¿Qué hay detrás del doble rasero de la ONU hacia la suspensión de la ayuda en Etiopía y Myanmar?

ANDRÉS KORYBKO Junio 15, 2023

Si la ONU realmente tuviera intenciones inocentes, entonces no podría en buena conciencia castigar a 20 millones de etíopes cortando su ayuda alimentaria y luego quejarse de que Myanmar suspendió sus operaciones de ayuda a un millón de personas en ese país

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU suspendió la ayuda a Etiopía después de que USAID hiciera lo mismo en respuesta al presunto robo de estos recursos, que un portavoz del gobierno calificó como una decisión "política" que "castiga a millones de personas" ya que alrededor de 20 millones de ellas dependen sobre este soporte. Sin embargo, varios días después, la ONU expresó su profunda preocupación de que más de un millón podría sufrir ahora que Myanmar suspendió las operaciones de ayuda de ese organismo mundial en el país.

Estos dobles raseros hacia la suspensión de la ayuda en Etiopía y Myanmar muestran que a la ONU no le importa ayudar a la gente común. Si realmente tuviera intenciones inocentes, entonces no podría en buena conciencia castigar a 20 millones de personas en el primero y luego quejarse de que el segundo suspendió la ayuda a una fracción de esa cantidad, que es el derecho de ese país pero aún podría afectar a un millón de personas. Este contraste demuestra que el envío de ayuda siempre ha estado politizado.

En el caso etíope, Occidente quiere desestabilizar el país durante su ultrasensible posguerra como castigo por derrotar a sus aliados en el último conflicto. Esta colección de países cree que privar a 20 millones de personas de ayuda alimentaria con pretextos falsos podría empujar a algunos de ellos a volver a la insurgencia por desesperación. También parecen interesados ​​en entrometerse de forma preventiva en el plan aparentemente inevitable del gobierno para resolver finalmente su miríada de disputas interregionales.

En cuanto a Myanmar, las autoridades han sospechado tradicionalmente que las organizaciones de ayuda internacional funcionan como frentes de inteligencia extranjera para armar clandestinamente a las fuerzas antigubernamentales, lo que podría explicar por qué decidieron suspender sus operaciones. La supuesta preocupación de la ONU por el destino de su millón de beneficiarios de ayuda en ese país es sorprendente si se tiene en cuenta su falta de preocupación por el destino de 20 millones de etíopes, lo que genera especulaciones de que efectivamente tiene motivos ocultos en Myanmar.

Dejando de lado las conjeturas, no se puede negar los enfoques opuestos polares de ese organismo global para la suspensión de la ayuda en ambos países. Todavía tiene que dar cuenta de la hipocresía de cortar voluntariamente la asistencia a 20 millones de personas en Etiopía y luego quejarse de que Myanmar les impide brindar ayuda a un millón de personas en ese país. Por lo tanto, los periodistas independientes deberían solicitar que la ONU aborde finalmente este doble rasero, incluso si su respuesta no es convincente.

Mientras tanto, todos los países en desarrollo que dependen de la asistencia alimentaria extranjera deben continuar desarrollando sus industrias agrícolas. Etiopía había logrado avances impresionantes en esta dirección antes de la guerra de dos años, revirtiendo gran parte de su progreso anterior, que es la forma en que terminó en una posición en la que la ONU puede armar la ayuda por razones políticas. Si se le solicita, los socios cercanos de Etiopía entre el núcleo de BRICS Rusia-India-China (RIC) podrían ayudarlo a reparar el daño a esta industria.

La segunda Cumbre Rusia-África se llevará a cabo en San Petersburgo a fines del próximo mes, lo que podría presentar una oportunidad para que Etiopía haga tal solicitud formalmente si su liderazgo decide que es necesario. Rusia es una superpotencia agrícola, pero sus exportaciones asociadas se han visto obstaculizadas por el régimen de sanciones unilaterales de Occidente, que creó dificultades para la financiación y el seguro. Sin embargo, el Kremlin ha estado haciendo todo lo posible para resolver estos desafíos durante los últimos quince meses y medio.

La Asociación Estratégica Ruso-Etiopía es uno de los pilares de la reactivación del Kremlin compromiso con el continente, por lo que se deduce que Moscú priorizaría la solicitud de asistencia alimentaria a gran escala de Addis si se recibe. Además, su socio eritreo mutuo podría facilitar el desembolso de dicha ayuda al permitir que los barcos rusos atraquen en sus puertos y luego transportar en camiones sus productos a través de la frontera a las regiones devastadas por el conflicto de la vecina Etiopía.

La política oficial de Occidente es aislar a Eritrea y Rusia, pero podría resultar que su decisión de suspender la ayuda alimentaria a Etiopía termine uniendo a los tres de una manera que literalmente podría salvar millones de vidas. Ese resultado mostraría al mundo que ninguno de ellos son los llamados "estados canallas" que los principales medios de comunicación los difaman. Por el contrario, el único actor canalla en esta ecuación es Occidente, que acaba de castigar a 20 millones de etíopes por motivos políticos.

Por Andrew Korybko

Analista político estadounidense

Publicado en Internacional, Sociedad