El presidente del Cabildo de La Gomera se suma a la exigencia de la retirada inmediata del proyecto de cerco industrial de pesca y jaulas de engorde de atún promovido por el Gobierno central

Curbelo: “No aceptaremos decisiones que comprometan nuestro modelo pesquero y nuestro ecosistema sin diálogo ni garantías”

El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, expresó, este sábado, su preocupación y rechazo ante la aprobación del proyecto piloto que permitiría la pesca con cerco industrial y el engorde en jaulas de atún rojo y rabil en aguas del archipiélago canario. La iniciativa, impulsada por el Gobierno de España en el marco de la negociación de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), abre la puerta a testar modalidades de pesca intensiva en la zona FAO 34.1 —que incluye las aguas canarias— sin que, hasta la fecha, se haya contado con la participación de las instituciones y del sector pesquero del archipiélago.

“No aceptaremos decisiones que comprometan nuestro modelo pesquero y nuestro ecosistema sin diálogo ni garantías”, insistió Curbelo, a la vez que manifestó su malestar por el procedimiento seguido, y alertó de las posibles consecuencias socioeconómicas y ambientales que podría acarrear este plan piloto.

“La pesca artesanal es un pilar histórico, económico y cultural de nuestras islas. Cualquier decisión que afecte a nuestra forma de vida y a la salud de nuestro mar debe nacer del consenso, del rigor científico y del máximo respeto institucional. No podemos aceptar que se avance en experimentos de pesca industrial sin contar con Canarias, sin evaluar claramente los riesgos y sin escuchar a quienes viven del mar”, afirmó.

Curbelo subrayó que la introducción del cerco industrial y de sistemas de engorde de túnidos supone una alteración sustancial del modelo pesquero canario, que se ha caracterizado por su selectividad, sostenibilidad y baja incidencia en el ecosistema.

“Nuestro caladero es frágil y único. El cerco industrial puede generar impactos irreversibles en la biodiversidad y en las migraciones de especies tan sensibles como el atún. La prioridad debe ser siempre proteger nuestros recursos y garantizar el futuro del sector local, no ponerlo en riesgo”, añadió.

Ausencia de consulta previa y necesidad de claridad normativa

El presidente recordó que tanto el Gobierno de Canarias, como los cabildos insulares y las cofradías de pescadores han denunciado la falta de participación en la elaboración y presentación de la propuesta ante ICCAT. “Desde el Cabildo de La Gomera consideramos imprescindible que cualquier acción que afecte al caladero canario respete la normativa vigente, la distribución competencial y los mecanismos de diálogo establecidos con las regiones ultraperiféricas”, apuntó.

Defensa del modelo tradicional

Curbelo insistió en la importancia de defender el tejido pesquero artesanal, “cuya continuidad podría verse seriamente afectada por la entrada de actividades industriales de gran escala”. Asimismo, el presidente insular hizo un llamamiento a las administraciones estatal y europea para abrir un proceso urgente de diálogo, así como para ofrecer información detallada sobre los objetivos reales, el alcance y los mecanismos de control del proyecto piloto.

“La sostenibilidad es irrenunciable. La defensa de nuestros pescadores, también. Solo con coordinación institucional podremos garantizar que cualquier medida adoptada responda al interés general y no ponga en riesgo nuestro patrimonio natural ni nuestra economía local”, concluyó.