puerto de la Luz que tiene como objeto la producción de hidrógeno verde, el Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje de Tafira, el proyecto de accesibilidad universal del Jardín Botánico Viera y Clavijo o las mejoras de los ecoparques del norte y del sur de la isla. También apoyaremos con cuatro millones de euros a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en diversas mejoras y en el autoconsumo fotovoltaico.

Por último, gestionaremos 124,7 millones de euros destinados principalmente a la reforma integral del Estadio de Gran Canaria, la modernización del Centro Insular de Deportes y la adecuación del campo de hockey, entre otros proyectos que mejorarán significativamente nuestras instalaciones deportivas y espacios públicos.

En este aspecto me gustaría detenerme brevemente. No estamos destinando esta inversión a “un campo de fútbol” sino a concluir una ciudad deportiva en la que se ubican un buen número de instalaciones deportivas, también de deporte base. Además, estas instalaciones funcionan igualmente como equipamientos culturales, ya que acogen cada año un número mayor de conciertos, exhibiciones, festivales etc. Estamos hablando de una infraestructura fundamental en el desarrollo deportivo y cultural de la isla. Más allá de que será sede del Mundial de Fútbol de 2030, un hito histórico para Gran Canaria y Canarias. El Gran Canaria Arena se inauguró hace nueve años y costó 80 millones de euros. No creo que hoy nadie cuestione el papel decisivo que juega esa instalación en los ámbitos culturales y deportivos.

Somos conscientes de que no todos estos proyectos se podrán ejecutar en el presente año. Sin embargo, hemos establecido planes plurianuales para garantizar que cada área de gobierno disponga de los recursos necesarios que permitan avanzar en la adjudicación y ejecución de estas obras esenciales.

En estos momentos el Cabildo está ejecutando o está a punto de ejecutar en Gran Canaria más de dos mil millones en infraestructuras y equipamientos públicos. Reafirmamos nuestro compromiso con el futuro de nuestra isla, trabajando incansablemente para asegurar que cada inversión contribuya a una Gran Canaria más próspera, inclusiva y sostenible. Sigamos adelante, juntos, construyendo un mejor futuro para todos y todas.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

El sol y el viento de Gran Canaria, en especial en la comarca sur-sureste de la isla, han sido pioneros a la hora de alentar y soplar a favor del cambio de modelo energético basado en las energías renovables en el archipiélago. Este histórico testigo ha sido recogido por el Cabildo de Gran Canaria y, desde hace una década, avanzamos con firmeza por la senda de la descarbonización

Captura 1Y lo hemos hecho con una hoja de ruta que no se ha desviado de sus objetivos fundamentales y ha rechazado adentrarse en vericuetos gasísticos que habrían retardado y jugado en contra de esta transición. La incorporación de las nuevas plantas fotovoltaicas que se daban de inaugurar en Telde y Agüimes añaden nuevas e importantes piezas a este gran puzle para componer un futuro más sostenible para nuestro territorio. Y contribuyen también a consolidar la posición de la isla como el territorio insular líder en la introducción de energías renovables en el archipiélago.

Los datos de introducción de renovables son muy elocuentes. En Gran Canaria la potencia total instalada de renovables en el mes de abril de 2024 era de 382,6 MW frente a los 343,8 MW en la isla de Tenerife y de 134 MW en Lanzarote y Fuerteventura. La producción de renovables es en Gran Canaria de 217 GWh frente a 172,3 GWh en Tenerife y 70 en el resto de islas.

La integración de renovables es en nuestra isla del 20% frente al 15% en Tenerife y 14% en Fuerteventura y Lanzarote. Y un dato muy importante es que los vertidos ascienden a 21.258 MWh lo que multiplica por cuatro el de las otras islas y habla de la necesidad y la oportunidad de disponer de recursos de almacenamiento de estas energías para lo que contamos con Salto de Chira, que cumplirá esta función primordial.

En definitiva, esto nos ayuda a avanzar por ese necesario camino hacia un modelo cada vez más sostenible que se enmarca en nuestro proyecto integral de Ecoísla. Se trata además de un recorrido que no puede permitirse desvíos ni demoras en el actual contexto de calentamiento global y de adaptación a los efectos del cambio climático.

La sólida trayectoria de Naturgy al impulso de la transición energética en Canarias y en especial en esta isla nos dice otras cosas. Porque expresa con claridad cómo las empresas del sector saben que cuentan en Gran Canaria con un ecosistema social y político favorable para esta clase de inversiones gracias al liderazgo del Cabildo y al consenso logrado para fomentar la transición energética.

En este sentido, hoy podemos decir con satisfacción que dos de las plantas se tramitaron a través de un expediente de interés público y social del Cabildo. No obstante, necesitamos simplificar y acelerar los procedimientos, porque estamos inaugurando parques cuyo trámite se inició hace siete años en en Gobierno de Canarias. Se trata de plazos incompatibles con la urgencia climática que sufre el planeta y con nuestro compromiso con la transición energética global. La maraña administrativa, la falta de recursos humanos y cierto retardismo neonegacionista enquistado en algunos ámbitos son obstáculos que hay que eliminar.

Los datos avalan los pasos dados en la última década por parte del Gobierno de la isla. La potencia fotovoltaica instalada ha crecido un 25%. Además, hemos extendido esta revolución por nuestras instalaciones y contamos por ejemplo con la planta solar más potente gestionada por una administración pública de Canarias, a lo que se suma la apuesta por la reducción de la huella de carbono en la cadena de tratamiento y producción de agua industrial.

Igualmente, y ante la importancia de involucrar al conjunto del tejido social y económico de Gran Canaria en este cambio de paradigma, hemos multiplicado los incentivos para el autoconsumo o la implantación de comunidades energéticas y ahora mismo encabezamos también esta estadística, de modo que casi la mitad de esta variante de producción está concentrada en la isla. Asimismo, nuestro compromiso para seguir sumando voluntades a este proceso transformador ha cristalizado también en la creación de las Oficinas Oficina de Transformación Comunitaria y Transición Energética o en el Pacto de las Alcaldías. Se suma a que somos el primer territorio del archipiélago en disponer de una Estrategia para la Mitigación y la Adaptación al Cambio Climático.

Sin embargo, somos conscientes de que los desafíos son tan importantes que no podemos detenernos aquí. Por este motivo, contamos con una estrategia, que nos permitirá alcanzar el 60% de penetración de las energías limpias en 2030, que contempla nuevos hitos que confirman la posición de avanzadilla de la isla, incluido el hecho de que Gran Canaria será el primer territorio del Estado donde se implantará la eólica marina tras el acuerdo alcanzado con el Ministerio de Transición Ecológica.

Y en este paisaje de futuro destacará a corto plazo, como les decía al principio de este texto, la entrada en escena de la central de Salto de Chira como gran recurso de almacenamiento e introducción de renovables y de producción de agua para la agricultura. Este proyecto, que aprovecha las presas construidas por nuestros antepasados y hereda su visión estratégica, contiene también los principios de soberanía energética, soberanía alimentaria y seguridad hídrica. Y detrás vendrán otros de funcionamiento similar, aprovechando otras presas y generando otros saltos, esta vez con agua salada.

Estos ejes son, a la vez, los cimientos de una isla basada en un desarrollo económico y social más integrador y ecológico. Por lo tanto, proyectos como los que se acaban de inaugurar en Gran Canaria afianzan esta trayectoria hacia la sostenibilidad, y lo hacen además generando empleo y diversificación económica.

Quiero por último felicitar a Naturgy como empresa promotora y a todos los equipos técnicos y de instalación que han ejecutado los proyectos de manera diligente y oportuna. Hoy podemos celebrar conjuntamente que damos otro paso adelante guiados e inspirados por el sol de Gran Canaria.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria

El pasado fin de semana compartí con ustedes una primera aproximación al debate sobre el Estado de la Isla que tuvo lugar el el Cabildo el jueves 13 y viernes 14 de este mes. En el artículo Gran Canaria Avanza expuse los indicadores socioeconómicos de ocupación, de empleo, de afiliación a la seguridad social y de confianza empresarial que nos muestran una Gran Canaria dinámica, activa y en condiciones de crecimiento equilibrado que está ayudando a generar economía productiva y mejores condiciones sociales y económicas para la ciudadanía

Captura 2Como he señalado en otras ocasiones, la estabilidad institucional es esencial para el desarrollo sostenible y el progreso socioeconómico de una región. En Gran Canaria, el liderazgo del Cabildo de Gran Canaria ha demostrado cómo una gestión consistente y comprometida puede transformar una isla, implementando políticas a largo plazo que benefician a diversos sectores. Esta estabilidad ha facilitado la transición energética, la seguridad hídrica y el desarrollo de nuevos sectores económicos, haciendo de Gran Canaria un ejemplo a seguir en sostenibilidad y progreso.

Gran Canaria ha vivido una continuidad de gobierno sin precedentes desde el inicio del periodo democrático en 1979. Este respaldo popular hacia el modelo de isla promovido por Nueva Canarias y el Partido Socialista refleja una confianza en la gestión política que es rara en otros contextos. Mientras muchas regiones se enfrentan a cambios políticos y falta de continuidad, Gran Canaria ha mantenido un enfoque de gestión constante que ha permitido la implementación de políticas a largo plazo.

Esta estabilidad ha permitido una planificación efectiva y la ejecución de proyectos que requieren tiempo y persistencia. Por ejemplo, la transición hacia una economía más verde y sostenible no se puede lograr en un solo ciclo electoral. Requiere una visión a largo plazo y un compromiso constante, algo que la administración de Gran Canaria ha demostrado tener.

Uno de los logros más significativos de Gran Canaria es su avance en la transición energética. La isla ha invertido en infraestructuras y tecnologías que promueven el uso de energías renovables, reduciendo así su dependencia de los combustibles fósiles. Proyectos como los parques eólicos, las plantas solares y el autoconsumo han sido posibles gracias a una planificación estratégica y una ejecución consistente.

La transición energética no solo contribuye a la sostenibilidad ambiental, sino que también tiene beneficios económicos. La creación de empleos en el sector de energías renovables es un ejemplo claro de cómo una política verde puede impulsar la economía local. Además, la reducción de costos asociados a la importación de combustibles fósiles libera recursos que pueden ser reinvertidos en otras áreas críticas, como la educación y la salud. Hoy esta isla encabeza,, con diferencia, la penetración de energías limpias en Canarias. Es además el territorio con más posibilidades de avanzar hacia la descarbonización que demanda la UE gracias a Salto de Chira y la eólica marina.

La gestión del agua es otro ámbito en el que Gran Canaria ha mostrado un liderazgo destacado. La seguridad hídrica ha sido una prioridad y la isla ha puesto en marcha soluciones innovadoras para garantizar un suministro de agua sostenible. Esto incluye la construcción de plantas desalinizadoras y el uso de tecnologías avanzadas para el reciclaje y reutilización del agua y la producción con renovables. La capacidad de Gran Canaria para gestionar su recurso hídrico de manera eficiente es crucial en un contexto de cambio climático. Las sequías y la variabilidad climática hacen que la disponibilidad de agua sea un desafío constante. Al invertir en tecnologías y prácticas que aseguren un suministro estable y sostenible, la isla está mejor preparada para enfrentar estos desafíos.

El enfoque en la seguridad hídrica también tiene implicaciones económicas. Un suministro de agua confiable es esencial para sectores como la agricultura y el turismo, que son pilares de la economía local. Al asegurar el acceso al agua, Gran Canaria protege su economía y mejora la calidad de vida de sus habitantes. Gran canaria, frente a otros territorios, no ha tenido que recurrir a la emergencia hídrica. Salto de Chira y 107 medidas con 151 millones de euros de inversión garantizan la seguridad hídrica de la isla en las próximas décadas.

La diversificación económica ha sido un enfoque clave para Gran Canaria. La promoción de nuevos sectores económicos, como el sector marino-marítimo y las tecnologías de la información han generado oportunidades de empleo y han impulsado la innovación. El Centro de Innovación Marino-marítimo y las tres incubadora de Alta Tecnología son ejemplos de proyectos que están dinamizando la economía local y atrayendo inversiones.

Este sector tiene un enorme potencial en Gran Canaria debido a su ubicación geográfica y sus recursos naturales. Inversiones en infraestructuras portuarias, como las del Puerto de Taliarte, y en la investigación marina están posicionando a la isla como un centro de excelencia en este ámbito. Esto no solo diversifica la economía, sino que también crea empleos altamente cualificados y promueve el desarrollo tecnológico.

Las tecnologías de la información también ha sido una prioridad. La creación de parques tecnológicos y la atracción de empresas del sector TIC están fomentando un ecosistema de innovación. Este sector no solo ofrece empleos bien remunerados, sino que también tiene un efecto multiplicador en la economía, promoviendo el desarrollo de habilidades y la transferencia de conocimiento.

El turismo sigue siendo un pilar fundamental de la economía de Gran Canaria. Sin embargo, la isla ha adoptado un enfoque hacia un turismo más sostenible. Esto incluye la promoción de prácticas responsables que minimicen el impacto ambiental y beneficien a las comunidades locales. Iniciativas como la certificación de sostenibilidad para hoteles y la promoción de actividades turísticas que respeten el entorno natural son ejemplos de este enfoque. No es casualidad que hayamos aumentado en un 20% la facturación, un incremento del 8,29% por cliente y un mayor periodo medio de estancia, sin que hayamos incrementado el número de turistas. Y sostuvimos y seguimos sosteniendo que el éxito no se puede medir en la llegada sin límites de visitantes.

La economía circular es otro componente clave del modelo de desarrollo de Gran Canaria. Busca reducir el desperdicio y maximizar el uso de recursos a través del reciclaje, la reutilización y la recuperación de materiales. Gran Canaria ha implementado programas de reciclaje avanzados y ha promovido prácticas empresariales que minimicen el desperdicio. Este modelo es beneficioso para el medio ambiente, genera ahorros significativos y crea nuevas oportunidades de negocio. Gran Canaria es la isla que más recicla, sus ecoparques son punteros y producen la energía que necesitan.

El sector audiovisual ha recibido un impulso significativo gracias a políticas de apoyo y a la creación de infraestructuras adecuadas como la de los platós. La isla se ha convertido en un destino atractivo para la producción cinematográfica y televisiva, diversifica la economía insular y promueve la cultura y el talento local. La promoción de Gran Canaria como un hub para la industria audiovisual ha atraído producciones internacionales, generando empleo y posicionándonos en el mapa global de la producción audiovisual.

La movilidad sostenible es otro ámbito en el que Gran Canaria ha realizado importantes avances. La puesta en marcha de una red de transporte público eficiente y la promoción del uso de vehículos eléctricos son ejemplos de políticas que buscan reducir la huella de carbono en nuestra tierra. El desarrollo de programas que fomenten el uso del transporte público contribuyen a una movilidad más sostenible y mejoran la calidad de vida de los ciudadanos. Se ha conseguido pasar de 62 millones de viajeros a 92 millones.

La política de vivienda también ha sido un área central. La rehabilitación de barrios han mejorado significativamente las condiciones de vida de muchos residentes. Estos proyectos proporcionan viviendas dignas y promueven la cohesión social y la revitalización urbana. La colaboración entre el Cabildo y los ayuntamientos ha sido crucial para identificar las necesidades y desarrollar soluciones efectivas en materia de vivienda.

La mejora de las infraestructuras viales es fundamental para el desarrollo económico y social de Gran Canaria. Proyectos de modernización y ampliación de carreteras han facilitado la movilidad dentro de la isla, reduciendo los tiempos de desplazamiento y mejorando la seguridad vial. Benefician a los residentes y son cruciales para el turismo y el comercio, facilitando el acceso a diferentes áreas de la isla.

La soberanía alimentaria es otro aspecto esencial del desarrollo sostenible de Gran Canaria. La promoción de la agricultura local y el apoyo a los agricultores y agricultoras han fortalecido la producción de alimentos en la isla. Este enfoque no mejora la seguridad alimentaria, apoya a la economía local y promueve prácticas agrícolas sostenibles. Gran Canaria es la única isla que no ha perdido suelo agrícola sino que ha ganado 700 hectáreas, al igual que sucede con la vid que aumentó en 15 hectáreas en los últimos años y 10 en 2023.

El sector industrial y comercial de Gran Canaria ha sido impulsado a través de políticas de apoyo y la creación de infraestructuras adecuadas. Más de 50 millones de inversión en las dos áreas. La modernización de polígonos industriales y la promoción del comercio local han generado empleo y dinamizado la economía. La colaboración con asociaciones empresariales y la ejecución de programas de formación y apoyo a emprendedores y emprendedoras han sido clave para el crecimiento de estos sectores.

En definitiva, la estabilidad institucional de Gran Canaria ha sido fundamental para su desarrollo sostenible y su capacidad de enfrentar los desafíos contemporáneos. La continuidad en la gestión y la planificación a largo plazo han permitido avances significativos en la transición energética, la soberanía hídrica, la diversificación económica, la movilidad sostenible, la mejora de infraestructuras, y la promoción de la industria y el comercio. Gran Canaria se presenta como un modelo a seguir, demostrando que el respeto por la voluntad popular y un enfoque integral de gobierno pueden transformar una región y preparar a su sociedad para un futuro próspero y sostenible.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

El jueves y el viernes pasado tuvo lugar en el Cabildo de Gran Canaria el Debate sobre el Estado de la Isla. En el transcurso de este repaso a la realidad insular expuse mi visión sobre el momento político y social que vive Gran Canaria. En las próximas semanas voy a intentar hacerles llegar los datos que reflejan la acción del Gobierno de la isla en este último año, el primero de este nuevo mandato

Captura 1Gran Canaria avanza y existe un amplio reconocimiento social acerca de que esta isla tiene un libro de ruta trazado y que está liderando la respuesta a los grandes objetivos de este tiempo: la transición energética, la seguridad hídrica, los derechos sociales y la igualdad de oportunidades, la dinamización de nuevos sectores económicos, la soberanía alimentaria, el empleo, el turismo sostenible, la movilidad, la cultura y el deporte, la economía circular, la solidaridad, el patrimonio y los valores que nos identifican como pueblo.

Nos ha tocado gobernar cuando los cambios económicos, climáticos, tecnológicos, políticos y sociales son de tal magnitud que no alcanzaremos la mitad del presente siglo en condiciones de subsistencia si no respondemos a las transformaciones profundas que se producen a nivel mundial. Las sociedades que no sean capaces de afrontar estos retos van a vivir unas realidades insoportables y ese horizonte no lo queremos para nuestra isla. No es tiempo de frivolidades porque nos jugamos el futuro.

He mencionado dos cuestiones que explican el tiempo de avance que venimos experimentando: la estabilidad institucional y un proyecto integral de desarrollo social y económico. Pero otra novedad de estos años de gobierno insular es que estamos consiguiendo la complicidad de amplios sectores sociales que reconocen que el desarrollo de la ecoísla nos permite tener una orientación definida para el progreso de la isla y para afrontar las necesidades urgentes del presente y del futuro inmediato.

No estamos ante un gobierno de ocurrencias o improvisaciones sino de una meditada planificación de las cuestiones decisivas. Y estas valoraciones políticas se sustentan en la relación permanente con los ayuntamientos, con la universidad, con los sindicatos y los empresarios, con asociaciones sociales representativas, con ONG, con organizaciones de la cultura, del deporte, del ecologismo, del feminismo o de la solidaridad.

Estas valoraciones están, además, corroboradas por una serie de datos que nos permiten objetivar este debate y estas apreciaciones. Los números admiten interpretaciones pero son contundentes. Los indicadores socioeconómicos, de ocupación, de empleo, de afiliación a la seguridad social y de confianza empresarial nos muestran una Gran Canaria dinámica, activa y en condiciones de crecimiento equilibrado que está ayudando a nuestra gente y a nuestras empresas.

Y al mismo tiempo, estos indicadores positivos ejercen de polo de atracción de inversiones y de generación de iniciativas que diversifican y fortalecen nuestra actividad económica.

La ocupación de trabajadoras y trabajadores en Gran Canaria se consolida en 2023 en el entorno del máximo histórico registrado a final de 2022, alcanzando las 390.000 personas ocupadas, un 6.3% más que en 2019. Este dato no solo supera la situación anterior a la pandemia sino que recupera la enorme pérdida de empleo que el cero turístico nos generó durante los dos años de la crisis. La economía grancanaria ha sabido reponerse a aquel accidente y ha promovido iniciativas para abrir nuevas vías de empleo y de actividad laboral.

Quiero destacar especialmente el dato de ocupación femenina que es altamente positivo. Las mujeres lideran el crecimiento de la ocupación en Gran Canaria. A finales de 2023 registramos un record histórico en ocupación femenina: 182.610 grancanarias están ocupadas, un 9% más que antes de la pandemia y un 1.2% más que en 2022. Trece mil mujeres que estaban paradas, han encontrado trabajo en estos cuatro años.

Estamos hablando de la principal política de redistribución de la riqueza y de reducción de la exclusión social. Estos datos deben ser un motivo de satisfacción para quienes nos empeñamos, desde esta institución, en priorizar la atención a las personas.

Y en este avance, la iniciativa empresarial tiene un gran protagonismo, pero la apuesta claramente inversora de este Cabildo también. La diversidad de actuaciones propias o en colaboración con municipios favorece la creación de empleo diversificado y descentralizado. Y en estos momentos ejecutamos inversiones superiores a los 2.000 millones de euros.

La encuesta de población activa referida al primer trimestre de este año, la última disponible, nos indica que alcanzamos el tercer mejor cuatrimestre de toda la serie histórica desde que hay registros anuales.

Nos confirma un comienzo de año muy sólido, y se logra en gran medida gracias a la activación de la ocupación masculina, 4.420 ocupados más que en el año anterior. Casi 210.000 hombres ocupados.

La evolución no solo confirma la recuperación del empleo y por tanto de la actividad económica, en muy poco tiempo, sino la tendencia de un crecimiento sostenido. Gran Canaria cerró 2023 con una tasa de paro de un 15’8%, inferior a la media regional. El final de 2023 supone el mejor registro anual de paro registrado de la última década. No se observan cifras iguales desde marzo de 2008. Y el mes de mayo de 2024 es el mes con menos paro registrado de la serie histórica.

En esta valoración de datos generales comprobamos la consolidación favorable del mercado laboral. Gran Canaria se estabiliza en un rango de desempleados muy inferior al año 2019, antes de producirse la pandemia. Tenemos un 21% menos de paradas y parados que hace cuatro años. Insisto, superando todos los condicionantes paralizadores del cierre socioeconómico que padecimos. La economía que se trasluce es de una enorme resistencia y capacidad de generar empleo. El paro se reduce en más de cuatro puntos respecto al que sufríamos en 2019 y se acerca a la cifra que se ha considerado paro estructural estable en nuestras islas, pero aun así no nos conformamos. De nuevo, comprobamos que el paro femenino es el que más se reduce, en torno a 5 puntos.

Mantenemos el gran reto de rebajar el paro juvenil que sigue siendo insoportable, con un 33%. Se produce una significativa disminución respecto al año pasado, tres puntos menos, pero las cifras siguen siendo negativas. El dato positivo es que en Gran Canaria es la isla donde más se reduce con respecto a 2021 y 2019 y que estamos dos puntos por debajo de la media regional.

Gran Canaria cerró el año 2023 con 367.300 afiliadas y afiliados a la Seguridad Social lo que supone un incremento del 3’3% respecto al año anterior y un 9% respecto a la situación anterior a la pandemia.

El Índice de Confianza Empresarial en abril de 2024 es de 127’8 y supera en diez puntos al valor contabilizado al cierre de 2022. El tejido empresarial de la isla se muestra positivo respecto al futuro económico, cerrando 2023 con niveles de confianza superiores a los registrados antes de la pandemia y creciendo significativamente sobre 2022.

Las Palmas se mantiene como el principal puerto de tránsito y servicios de escala global en Canarias. Concentra el 90% de los tránsitos y el 94% en tonelaje. En lo que va de 2024 crece un 13,7% en tráfico de contenedores.

Nos hemos detenido en los datos del último año porque se corresponden con el periodo que debatimos pero no debemos olvidar que en los últimos cuatro años la economía de Gran Canaria ha crecido en un 9% y que el producto interior de la isla ha crecido en más de 1.500 millones de euros, repercutiendo como es lógico en el crecimiento del producto interior per cápita.

Y soy consciente de que estos resultados económicos no benefician de igual manera a toda la ciudadanía grancanaria. Que una parte significativa de nuestra gente tiene dificultades para llegar a fin de mes. Pero también tengo que reconocer que ni en las previsiones más optimistas podíamos anticipar estos datos en los meses de reinicio de la actividad, después de la parada general, a finales de 2020. Cualquiera de nosotros los hubiera firmado si nos hubieran anticipado este horizonte económico.

Y lo que quiero hoy destacar es la resistencia, el empuje, las potencialidades que tiene nuestra sociedad, los beneficios de la colaboración público-privada tal y como se está produciendo y la participación de los trabajadores y la iniciativa empresarial. El Cabildo de Gran Canaria contribuye decisivamente para que estas cifras que acabo de compartir sean una realidad. En las próximas semanas entraré en los detalles que desmenuzan la gestión del modelo de desarrollo social y económico de la Ecoísla que guían la acción de gobierno del Cabildo de Cran Canaria.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

Las sociedades necesitan símbolos que se alcen sobre la rutina diaria y les devuelvan un reflejo de estabilidad y permanencia en las contradicciones de la historia. En el caso de las islas, y en especial de Gran Canaria, existen pocos elementos que puedan hacer sombra en este papel a la emblemática Catedral de Canarias, levantada junto a los primeros cimientos del Real de Las Palmas, de cuyo devenir ha sido al mismo tiempo testigo y protagonista desde hace cinco siglos

Captura 2Los orígenes del templo guardan vínculos de cuna con el nacimiento de una nueva sociedad en este lugar del Atlántico. Desde entonces, los destinos de la Catedral, de la ciudad fundacional y del conjunto de la isla han avanzado de la mano, sin dejarse atrás en ningún momento, creciendo al unísono, unidos como han estado siempre por hilos visibles; y también por otros invisibles, pero igual de importantes a la hora de entrelazar a la población grancanaria con su estandarte arquitectónico.

Las raíces de piedra de la Catedral se hunden en los albores de la primera ciudad de realengo fundada fuera de la metrópoli, de ahí su consideración de adelantada en las fundaciones atlánticas y americanas. Este hecho contribuyó de manera decisiva a consolidar los lazos entre esta tierra y América y al mismo tiempo sentó las bases del espíritu abierto de grancanarios y grancanarias, con una mirada universal siempre fijada en el horizonte.

El magnífico estudio del arquitecto José Luis Jiménez Saavedra nos descubrió el secreto sorprendente de que la fachada de la Catedral está edificada en la intersección del triángulo que formaban los antiguos conventos de San Agustín, Santo Domingo y San Francisco. Y este modelo se replicó después en muchas ciudades americanas.

La catedral ha sido un faro espiritual por su función de cabecera eclesiástica insular en la ruta de ida y vuelta entre Europa y el Nuevo Mundo. Pero, sobre todo, ha sido una referencia firme y constante para los habitantes de Gran Canaria, que se han encomendado entre sus muros a las mismas alturas hacia las que se proyectan las torres de la Catedral.

La ciudad, la isla de Gran Canaria y la Catedral acumulan 500 años de camino compartido por las orillas de la historia, enfrentándose a las subidas y bajadas de las mareas sociales y económicas, convirtiéndose en un ejemplo vivo, y perfectamente aplicable a nuestros días, de la importancia de la conjunción de los distintos estamentos que integran una comunidad para prosperar, pero también para saber sufrir juntos y superar tiempos difíciles.

La simbiosis entre Gran Canaria y la Basílica de Canarias resulta de una evidencia palmaria. La primera Catedral cobró cuerpo gracias al impulso fundacional, tras lo cual su construcción y actual configuración se vieron condicionadas por la realidad de cada época. El templo vio cómo se levantaban a su alrededor edificios civiles que hablaban de una sociedad diversa y en desarrollo. Pero también vio frenada su construcción en más de una ocasión y contempló a la ciudad derribar sus viejas murallas para expandirse, aunque sabedora de que jamás podría quebrarse la comunión entre dos entidades que comparten marca de nacimiento.

Cada uno de estos momentos ha dejado un reflejo en el magno edificio y ha contribuido a convertirlo en la construcción histórica más destacada de la Comunidad Autónoma. Porque esta Catedral es la obra del tiempo, hecho que se refleja en la incorporación en su fachada y en su estructura de elementos góticos, renacentistas o neoclásicos, mostrándonos un compendio artístico, y ofreciendo sobre todo un espacio de encuentro comunitario, pero también de intimidad y de reflexión.

Por todo ello, a este Cabildo de Gran Canaria le sobraban los motivos para conmemorar los 50 años de la declaración, un día como hoy de 1974, de la Catedral de Canarias como Bien de Interés Cultural (BIC), inicialmente en su antigua denominación de Monumento Histórico-Artístico.

Las Jornadas impulsadas estos días por el Área de Presidencia a través del Servicio de Patrimonio Histórico (en colaboración con la Diócesis, el Ayuntamiento, la Orquesta Filarmónica y el Museo Canario) han profundizado en el conocimiento y la difusión de los valores que atesora la Catedral y han supuesto un merecido homenaje a las personas que han hecho posible su creación, desde los arquitectos al más humilde labrador de piedra.

Esta programación especial es en realidad una muestra más dentro del contexto de la colaboración entre el Gobierno de la isla y la Diócesis para la conservación de la Catedral y para darle el valor que se merece. Esto sucede en el contexto general del compromiso del Cabildo con el legado artístico insular, con una sobresaliente representación del patrimonio eclesiástico.

En el caso concreto de la Catedral, el Cabildo ha sido un sólido pilar de su mantenimiento, y su implicación ha cristalizado también en la restauración de los lienzos del Via Crucis o de la talla de Luján Pérez de la Virgen de Los Dolores, una joya artística que nos sobrecoge con su representación de una madre tan identificable en las islas, a la vez sufriente y serena.

Igualmente, esta efeméride nos sirve de acicate para fomentar desde el Cabildo de Gran Canaria las investigaciones arqueológicas y priorizar junto a la Diócesis la creación de un centro de interpretación sobre la gestación de la ciudad en el solar Norte de la Catedral, donde yacen los restos de una antigua calzada, los vestigios del viejo Hospital de San Martín y la cimentación de la Parroquia del Rosario, que nunca llegó a edificarse.

La ciudadanía y las personas que nos visiten contarán con un espacio único para adentrarse en un pasado que explica nuestro presente con esta acción que pasa a ser una pieza prioritaria dentro de las políticas patrimoniales del Cabildo, en un punto y seguido de las tareas de acondicionamiento de la parcela y del desarrollo del proyecto técnico.

Somos eco del tiempo. Nos lo recuerdan estos muros, entre los que resonó el pasado domingo el sonido de los siglos con la interpretación de música sacra a partir de partituras recuperadas de los archivos de esta Catedral gracias a un riguroso trabajo de investigación de la profesora Isabel Saavedra por encargo del Cabildo. En breve, sonará también el viejo órgano estrenado en 1862, tomando el relevo de otros tantos instrumentos desde 1521, y como prueba de una vocación de continuidad.

Con esa misma perseverancia, proclamamos la importancia de la colaboración institucional para la salvaguarda del patrimonio, como hacemos con el conjunto de los bienes culturales de la Iglesia en la isla, así como de las distintas manifestaciones que, etapa tras etapa, nos han convertido en lo que somos, desde los tiempos aborígenes. Sirva como ejemplo, que este año celebraremos también el 75 aniversario del BIC arqueológico de La Guancha de Gáldar, el primero declarado en el archipiélago.

Los rayos del sol, al penetrar por las vidrieras de esta catedral, iluminan las columnas y el suelo del magno templo con la paleta de colores de los vitrales. Es una luz que nos guía y nos inspira; y que emana de esta Catedral que, cinco siglos después, nos conmina a mantenernos en pie, como hace ella, y a disipar las sombras desde la concordia, el respeto y la solidaridad. Gracias y enhorabuena a todas las personas que han hecho posible esta gran travesía histórica que sigue su curso.

En medio del desgarrador conflicto entre Israel y Palestina, la tragedia en Gaza ha alcanzado niveles inaceptables de sufrimiento humano. Es crucial enfrentar esta realidad con valentía y claridad moral, sin desviarnos de la verdad incómoda: lo que está ocurriendo en Gaza es un genocidio perpetrado por Israel contra el pueblo palestino. Y eso es lo que denunciaron ayer miles de personas en las calles de Las Palmas de Gran Canaria. Lo que están denunciando millones de personas en las calles de numerosos países. Lo que están denunciando miles de estudiantes en las universidades del mundo

Captura 2Desde hace décadas, Gaza ha sido un campo de batalla marcado por la violencia y la opresión. La ocupación israelí ha dejado a la población palestina atrapada en un ciclo interminable de sufrimiento, con restricciones draconianas a la libertad de movimiento, acceso limitado a recursos básicos como agua y electricidad y un bloqueo devastador que ha convertido a Gaza en una enorme prisión al aire libre.

En los últimos años, los ataques de Israel contra Gaza han alcanzado niveles inhumanos. Durante los bombardeos masivos, los civiles, incluidos niños y mujeres, son asesinados indiscriminadamente. Las infraestructuras vitales como hospitales, escuelas y viviendas son reducidas a escombros, dejando a la población sin refugio ni atención médica adecuada.

Según el último informe de CEAR, al menos 32.975 personas han muerto bajo los ataques indiscriminados del ejército israelí. Entre ellas, más de 13.000 niños y niñas, y 9.000 mujeres, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). En cuatro meses, han muerto más niños y niñas en Gaza que en todas las guerras del mundo en los últimos cuatro años.

Las terribles cifras van más allá de las muertes. Al menos 75.577 personas han resultado heridas de diferente gravedad y 7.000 siguen desaparecidas bajo los escombros. Cerca del 60% de las viviendas han sido destruidas, el 80% de las infraestructuras comerciales, 230 centros de culto, 155 instalaciones de salud y 161 vinculadas a la UNRWA, incluidas sedes de la ONU, escuelas y centros médicos.

Gaza es una franja arrasada e inhabitable, donde el hambre -utilizada como arma de guerra- ha provocado y sigue provocando muertes de niños y niñas y uno de cada tres menores de dos años sufre desnutrición. La hambruna se está usando como arma de destrucción masiva contra una población agotada y debilitada, sin recursos para sobrevivir, que busca desesperadamente refugios inexistentes. El 75% ha tenido que huir de sus hogares (en muchos casos por segunda vez, pues la gran mayoría ya eran personas refugiadas), y se hacina en el sur, forzada por las órdenes de evacuación israelíes.

Además de todos los daños infligidos sobre la población civil, cerca de 200 personas dedicadas al trabajo humanitario han sido asesinadas durante el genocidio, narrado en primera persona sólo por periodistas palestinos y palestinas, que también están siendo masacrados por tratar de informar sobre lo que sucede. Al menos 103 periodistas han muerto por ataques israelíes.

Es imperativo condenar enérgicamente estos crímenes de lesa humanidad y exigir que se detenga de inmediato esta brutalidad sin sentido. También debemos señalar que al mismo tiempo que es vital denunciar el genocidio perpetrado por Israel también debemos condenar los ataques indiscriminados de Hamás contra civiles israelíes y decir que, hoy por hoy, la organización islamista es un obstáculo para los intentos de paz en la región.

También debemos alertar sobre el proceso de fascistización del Estado israelí. Su desprecio por la legalidad internacional y los derechos humanos es total. Su acción internacional se asemeja preocupantemente a la de Putin, intoxicando con bulos y manipulaciones a la opinión pública internacional y calificando de antisemita a cualquiera que condene sus continuas violaciones de los derechos humanos. La imagen de su embajador ante la ONU triturando la carta de Naciones Unidas en la asamblea es la mejor representación de la degradación de un Estado que precisamente se creó en virtud de una resolución de Naciones Unidas. No nos podemos olvidar que fue la Resolución 181 de la ONU, en 1947-1948, la que dio pie a la creación del Estado de Israel.

La inacción de la comunidad internacional es igualmente preocupante. Mientras los líderes mundiales expresan condenas retóricas, su falta de acción tangible es una traición a los valores humanitarios más básicos. La hipocresía de algunos estados, que condenan el terrorismo en un contexto mientras apoyan la opresión en otro, es un insulto a la dignidad humana.

Lo que es aún más desalentador es la desconexión entre la comunidad internacional y la voluntad popular. En todo el mundo, millones de personas se han levantado en solidaridad con Palestina, exigiendo justicia y libertad para un pueblo oprimido. Sin embargo, esta voz de la justicia y la humanidad sigue siendo ignorada por aquellos con el poder de influir en el cambio.

En este momento crucial, España y la comunidad internacional deben comprometerse activamente con la búsqueda de la paz en Gaza y en toda Palestina. Esto implica acciones concretas, no solo palabras vacías. Es hora de imponer sanciones efectivas contra Israel hasta que ponga fin a su ocupación ilegal y cumpla con el derecho internacional. Es hora de presionar a todas las partes para que vuelvan a la mesa de negociaciones con la determinación de encontrar una solución justa y duradera.

Pero más allá de las acciones diplomáticas, también debemos trabajar para abordar las raíces profundas del conflicto: la injusticia, la desigualdad y la falta de respeto por los derechos humanos. Esto requiere un compromiso sostenido con la construcción de sociedades inclusivas y equitativas, donde toda la ciudadanía, independientemente de su origen étnico o religioso, pueda vivir con dignidad y seguridad. Y ello es imposible sin el reconocimiento del Estado Palestino.

En última instancia, la paz en Gaza y en toda Palestina solo se logrará cuando reconozcamos la humanidad compartida de todos los involucrados y trabajemos juntos con el objetivo de construir un futuro mejor para las generaciones venideras. Ya es hora de que la comunidad internacional pase de la indignación a la acción, demostrando con hechos, no solo con palabras, su compromiso con la justicia y la paz en Palestina.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria

La Presidencia del Cabildo atiende a diario numerosas peticiones de lo más variado. En muchas ocasiones se trata de consultas relacionadas con las diversas competencias que gestiona directamente nuestra institución o para pedirnos que intervengamos en algunas cuestiones que corresponden a otras entidades. También en esta comunicación permanente con la sociedad grancanaria hay ‘modas’ o épocas, aparte de las situaciones en las que un acontecimiento o un grave suceso originan una avalancha de solicitudes, como ha sido el caso de la pandemia producida por el Covid-19. En todo caso, el Cabildo siempre responde y, en caso de que sea necesario, también actúa para atender las necesidades de la población de la isla

Captura 3Abro esta reflexión porque últimamente se multiplican las consultas de jóvenes estudiantes que quieren conocer mejor su Cabildo. Alumnos y alumnas que se dirigen a nuestra Corporación para preguntar por el papel que juega la institución en un momento tan complejo para el mundo, donde la geopolítica y el discurso que predomina en los medios de comunicación es el de la falta de acuerdos y la confrontación. Es una realidad que desmoraliza a la comunidad que observa cómo la actividad política se centra en el bloqueo de las instituciones y no en dar respuesta a las preocupaciones endémicas o sobrevenidas de la ciudadanía.

Los enfrentamientos políticos también se manifiestan en pugnas territoriales. Hay comunidades que protagonizan la agenda política e informativa en el Estado, lo que sitúa a las demás en la periferia, en un patio de butacas marginal, como sufridas observadoras del esperpento nacional. Y, más aún, los medios nacionales cuando se trata de Canarias sólo se interesan por situaciones trágicas como es el balance de muertes en la 'ruta canaria', que nos sitúa en las antípodas de la imagen de destino de ocio y solárium hibernal de Europa.

Esto solo se puede superar gestionando correctamente los recursos disponibles y con un plan o programa que defina el proceso. De ahí que sea trascendente que se conozca el papel de las corporaciones locales e insulares, las que atienden los servicios cotidianos y directos para los vecinos y vecinas de cada pueblo, de cada isla.

Y así se lo trasladé a los alumnos y alumnas de la clase de Segundo C del IES La Isleta, y también a su profesor de Geografía, Óscar Iván, quienes han tenido el detalle de ponerse en contacto conmigo para pedirme que les explique la importancia de los cabildos y en especial del Cabildo de Gran Canaria.

El Cabildo de Gran Canaria es una institución que tiene mucho que ver con el presente y el futuro de toda la población de la isla, y ha sido así desde la creación de la Corporación cuyo origen histórico arranca en 1912, cuando el Congreso de los Diputados permitió la constitución en Canarias de un nuevo órgano de gobierno para atender la singularidad del archipiélago. Porque la realidad de Canarias es distinta a la del resto de España y, además, cada isla tiene su propia realidad en una frontera natural, el Atlántico que a la vez nos separa y nos une.

La historia ha demostrado que fue un acierto la creación de los gobiernos insulares. En el caso del Cabildo de Gran Canaria, este fue constituido en 1913 y es desde entonces una institución indispensable para el avance social y económico de la isla. Hoy en día, ni Gran Canaria ni ninguna otra isla, podrían ser entendidas sin su Cabildo. Y en su haber destacan iniciativas que dotaron a su población de centros sanitarios (San Martín o el Hospital Insular y la Escuela de Enfermería); universitarios o académicos (el Colegio Universitario de Las Palmas o la Universidad Internacional Pérez Galdós y la Casa de Colón), de investigación y formación (la Granja, las fincas de investigación agrícola o el Centro de Investigación de Taliarte), junto a otras muchísimas iniciativas.

Pero también es el artífice de las más importantes transformaciones en el último siglo, empezando por las políticas sociosanitarias, el desarrollo del sector primario y, sobre todo, la recuperación, conservación y mejora de la masa forestal, con la política de consorcios de repoblación o la construcción de las grandes presas de la isla. Unas actuaciones que se han mantenido en el tiempo durante 75 años y que permiten ver ahora unas cumbres que retienen las nubes para que el agua vuelva a los cauces de los barrancos, a la vez que recupera la tierra y frena los procesos erosivos.

Saúl, el alumno del IES La Isleta que me escribió, me preguntaba por la importancia constitucional del Cabildo… Le dije que era una pregunta muy pertinente. Si leen ustedes el artículo 141 de la Constitución Española, verán que consagra a los cabildos como garantía para dar respuesta a la insularidad. Porque ustedes saben que vivir en Gran Canaria es un privilegio, pero ese privilegio tiene el coste de la lejanía y de la fragmentación territorial.

Este era el sentido de una de las respuestas al estudiante de La Isleta, que quería saber también por qué debemos mantener los cabildos. Una respuesta que podría ser muy extensa, pero que resumí en el hecho de que el Cabildo defiende los derechos de todos los grancanarios y grancanarias y gestiona asuntos tan importantes como la ordenación del territorio, el agua, el sector primario, el cuidado del medioambiente, la igualdad, la cultura o la atención social, entre otras muchas tareas que se traducen en bienestar.

Y ahí entraríamos en la discusión sobre el significado de ‘gestionar’. Y tengo que responder con orgullo que el Cabildo ha optado por la acepción más transformadora y comprometida de la palabra, al ser conscientes de que no basta con administrar o hacer funcionar una entidad, sino sacar adelante un proyecto de isla, con lo que ello supone de cambio de modelo para dar respuesta a las demandas de la sociedad, garantizar las necesidades de futuro y responder a las amenazas que se nos presentan.

De ahí que esta juventud que apenas ha oído hablar del Cabildo en su formación pero que observa día a día la presencia del Cabildo, sus instalaciones, sus servicios y su compromiso en la defensa de la isla, se interese por conocer nuestra opinión, nuestra visión y nuestra misión para construir una isla sostenible, justa y segura para el futuro. Una ecoísla que avanza -paso a paso- con el cambio de modelo integral que garantice la soberanía alimentaria y energética, así como la seguridad hídrica. Un territorio que cumpla y sea vanguardia -mediante la implicación a través de procesos participativos- de las acciones para frenar la crisis climática, desde lo local con la mente puesta en lo global.

Por todo ello, el Cabildo de Gran Canaria sigue siendo tan necesario como hace 111 años. Porque es la lógica de la gestión territorial la que impone la necesidad de actuar conjuntamente, la sociedad insular, sus ayuntamientos, sus mancomunidades, la sociedad civil… Y para ello es también fundamental la formación, el modelo educativo que debe partir del conocimiento, sin olvidar el medio, el entorno, las instituciones en las que se deposita no sólo la calidad de vida de la comunidad en este momento, sino el pensamiento en el futuro, ese tiempo venidero en el que, probablemente, algún estudiante del IES La Isleta o cualquiera de los CEIP y centros formativos, ocupe un asiento en el Salón de Plenos del Cabildo de Gran Canaria.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

Celebrar la creación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria es una oportunidad para compartir alegrías, generar confianzas y recordar compromisos de futuro. Los pueblos que recuerdan sus avances renuevan su energía colectiva y amplían sus horizontes. Es lo que hacemos al cumplirse el aniversario de aquella acertada y justa decisión

Treinta y cinco años después del nacimiento de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la nuestra, podemos sentirnos orgullosas y orgullosos al comprobar que este proyecto, que emergió de la firme voluntad de toda una isla, ha cumplido con su cometido de contribuir de manera decisiva al proceso de transformación social a través de la aportación de conocimiento e innovación.

Miles de estudiantes que nunca hubieran alcanzado la educación superior han podido graduarse en ella. La vida económica, social y cultural de la isla y del archipiélago ha ganado talento y creatividad. Los valores universitarios de libertad y racionalidad han mejorado nuestra convivencia.

La ULPGC forma parte de la identidad de Gran Canaria - yo diría que de toda Canarias- y lleva impresa el ADN de una sociedad que ha demostrado que es capaz de organizarse y alzar una voz clara y única cuando resulta necesario defender sus legítimas aspiraciones.

La movilización por la consecución de esta universidad encerró muchos anhelos y obligó a cambiar alianzas y hasta gobiernos. Los abuelos que no habían tenido educación clamaban por los derechos de sus nietos y nietas. Fue una acción llena de responsabilidad, compromiso y afán de liberación de tantas injusticias y abandonos sufridos.

El movimiento cívico que propició su origen desató un viento ciudadano que involucró a todos los sectores de la isla, hasta tumbar un muro de obstáculos, negaciones y resistencias. Reconforta que en la historia quedara registrado que la mayor manifestación ciudadana que se ha producido en la isla estuviera motivada por una reivindicación educativa. Y al mismo tiempo cuesta entender que los gobernantes mantuvieran durante siglos a la población de nuestra isla en situación de indigencia educativa. Tampoco se entiende que no hubiéramos reaccionado antes.

Captura 2En el acto institucional celebrado en el Paraninfo de la Universidad el pasado viernes, fueron justamente distinguidas personas que supieron canalizar la enorme energía social de aquella reivindicación. Otras no pudieron estar porque nos han dejado, es el caso de Lorenzo Olarte Cullen que, como presidente del Gobierno de Canarias, impulsó la ley que creó de hecho la Universidad. En la vida política hay momentos en los que no cabe mirar hacia otro lado. Y en aquel momento hubo personas e instituciones, entre las que estuvo el Cabildo de Gran Canaria, que nos supieron representar.

Cuatro décadas después, aquella histórica corriente ciudadana nos sirve de ejemplo de la capacidad de Gran Canaria para conseguir sus objetivos, aunque también es un recordatorio de que como isleños y como grancanarios nos cuesta demasiado tiempo y esfuerzo materializar y consolidar derechos imprescindibles. Aquel éxito debe darnos confianza para ganar los nuevos retos sociales, medioambientales, culturales y económicos que tenemos la obligación de alcanzar..

Nuestra historia educativa desde el siglo XIX es la crónica de la exclusión y el abandono neocolonial. No tuvimos el primer instituto de secundaria hasta la segunda década del siglo XX. Probablemente fuimos de las últimas capitales de provincia en tenerlo. Al comienzo de la transición democrática el porcentaje de población analfabeta rozaba el 30% y hasta principios de los años 80 del siglo pasado la mitad de niñas y niños de las zonas urbanas de Las Palmas de Gran Canaria y Telde tenían que compartir su plaza escolar con otros alumnos en horario de tarde. Mucho de este abandono todavía condiciona nuestro presente educativo.

Con esos antecedentes se comprende mejor que la creación de la ULPGC supusiera un acontecimiento especialmente significativo en la historia de Gran Canaria y de Canarias, para contrapesar los condicionantes históricos, nuestra situación geográfica y la fragmentación territorial.

La propia creación de los cabildos, la división provincial o la defensa de nuestros fueros son manifestaciones del empuje insular para contar con una estructura administrativa a la altura de sus necesidades y de una realidad legalmente reconocida.

Universidad y Cabildo son de algún modo entidades hermanadas, pues compartieron la misma cuna, mecida por la mano del mandato popular. Igualmente, la extensión de la educación fue desde sus inicios, hace 111 años, uno de los elementos fundamentales de la acción del Gobierno de la isla.

Siguiendo el precepto marcado por Benito Pérez Galdós cuando afirmó que “la mayor miseria es la ignorancia”, esta institución hizo posible la apertura del primer instituto de la isla en 1916, inicio de una larga serie de actuaciones en el ámbito educativo a lo largo de décadas que incluyó la creación del Colegio Universitario de Las Palmas.

En esta celebración gozosa quiero renovar solemnemente compromisos y demandas. La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria cuenta y contará con el impulso institucional, económico y social del Cabildo de Gran Canaria para ganar los retos de la nueva sociedad del conocimiento que estamos alumbrando. Sabemos que el nuevo tiempo debe ser sostenible y equilibrado socialmente y debemos construirlo con el rigor académico universitario.

Por eso solicito a la comunidad universitaria, profesorado, alumnado y personal, que intensifique su proyección social y nos ayude a garantizar una isla con derechos e igualdad social y con un desarrollo económico autocentrado que aproveche el talento de nuestra gente joven.

En coherencia con esta visión de la Universidad, el Cabildo de Gran Canaria ha afianzado una estrecha relación estratégica con el incremento de programas, convenios y líneas de apoyo para contar con la insustituible mirada de expertos y expertas del mundo universitario en asuntos primordiales para nuestro presente y futuro. Por cierto, nuestros remanentes de este año contemplarán una partida económica de cuatro millones de euros para hacer frente a sus necesidades de infraestructura y equipamientos.

El abanico de iniciativas en las que vamos de la mano para impulsar y orientar sectores decisivos en el desarrollo de nuestra isla abarca desde la adaptación al cambio climático, la descarbonización y la soberanía energética, la gestión del agua y el territorio, las economías azul y circular, los proyectos de I+D+i, la soberanía alimentaria, la generación de empleo y la modernización turística hasta la memoria histórica o la solidaridad internacional.

Estamos recorriendo juntas un camino de progreso. Caminos que me conducen,/sombreados de esperanza,/a roques que no se nublan/, como nos canta Pedro García Cabrera.

Nos toca la apasionante tarea de construir el futuro. Pero en esta segunda década del siglo XXI tenemos recursos de los que hasta ahora no disponíamos. La potencialidad de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria es uno de ellos. La suma de esfuerzos con instituciones como el Cabildo de Gran Canaria, comprometido con la transformación de la isla, es importante. Y lo es, desde luego, la capacidad y el dinamismo de una sociedad como la grancanaria que confirma cada día los valores que la han llevado a los niveles de progreso que hoy tenemos.

Sabemos de dónde venimos y a dónde queremos ir. Deseo que en esta andadura participemos tantas y tantos como los que entonces estuvimos en la calle hace 35 años para hacer posible la ULPGC que hoy celebramos. Enhorabuena y muchas felicidades.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.

Es sobradamente conocido que una de las prioridades del programa del gobierno progresista del Cabildo de Gran Canaria es la soberanía alimentaria. Este es un concepto establecido en 1996 en la cumbre de la Organización Mundial de la Alimentación (FAO) que se define como el derecho de los pueblos a implementar sus propias políticas y estrategias sostenibles de producción, distribución y consumo de alimentos con base en la pequeña y mediana producción

Esto es fundamental en un territorio archipielágico como Canarias, tanto para frenar la dependencia del exterior, como para reducir las tremendas emisiones que suponen la importación de alimentos e insumos. También por las externalidades positivas que tiene el sector primario en la fijación de población en el entorno rural, en la creación de empleo, en la prevención de incendios, en el cuidado del paisaje, en la preservación de tradiciones o en proporcionar alimentos de calidad.

Una parte importante de las políticas de soberanía alimentaria pasan por el apoyo directo al sector, mejorar su competitividad y aumentar las rentas del mundo rural. Esto lo hace el Gobierno de la isla a través de subvenciones, ayudas, formación, capacitación o acompañamiento para afrontar la transición energética e integrar las energías renovables en las explotaciones, lo que redunda además en una disminución no solo de las emisiones, sino de los costes del aumento y volatilidad de los precios de la energía.

Pero además de todo esto, hay una línea de trabajo que se ha demostrado imprescindible para conseguir aumentar la producción y el consumo de nuestros productos locales: su promoción, que tanto la población local como los millones de visitantes que recibimos cada año conozcan nuestros productos y valoren su extraordinaria calidad.

Con ese objetivo se puso en marcha el programa “Gran Canaria Me Gusta”, para la mejora del posicionamiento del sector agroalimentario de la isla, que no solo se reduce al sector primario, sino al agroindustrial y por supuesto a la gastronomía, que sin duda está en el mejor momento de su historia, con una consolidada presencia de nuestros establecimientos y chefs en todas las guías de prestigio.

En este sentido, Gran Canaria va a ser la sede, en apenas unas semanas, de una serie de eventos nacionales e internacionales de referencia para el sector agroalimentario. El pasado lunes se inauguró el III Foro Internacional del Queso, un encuentro bienal que convierte a la isla por dos días en la capital mundial del queso artesanal. Se trata de una ocasión para dar a conocer el trabajo realizado durante décadas por ganaderos y ganaderas y maestros y maestras queseras que, con su esfuerzo, dedicación y pasión, han logrado potenciar el sector primario, mejorar la economía de las zonas rurales y proteger el entorno natural, así como hacer de Gran Canaria un gran destino turístico en el ámbito gastronómico. Este destino se ha ido potenciando en los últimos años y ha hecho que hoy ocupemos un lugar de liderazgo en el conjunto del territorio español.

Captura 2Y es que Gran Canaria es uno de los territorios insulares del mundo que produce una mayor cantidad de quesos distintos, un activo tan potente y diferenciador en un mundo en el que los destinos turísticos están cada vez más estandarizados y compitiendo cada vez más entre ellos. Y es muy importante, por lo tanto, que nos singularice, que busquemos aquello que nos identifique, aquello que nos distingue y yo creo que el queso es uno de esos elementos diferenciadores, extraordinarios, que tenemos que potenciar y diferenciar.

A finales de mes tendrá lugar la primera edición de TERRAE Gran Canaria, un encuentro internacional de gastronomía rural que reunirá en la isla a 20 periodistas especializados y casi 40 chefs locales, nacionales e internacionales. Está organizada por la misma empresa encargada de Madrid Fusión y San Sebastián Gastronómico, los dos congresos gastronómicos más influyentes del mundo.

Más de 40 cocineros rurales de diferentes países, la mayoría con estrellas Michelin, se reunirán en Gáldar, Arucas, Agaete y Guía para compartir inquietudes, proyectos y experiencias. Asimismo chefs de la península y de la isla cocinarán diferentes elaboraciones para abrir el Congreso en una jornada popular el 28 de abril en la Plaza de Santiago de Gáldar, una manera de trascender el ámbito estrictamente profesional e involucrar a la población en general en la importancia de la gastronomía como motor de desarrollo e incluso de transformación de los entorno rurales.

TERRAE es un paso importante en el objetivo de posicionar a Gran Canaria como un territorio netamente gastronómico, así como un avance para el programa Gran Canaria Me Gusta que ya cuenta con una inversión superior a los 2 millones de euros. Este programa es uno de los mayores ejemplos de éxito, ya que habiendo partido de cero, hoy Gran Canaria tiene 23 restaurantes con reconocimientos en las dos guías gastronómicas y 6 estrellas Michelin.

El objetivo es que Gran Canaria se convierta poco a poco en el epicentro del movimiento global que defiende el territorio, la identidad y la sostenibilidad, a la vez que aumenta la conciencia profesional y apertura de miras de los cocineros y cocineras de Gran Canaria a través del conocimiento de experiencias en otras partes del mundo.

Y por supuesto del 19 al 21 de abril tendrá lugar el evento estrella de este programa, la Feria Gran Canaria Me Gusta, que cumplirá 11 ediciones en su mejor momento. La edición del año pasado cerró con el récord de 10.000 visitantes y casi 60 expositores, todos ellos ofreciendo productos de nuestra isla. Este año participarán 81 empresas y 19 municipios de Gran Canaria.

Como vemos, la promoción de nuestros productos locales es una estrategia exitosa para fomentar el desarrollo sostenible de los entornos rurales y de la isla en su conjunto, con múltiples beneficios económicos, medioambientales y sociales. Además su ámbito trasciende al sector primario y se extiende a la agroindustria y la gastronomía, generando un ecosistema con gran capacidad de generación de empleo, de innovación y de bienestar.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria

Gran Canaria no puede ser comprendida sin la extraordinaria dimensión de su legado aborigen. Tampoco sin los rasgos distintivos de su naturaleza y de sus manifestaciones culturales que traen hasta nuestra época el eco de tradiciones centenarias e incluso milenarias

El mundo, a través de la UNESCO, ha sabido reconocer el carácter singular de nuestra Historia y nuestro territorio con la declaración en 2005 de la Reserva de la Biosfera y, en 2019, con la designación como Patrimonio Mundial del Paisaje Cultural de Risco Caído y Las Montañas Sagradas de Gran Canaria. Ambas figuras coinciden en buena medida sobre el mapa de la isla. Pero, sobre todo, lo hacen a la hora de ser una profunda expresión de nuestra identidad.

Generación tras generación, los hombres y mujeres de esta tierra han sabido adaptarse a este hábitat tan particular y limitado. Este hecho entraña una lección de cara a nuestro desarrollo sostenible y convierten al pasado, y a las tradiciones ancestrales que se mantienen vivas en campos y costas, en claves para nuestro futuro.

Todo este caudal de patrimonio y sabiduría necesita, no obstante, de medios para ser canalizados a través de una gestión moderna y eficaz. Este es precisamente el papel que desempeña el Instituto Insular para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria.

El espíritu y el equipo humano que sustentan la actividad del Instituto han encontrado un hogar apropiado -compartido con el Centro de Gestión de Tejeda- en el edificio que inauguramos el pasado jueves, que se integra en el conjunto histórico del Barrio de Triana, declarado Bien de Interés Cultural.

Construido en 1914 y adquirido un siglo después por el Cabildo, el fiel rescate de su estructura original supone en sí mismo una operación ejemplar de salvaguarda del patrimonio arquitectónico, con un especial acento en la accesibilidad y la eficiencia energética. Los más de 900 metros cuadrados de superficie están desde ahora adaptados a las necesidades del personal técnico y administrativo adscrito al Instituto y a su potencial relación con la ciudadanía, instituciones, colaboradores y proveedores.

La apuesta por la recuperación del inmueble habla de un edificio vivo y de lo que esto representa en la implicación de la sociedad, en la proyección social del Instituto y en el desarrollo de sus objetivos.

A partir de este momento, entre sus muros se gestarán y se seguirán desarrollando iniciativas destinadas a la conservación, protección, estudio, gobernanza, gestión participativa, revalorización cultural, desarrollo sostenible, promoción y difusión para la salvaguarda y proyección social de los bienes que atesora el territorio insular que ha recibido sendas declaraciones internacionales y que abarca prácticamente la mitad de la superficie de la isla.

Captura 2Esta infraestructura se suma a la labor de difusión, de implantación en el territorio y de dinamización socioeconómica que se lleva a cabo en los centros de interpretación de Artenara y del Bentayga; además de en el Centro de Gestión e Información de Tejeda, sometido actualmente a una intervención de mejora; y en el de Caserones en La Aldea. Y dentro de poco Degollada de Becerra. Esta red nos permite honrar nuestro pasado y preservar los múltiples rostros de nuestra biodiversidad y etnografía.

Han sido dos pilares innegociables de la acción de gobierno del Cabildo y sobre ellos hemos levantado ambiciosos programas de actuación. Uno de ellos es el Plan Integral de Gestión del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, que programa la inversión de casi 34 millones y más de 150 acciones que canalizan iniciativas transversales para garantizar su conservación y divulgación.

Contribuye además al desarrollo socioeconómico de las 18.000 hectáreas de este territorio con una visión panorámica basada en la coordinación de instituciones y otras entidades del ámbito, la sostenibilidad y la participación pública. A esto se suma el Plan de Gestión de la Reserva de la Biosfera, que programa acciones por valor de otros 12 millones, los mismos que contempla el Plan de Sostenibilidad Turística.

Este gran tronco central se ramifica en múltiples medidas que no solo tienden un manto protector sobre nuestro patrimonio arqueológico o natural, sino que lo difunden entre nuestra población y contribuyen a la mejora de las comunidades rurales bajo criterios sostenibles.

El Instituto está arrojando luz sobre nuestro pasado con el convenio para el estudio del origen y evolución del poblamiento humano del Paisaje Cultural, la investigación del patrimonio amazig o con intervenciones arqueológicas como la adjudicada en Tirma y Alta Vista, entre otras.

En este punto, quiero destacar que se ultima el contenido del portal web para que toda la ciudadanía pueda contar con información actualizada de lo que se investigue y descubra, esfuerzo tecnológico al que se añadirá una aplicación móvil. Se están sembrando también semillas de conocimiento por medio de las Ecoescuelas de la Biosfera, los espectáculos familiares y con las rutas y actividades culturales del programa Vive Unesco Gran Canaria.

Asimismo, el Instituto fomenta el tejido social y colaborativo con encuentros participativos e impulsa diversas actividades vinculadas a los valores de ambas declaraciones con la línea de ayudas a los ayuntamientos y entidades sin ánimo de lucro.

El acondicionamiento de los senderos de gran recorrido y de otras rutas de alto valor natural y cultural, la adecuación en curso del yacimiento y el entorno de Risco Caído o los tres millones de euros que se destinan a las obras de rehabilitación y mejora paisajística son muestras de la férrea estrategia de conservación de este cofre. Hemos tenido la suerte de heredar un tesoro de tiempo.

También el legado de quienes habitaron el corazón mismo de las Montañas Sagradas, en diálogo constante con la tierra que pisaban y con los astros. Además, somos depositarios de una naturaleza sorprendente, que muda de apariencia a la vuelta de cada barranco, y, por supuesto, de los saberes de hombres y mujeres que han escrito sus biografías sobre el territorio con la misma precisión que los grabados que contemplamos en cuevas y santuarios.

Hoy en día, incluso desde el mismo centro de la capital de la isla, son sus huellas las que nos indican el camino.

Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria.