LA TIERRA Podcast es el programa, de periodicidad mensual, de UPA y la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) que recoge las demandas, propuestas e ideas de integrantes y representantes de ambas organizaciones, así como de entidades e instituciones de su ámbito de actuación en formato podcast

El formato toma el nombre de la cabecera oficial de ambas organizaciones, La Tierra de la Agricultura y la Ganadería, que precisamente acaba de celebrar su 40 aniversario. El podcast tiene un carácter monográfico, dedicando cada episodio a un tema concreto.

El podcast de LA TIERRA cuenta con voces expertas de afiliados y afiliadas, así como de representantes de UPA y FADEMUR. También recoge los testimonios de personas de entidades destacadas en cada tema que se aborde. En sucesivas ediciones se abordarán cuestiones como la vivienda en el medio rural, la digitalización del campo, los avances en bienestar animal o el emprendimiento en las zonas rurales.

LA TIERRA Podcast se enmarca en el trabajo de UPA y FADEMUR, como organizaciones representativas del medio rural, para fomentar el progreso sostenible y dar solución a los problemas de los pueblos y sus habitantes mediante la difusión de los mismos. Por eso el podcast tendrá un doble público objetivo: por un lado, hacia el gran colectivo de la agricultura y la ganadería, y por otro, hacia la sociedad urbana en general, cada vez más concienciada de que lo que ocurre en los pueblos nos afecta a todos y todas.

LA TIERRA Podcast está disponible en las principales plataformas de emisión:

Spotify: https://open.spotify.com/show/0YTm4d0BZky3Sv9vPPJx6A
iVoox: https://www.ivoox.com/podcast-tierra-podcast_sq_f12357590_1.html
Apple Podcast: https://podcasts.apple.com/us/podcast/la-tierra-podcast/id1725480488
Youtube Podcast: https://www.youtube.com/watch?v=lQ4pcRQd6D0&list=PL1hhRCqxCzZgPFGpb56zZZ0QsGc3t-a8R

Ante las próximas elecciones europeas (9 de junio), se solicita a los partidos políticos que incluyan en sus programas medidas para mantener y mejorar la calidad de vida y apoyar la transición sostenible en el medio rural

El Foro de Acción Rural (FAR), constituido por diversas organizaciones que trabajan por y para el medio rural (redes de desarrollo rural, organizaciones agrarias, de selvicultores, conservacionistas, de la producción ecológica y la agroecología, mujeres rurales, sindicatos y municipios), trasladan a los partidos políticos una serie de propuestas a incluir en sus programas electorales, de cara a los próximos comicios.

En un año en que empezarán a ejecutarse los nuevos programas de desarrollo rural europeos, y con iniciativas legislativas que pueden tener una gran incidencia en las poblaciones rurales, el FAR considera que no puede olvidarse al medio rural en los programas de medidas de los partidos y de los equipos de gobierno que finalmente salgan de las próximas elecciones al Parlamento Europeo.

Desde el enfoque de la sostenibilidad global, el FAR reclama que se supere la identificación exclusiva del medio rural con solo cierto tipo de agricultura, y se reconozca su importancia para la sociedad en su conjunto. Es necesario fomentar la visibilidad y valorización del medio rural para que se conozca la nueva realidad de estos territorios, despojándolos de tópicos y viejos estereotipos y contribuyendo a dignificar la vida y la imagen de los hombres y mujeres que viven en ellos, a conseguir la igualdad de oportunidades de las mujeres y los jóvenes, y a empoderar a la población local para que puedan ser partícipes y promotores del desarrollo socioeconómico sostenible en sus pueblos.

Por todo ello, se solicita a los partidos que incorporen en sus programas electorales propuestas que materialicen esta importancia y reconozcan a los territorios rurales un papel similar al de las zonas urbanas, afrontando sus necesidades y facilitando que puedan también contribuir al desarrollo socioeconómico, la sostenibilidad ambiental y la innovación, de manera que se avance hacia el equilibrio territorial en España y sus regiones

En su propuesta, las organizaciones constituyentes del FAR consensúan 10 grupos de medidas dirigidas a atender las principales necesidades y aprovechar las grandes oportunidades del medio rural, sintetizadas en los siguientes puntos:

Mejorar el entorno rural, en cuanto a infraestructuras y servicios que faciliten la residencia en estos territorios en igualdad de condiciones con el medio urbano, y la generación de empleo estable y de calidad en actividades económicas sostenibles.

Prestar una especial atención a la mujer y a los jóvenes, reforzando el papel de la mujer en el sector primario y apoyando de manera efectiva la incorporación de los jóvenes el sector agrícola, ganadero y forestal, de manera que se incida en la eliminación del triángulo envejecimiento-masculinización-despoblamiento.

Promover y apoyar la transición justa y sostenible, basándose en el modelo de agricultura familiar ligada al territorio, la producción de alimentos ecológicos, locales y de temporada, la gestión forestal sostenible y la valorización de los productos forestales, agrícolas y ganaderos con precios justos, y promoviendo un rendimiento económico justo en la cadena agroalimentaria.

Fomentar la lucha contra el cambio climático en el medio rural mediante planes de acción y medidas de mitigación, y asegurar la correcta gestión de la Red Natura 2000 y de los espacios protegidos, garantizando la compatibilidad de los aprovechamientos, la conservación de la biodiversidad y la preservación de los recursos naturales.

Establecer una política de estado para el medio rural con todos los actores interesados, que incluya la creación de una Mesa Estatal del Medio Rural, actualizar la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, la protección del patrimonio rural inmaterial y garantizar una participación real y efectiva de la sociedad civil.

Las organizaciones del FAR firmantes:

CCOO (Comisiones Obreras)
COSE (Confederación de Organizaciones de Selvicultores)
FADEMUR (Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales)
FGN (Fundación Global Nature)
Red Terrae (Red de Municipios Agroecológicos)
REDER (Red Estatal de Desarrollo Rural)
REDR (Red Española de Desarrollo Rural)
SEAE (Sociedad Española de Agricultura Ecológica y Agroecología)
SEO/BirdLife (Sociedad Española de Ornitología)
UGT (Unión General de Trabajadoras y Trabajadores)
UNAC (Unión Nacional de Asociaciones de Caza)
UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos)
WWF-España

Las principales medidas que reclama la organización agraria UPA se centran en reforzar la PAC, incrementar las ayudas a los jóvenes productores e impulsar cambios en la política comercial. También reclaman poner al sector primario en el centro de las políticas europeas y reforzar la lucha contra el cambio climático

El próximo 9 de junio, 358 millones de personas están llamadas a las urnas en los veintisiete países de la Unión Europea. De ellos, apenas 12 millones son agricultores y ganaderos, de los cuales alrededor de un millón viven y trabajan en España. Esta cita electoral tiene una gran importancia para toda la sociedad y, muy especialmente, para el sector primario. Consciente de ello, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha publicado un documento que recoge sus propuestas de cara a la próxima legislatura europea. El documento se ha remitido a las fuerzas políticas que concurren a las elecciones del 9-J.

“El campo se la juega en esta cita electoral”, han señalado desde UPA. No en vano, la mayoría de las normativas y decisiones políticas que marcan el devenir del trabajo en el campo se toman a nivel europeo. “Debemos lograr que nuestra voz y nuestro trabajo se escuchen y se tengan en cuenta”, aseguran desde la organización, que ha elaborado un documento que detalla las que, a su juicio, deben ser las políticas europeas de los próximos cinco años.

UPA cree que es necesario poner la agricultura y la alimentación en el centro de las políticas europeas. “Somos un sector estratégico, en la construcción de la Unión Europea se consideró así. Las circunstancias demuestran que debemos recuperar esos principios”, afirman. Los acontecimientos de escala mundial que afectan a nuestras vidas, como las guerras, la pandemia o el cambio climático, demuestran que es fundamental garantizar la alimentación de todos, al tiempo que se protege el medio ambiente y se mantienen vivas las zonas rurales. “Sólo con unas políticas europeas adecuadas será posible abordar esos retos”, afirman desde UPA.

Decálogo de UPA para las Elecciones europeas

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha resumido sus propuestas en un decálogo que recoge aspectos como el refuerzo de la Política Agraria Común, el incremento de ayudas al relevo generacional, una reorientación de las políticas comerciales con terceros países y la petición de medidas incentivadoras en materia de adaptación y mitigación del cambio climático.

UPA ya ha remitido las propuestas a los partidos políticos, esperando que sean tenidas en cuenta e incluidas en sus programas electorales europeos. La organización anima a todos los ciudadanos y ciudadanas, y especialmente a los habitantes de los pueblos a participar en estas elecciones y expresarse democráticamente con su voto. “El campo alza su voz continuamente, y con más fuerza durante las movilizaciones de los últimos meses. Ahora ha llegado el momento de expresarse con el voto”.

La organización agraria UPA ha valorado la actividad sancionadora de la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios). La organización ha pedido más medios para reforzar la agencia, tal y como acordó recientemente con el Ministerio

El control en cuanto al cumplimiento de la Ley de la Cadena es fundamental para el sector agrario. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha valorado positivamente los esfuerzos de la AICA por mejorar la vigilancia sobre las malas prácticas de las grandes empresas de la industria y distribución de alimentos que tienen un impacto negativo “feroz” sobre las explotaciones agrarias familiares.

En este sentido, la organización ha realizado un informe de seguimiento del trabajo de la AICA desde que ésta comenzase a publicar trimestralmente las sanciones firmes que impone.

Desde entonces, su trabajo de inspección ha supuesto la imposición de 239 sanciones que han recaído en un total de 195 empresas. A esto habría que sumar las sanciones que están recurridas y que aparecerán en la información publicada en el futuro, pero se deben a inspecciones realizadas ya. Las sanciones firmes suponen ya un total de 756.877 euros.

En todo caso, en UPA han señalado que en España “no hemos dejado de lado el propósito de seguir avanzando en justicia para la cadena alimentaria”. Desde la entidad han explicado que, gracias al acuerdo de 43 medidas firmado recientemente por UPA y el Ministerio de Agricultura, la AICA contará con más recursos para realizar su labor. “Más recursos, humanos y económicos, significará una mejor vigilancia. En definitiva, esto multiplicará su labor inspectora y permitirá reducir las prácticas desleales en la cadena de valor agroalimentaria, lo que se traducirá en más seguridad para los pequeños agricultores y ganaderos”.

Empresas más sancionadas

Los sectores que cuentan con empresas más sancionadas son el del viñedo y el de las frutas y hortalizas. En cuanto a las empresas concretas, el ranking de aquellas que acumulan mayores cuantías son:

Calaoliva SL: 46.770 €

Alcampo: 45.602 €

Mostos Españoles: 23.775 €

Central lechera de Lugo: 18.001 €

RAY Lech: 14.501 €

Pistachos de La Mancha: 13.450 €

García Carrión: 12.749 €

DIA: 12.463 €

Nestlé: 10.323 €

Inleit Ingredientes: 9.000 €

Asimismo, UPA ha destacado que las sanciones impuestas a dos empresas, ALCAMPO y Central Lechera de Lugo, por obstaculizar la labor de la Administración en la inspección. Además, la organización ha revelado la reincidencia de la empresa DIA, la cual tiene sanciones en tres trimestres diferentes.

Causas de las sanciones

El principal motivo de sanción es el incumplimiento de los plazos de pago, con un 63%. “Se trata de un punto decisivo para las pequeñas explotaciones, las cuales tienen un músculo financiero menor y no pueden afrontar retrasos en los pagos”.

No formalizar contratos por escrito es la segunda razón de sanción, suponiendo un 23% de las mismas. Esto sumado a la práctica de no incluir el precio en el contrato (tercer motivo de sanción con un 14%) “deja en un estado de incertidumbre insoportable que suma su granito de arena a la cuestión de la salud mental en la clase agraria”.

Próximos pasos legislativos

UPA ha destacado hoy, coincidiendo con el Día de Europa, que la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria “es un ejemplo para los países de nuestro entorno”.

De hecho, la organización agraria ha recordado que la Comisión Europea planea lanzar una directiva que proteja a agricultores y ganaderos de todos los Estados miembros de la UE puesto que la situación en otros lugares está lejos de la que tenemos en España. En este sentido, la Comisión ha reconocido que se está inspirando en nuestra Ley para esa futura directiva.

Igualmente, desde UPA consideran fundamental que las Comunidades Autónomas hagan uso de sus competencias en Agricultura para complementar el trabajo de la AICA y “pongan en marcha sus trabajos de inspección, que por desgracia hasta el momento dejan mucho que desear”.

La movilización masiva del campo español en el arranque de 2024 ha vuelto a demostrar, una vez más, la capacidad organizativa, de acción y respuesta que tenemos las organizaciones representativas, reconocidas por el ordenamiento democrático del que todos somos corresponsables y del que formamos parte en virtud de nuestra trayectoria, nuestra implantación en territorios y sectores; y, especialmente, de la fuerza que nos aportan los miles de afiliados y afiliadas que conforman, con sus cuotas y su compromiso, la representatividad de cada organización.

Unas movilizaciones las de este año que, en buena medida, han seguido pautas y comportamientos similares al de otras anteriores -cabe recordar, por más recientes, las de 2020- sobre el soporte de la unidad de acción entre las tres organizaciones representativas -UPA, Asaja y Coag-, en base a convocatorias conjuntas en toda España.

Asimismo, elaboramos y pactamos una tabla reivindicativa común, capaz de aunar criterios, ideas, intereses y proyectos que no siempre son coincidentes, porque en el sector agrario español conviven realidades distintas e incluso en algunos casos contrapuestas. Pero la responsabilidad de las tres organizaciones ha sido capaz, una vez más, de poner por delante lo que nos une: la necesidad de garantizar un futuro viable para la actividad agrícola y ganadera.

Sin embargo, en esta ocasión se han sumado otros elementos añadidos que han influido, en mayor o menor medida, en el desarrollo de las movilizaciones y su resultado final. De una parte, la coincidencia con movilizaciones similares en otros países europeos, que en muchos casos no se han traducido en resultados reales para los agricultores y ganaderos respectivos; y en otros, han dado pasos hacia soluciones similares a las conseguidas en España en 2020 con la legislación sobre la cadena alimentaria.

Y, además, la movilización democrática, ordenada y representativa de las organizaciones agrarias en España se ha visto salpicada también por iniciativas particulares, variopintas y singulares, en base a convocatorias aisladas, en ocasiones violentas y sesgadas con tintes políticos estrafalarios, que consiguen -cómo no- armar ruido puntual cortando una autovía, destruyendo pro ductos y, en definitiva, perturbando al conjunto de la población, hasta el punto de confundirla y minorar el apoyo masivo de la ciudadanía a nuestras reivindicaciones. Un ruido que, en definitiva, siempre tiene corto recorrido y nulo resultado.

Por ello, en esta ocasión, más que en otras anteriores, ha sido necesario mucho trabajo y mucho esfuerzo para concretar en soluciones reales la fuerza de las movilizaciones. Trabajo hacia el otro lado de la mesa de negociación, con el Ministerio de Agricultura enfrente, y hacia nuestros compañeros de mesa, siempre en el marco de la unidad de acción, que UPA valora como una garantía de fuerza sindical.

Todo ello hasta conseguir, finalmente, un buen acuerdo que UPA firmó el 3 de abril con el Gobierno, con el máximo respeto a la unidad de acción, para facilitar que se pongan en marcha las medidas legales que dan paso a la inmensa mayoría de las reivindicaciones con que arranca ron las movilizaciones y cuyo soporte económico puede llegar hasta 2.000 millones de euros.

UPA ha vuelto a demostrar así, una vez más, que sólo somos útiles si conseguimos soluciones, en tiempo y forma, para mejorar las condiciones y los resultados de nuestro trabajo en la agricultura y la ganadería familiar. Dejando claro que nunca formaremos parte, por principios y coherencia, ni del ruido estentóreo que nada dice ni del agitar de banderas que nada tienen que ver con el trabajo en la tierra. En nuestro caso, nos sumamos con convicción a los versos del gran poeta Antonio Machado, cuando desdeña las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna, distinguiendo siempre las voces de los ecos.

El acuerdo firmado por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos con el Ministerio de Agricultura activa el plan de 43 medidas políticas, económicas y fiscales que da respuesta a la “inmensa mayoría” de las reivindicaciones de la organización y cuyo impacto positivo en el sector se cifra en entre 1.000 y 2.000 millones de euros

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación han firmado hoy un acuerdo para activar un plan con 43 medidas de apoyo al campo. El texto del acuerdo contiene hasta 43 medidas políticas, económicas y fiscales y da respuesta a la “inmensa mayoría” de las reivindicaciones de la organización agraria UPA.

La firma del acuerdo supondrá la puesta en marcha del plan de apoyo al campo que recoge, en opinión de UPA, “logros de enorme relevancia” que llevaban largo tiempo reclamando a las Administraciones públicas. Las medidas supondrán una importante simplificación de las exigencias de la Política Agraria Común, reduciendo la burocracia y la carga administrativa y facilitando la vida de los agricultores y ganaderos.

El plan incluye medidas fiscales de gran magnitud, como el compromiso de mantenimiento del Impuesto Especial de Hidrocarburos –que supone 400 millones de euros para los agricultores y ganaderos–. También se mantendrá la deducción de un 35% de la factura de carburantes y combustibles de uso agrario y de un 15% de la de fertilizantes, en el método de Estimación Objetiva del IRPF –aproximadamente 575 millones de deducción fiscal– y se establecerá una reducción general del 15% en el rendimiento neto para el ejercicio fiscal 2023.

Se flexibiliza la PAC y se reduce la burocracia

Los ecorregímenes –una de las principales y más polémicas medidas de la nueva PAC- se simplificarán notablemente, adaptándose a la realidad del campo español. El cuaderno digital de explotación será voluntario, y no obligatorio como proponía Bruselas. Se eliminará también la exigencia a los agricultores de remitir fotos georreferenciadas de sus cultivos. Y los ecorregímenes estarán exentos de fiscalidad, lo que supondrá una reducción de base imponible de 1.100 millones de euros.

Respecto a la ganadería, se flexibilizarán numerosos aspectos relativos al Real Decreto de ordenación de granjas bovinas, se prorrogará la fecha de aplicación del Plan Sanitario Integral (PSI) de las granjas y se flexibilizarán los requisitos relativos a la aplicación de estiércoles. El Gobierno se compromete a financiar gastos relacionados con temas de sanidad animal como la tuberculosis o la EHE. También se creará un Foro de la Ganadería Extensiva para analizar los principales problemas y desafíos de este modelo productivo.

Estas medidas se completarán con otras muchas relativas a los seguros agrarios, a facilitar el acceso a financiación, a las inspecciones que sufren los agricultores y ganaderos o al refuerzo de la Ley de la Cadena Alimentaria para garantizar que los agricultores y ganaderos perciban precios justos. El Gobierno se compromete también a seguir trabajando en Europa para lograr la activación de las cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países.

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha animado al resto de organizaciones agrarias a sumarse a este acuerdo que supone un punto de inflexión en el proceso de movilizaciones del campo. Movilizaciones que, por parte de UPA, se cancelarán tras la firma del acuerdo y que a su juicio culminan con un éxito de negociación “muy trabajado y muy luchado”.

El campo se moviliza

Marzo 22, 2024

La Tierra Podcast se va de tractorada en su segundo episodio. El nuevo canal de comunicación de UPA y FADEMUR aborda el proceso de movilizaciones del campo de los últimos meses con entrevistas a algunos de sus protagonistas

Los agricultores y ganaderos españoles estamos movilizándonos en toda España. Movilizaciones que coinciden con las realizadas en otros países de la Unión Europea y que reflejan un notable malestar general por algunos efectos de las últimas reformas en la Política Agraria Común y otras iniciativas europeas.

Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos asumimos, como tantas otras veces a lo largo de las últimas décadas, nuestra responsabilidad, con protestas contundentes, legales y ordenadas, también elaborando propuestas concretas de mejora en aspectos concretos que requieren cambios urgentes, y con la mejor disposición negociadora con las Administraciones y la seguridad de que el resultado final de las movilizaciones en marcha se traducirá en acuerdos que faciliten el trabajo y la gestión en las explotaciones agrícolas y ganaderas.

En UPA también trabajamos con el objetivo de amplificar las voces de nuestros afiliados y afiliadas: agricultores y ganaderos de pequeña y mediana dimensión y de carácter familiar. Lo hacemos en colaboración con los medios de comunicación de España y de Europa, a los que atendemos gustosos siempre que se ponen en contacto con nosotros. Y lo hacemos a través de nuestros canales propios: la revista LA TIERRA, nuestra página web UPA.es y nuestros canales en las principales redes sociales. Por cierto, si no nos sigues, te animamos a hacerlo. Encontrarás los enlaces al pie de este mail.

Ahora que nos hemos embarcado en esta aventura de realizar un podcast, no podíamos dejar de dedicar un capítulo a las movilizaciones del campo. Un episodio, el segundo, que hemos intentado que sea ameno, interesante y clarificador. No hay nadie en España que no se haya enterado del descontento de los agricultores y de la lucha que realizamos por nuestro futuro. Pero puede que tengas dudas sobre los porqués, los cómos y los cuándos. De todo ello hablamos en este capítulo.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos recuerda al Gobierno su compromiso y pide acelerar los trabajos para aprobar la Ley de Agricultura Familiar

Uno de los compromisos del Gobierno, anunciado por el propio presidente Pedro Sánchez durante la campaña electoral para las pasadas elecciones generales y en su discurso de investidura, fue la aprobación de una Ley de Agricultura Familiar, que sirva para fomentar, apoyar y proteger este modelo productivo. Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) han reclamado a las fuerzas políticas que negocien para dar un “empujón legislativo” a la norma y que esta se haga realidad.

UPA, que participa estos días en Vitoria en la VIII Conferencia Global de Agricultura Familiar, organizada por el Foro Rural Mundial, recuerda que este modelo productivo enfrenta “graves amenazas que ponen en peligro su supervivencia”, como el cambio climático, la especulación, los conflictos geopolíticos, los elevados costes de producción, las presiones de otros modelos productivos y los desequilibrios en la cadena alimentaria.

La organización agraria UPA reclama a todos los partidos políticos que “se retraten en un apoyo verdadero al campo y dejen a un lado el debate partidista” para lograr aprobar la Ley de Agricultura Familiar. Una normativa que debe servir para “proteger a las explotaciones familiares frente a la presión que sufren por parte de inversores sin escrúpulos, normativas con efectos perversos y embates legislativos de diversa índole”.

Hacer realidad la Ley

UPA pide avanzar en los debates obre la Ley de Agricultura Familiar, y para ello lo lógico es contar con el Comité de España del Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar (CEDAF). Este Comité, que coordina UPA, tiene ya un trabajo muy desarrollado sobre los problemas, amenazas y oportunidades de futuro de la agricultura y ganadería familiar, por lo que desde esta organización agraria proponen contar con esta entidad en el desarrollo de la Ley.

La Agricultura Familiar es un modelo productivo formado por millones de hombres y mujeres en todo el mundo que gestiona hasta el 80% de las tierras agrícolas y produce más del 80% de los alimentos del planeta. En Europa, el 94,8% de las explotaciones son de carácter familiar (Eurostat, 2022). Un sistema productivo, basado en una fuerza de trabajo mayoritariamente familiar y estrechamente vinculado al territorio que lucha por su futuro en un contexto de grandes dificultades.

Para apoyar a la Agricultura Familiar, considerado el modelo más sostenible y que aporta mayores beneficios a la sociedad, desde UPA creen que es “imprescindible” facilitar una transición justa, garantizando la viabilidad de las explotaciones, adoptando modelos más agroecológicos de producción, facilitando la mitigación y la adaptación frente al cambio climático y construyendo “comunidades rurales vivas” donde el sistema agroalimentario sea el puntal económico, ambiental y social.

Importancia global de la Agricultura Familiar

Estos días en Vitoria está quedando patente la importancia global de la agricultura familiar. En el evento organizado por el Foro Rural Mundial participan representantes de UPA y de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, tanto cargos representativos como integrantes de ambas organizaciones que han acudido a explicar sus historias de vida. En los debates participan los máximos responsables de instituciones de relevancia mundial, como el FIDA, la FAO o la Organización Mundial de Agricultores (OMA). También han destacado las intervenciones de personalidades como el expresidente de Uruguay, José Mújica, y el Papa Francisco.

Artículo de Lorenzo Ramos, secretario general de UPA, donde reflexiona sobre las protestas en toda Europa, las reivindicaciones de UPA, la unidad de acción y las movilizaciones; dibujando un contexto muy nítido de la actualidad que vive el sector de la agricultura y ganadería familiar

Los agricultores y los ganaderos españoles observamos con interés y solidaridad las movilizaciones que se vienen sucediendo, desde que comenzó 2024, en varios países de la Unión Europea, de manera especial primero en Alemania y después en Francia; aunque somos conscientes de que, en muchos casos, sectores y territorios, las situaciones de nuestros colegas europeos son sustancialmente distintas a las nuestras.

Pero todos convivimos en el mismo espacio político, dentro de la Unión Europea, y compartimos la misma Política Agraria Común (PAC). Por ello, es lógico que coincidamos en las reivindicaciones básicas y más generales.

En primer lugar, en reclamar una necesaria adecuación y flexibilización de las exigencias medioambientales de la nueva PAC, tras la experiencia de su primer año de aplicación en 2023, que ha permitido ver los desajustes que se generan entre la teoría de los reglamentos comunitarios y la práctica de la realidad en nuestras explotaciones agrícolas y ganaderas.

Unos desajustes que, en muchas ocasiones, se resolverían con pequeños cambios normativos y evitarían así la influencia negativa que se ha constatado en 2023 sobre las condiciones de cultivo o explotación del ganado y el acceso a las ayudas de la PAC.

Sin olvidar que, además, este primer año de la PAC ha coincidido en España y otros países europeos con una sequía histórica, que supone una muestra más del proceso acumulado de cambio climático, cuyos primeros afectados y, por tanto, interesados en atajar por todos los medios posibles, somos los agricultores y ganaderos.

En definitiva, la nueva PAC necesita ajustes, nadie debería sorprenderse por ello. La cuestión es abordarlos con urgencia. Y para ello, nuestra responsabilidad como organización representativa de la agricultura familiar en España es presionar a nuestro Gobierno -y a todas y cada una de las Comunidades Autónomas- para que las Administraciones y todos los partidos políticos, que negocian y deciden en el Parlamento Europeo, para que abran los ojos a la realidad y asuman las necesidades que les llegan desde el campo.

Una presión sindical que incluye también la necesidad de revisar, con criterio, sentido común y respeto al interés general de toda la sociedad, las crecientes exigencias medioambientales a la actividad agraria.

Nadie más que nosotros, y en UPA nunca nos cansaremos de repetirlo, está interesado en avanzar en los objetivos que marca el Pacto Verde Europeo. Entre otras cosas, porque solo con un futuro de plena sostenibilidad será sostenible nuestra actividad. Pero ello debe ser compatible con adaptar las estrategias y los objetivos a la realidad.

En caso contrario, el riesgo es doble. Por una parte, porque ni en el fondo ni en la forma se avance a un ritmo adecuado hacia la necesaria ambición colectiva por un futuro sostenible. Y, además, por el peligro creciente de que las maniobras populistas de intereses ajenos a la actividad agraria terminen inoculando el virus del disparate en colectivos cada vez mayores de personas que, sin estar necesariamente en el espectro ideológico de quien difunde ideas falsas, acaben asumiendo el rechazo a cualquier progreso, dificultando así los avances.

Sin olvidar la necesidad de que la PAC garantice justicia y equilibrio en el trato a la agricultura propia con las exigencias a los productos que entran en los mercados europeos. Dejando claro que no hablamos de acabar con el comercio exterior -no podemos olvidar que España es un país exportador muy potente- sino de que todos respondamos a los mismos requisitos medioambientales, laborales y sociales.

Y, por último, también compartimos los argumentos básicos de las reivindicaciones escuchadas en Francia y Alemania cuando se habla de simplificación administrativa en las gestiones derivadas de la PAC. Estamos de acuerdo en que una excesiva complejidad burocrática es desesperante, lo vivimos a diario. Pero también somos conscientes de que estamos hablando de cuantiosos recursos públicos en el marco de la PAC que debes ser gestionados con el máximo rigor y control, por el bien de todos.

En este tema, en todo caso, la solución es muy sencilla. El Gobierno y las Comunidades Autónomas solo tienen que aprovechar la red de vertebración territorial y sectorial que aportamos las organizaciones agrarias representativas, para canalizar por esta vía el asesoramiento y la gestión administrativa que requieren las y los profesionales del campo.

Ahí estamos nosotros dispuestos a asumir responsabilidades en este reto, porque esta solución será, sin duda, más barata y eficaz que cualquier otra, por el marco de cercanía, confianza y proximidad que aportan las organizaciones agrarias en colectivos dispersos y con características singulares, que son muy distintas de un sector a otro, de un pueblo al pueblo de al lado.

Con estas reivindicaciones, en la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos desarrollamos una acción sindical de movilización permanente, con tractores en las calles y carreteras, con asambleas y acciones de todo tipo a pie de campo, y con movilizaciones en los despachos y las instituciones, negociando mejoras, proponiendo y consiguiendo soluciones.

Cierto es que el impacto social y mediático es mayor cuando sacamos los tractores a las carreteras. Nuestra historia está repleta de grandes movilizaciones con grandes resultados. Ahí están desde hace años las movilizaciones del gasóleo, con conquistas que ahora reclaman en Alemania o luchan por evitar que desaparezcan en Francia.

Ahí están las movilizaciones históricas de los Agricultores y Ganaderos al Límite, en el arranque de 2020, que cristalizaron en la mejora de la ley de cadena alimentaria, con efectos directos sobre los precios y los mercados. Unas mejoras que ahora reclaman en Francia y Alemania.

Y todo ello, conseguido con unidad de acción entre las tres organizaciones representativas en España. Una unidad impulsada con fuerza por UPA, conscientes como somos de que pesa más la responsabilidad de trabajar en común para obtener resultados que las diferencias que nos separan cuando se contraponen los intereses de las grandes explotaciones a los de la agricultura y ganadería familiar, que representamos en UPA.

Por tanto, unidad de acción, sí, pero con matices. Sin consentir por nuestra parte que se enturbie esta movilización común y permanente con intereses ajenos a la mayoría o enredos que suenen más a maniobras políticas que a inquietudes profesionales.

Al igual que solidaridad europea, sí, pero con el más rotundo rechazo a las agresiones físicas a camiones y productos españoles en su tránsito por Francia; y a las agresiones verbales y políticas, algunas del máximo nivel, hacia la agricultura y la ganadería española. Los problemas que denuncian las organizaciones agrarias en Francia nunca son responsabilidad nuestra.

Con todo ello, se dibuja un escenario en el arranque de 2024 a la vez preocupante e ilusionante. Un año en el que se renovará el Parlamento y las instituciones europeas, y en el que, con toda seguridad, surgirán nuestras estrategias y propuestas, que en nuestro caso recorrerán siempre el mismo camino, el que se inicia en cada una de nuestras explotaciones, en la labor de cada día con la tierra y el ganado, conviviendo con las inquietudes que van del clima a los mercados; pero con la fuerza que nos da el compromiso con nuestro trabajo.

Miles de agricultores y ganaderos respaldan las protestas masivas convocadas por las organizaciones profesionales agrarias en toda España

El campo español se está manifestando en todo el país. Las organizaciones profesionales agrarias, ASAJA, COAG y UPA, continúan su calendario de protestas en unidad de acción, que están sacando a la calle a miles de agricultores y ganaderos de todos los sectores, y hoy están protagonizando actos en distintos puntos de Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid y Aragón.

Las organizaciones han anunciado que llevarán sus protestas a Madrid coincidiendo con la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, el próximo 26 de febrero. Y es que las demandas de los productores de alimentos se dirigen a las Administraciones a todos los niveles: europeo, nacional y autonómico. “Todas ellas deben escuchar al campo e impulsar las reformas que estamos demandando”, han señalado.

Las OPAs consideran que los ministros de Agricultura deben actuar con urgencia y aprobar reformas en materia de cadena alimentaria, de acuerdos comerciales con terceros países, de simplificación burocrática y de flexibilización de la PAC, entre otros muchos temas.

Al Gobierno de España le reclaman que lidere en Europa las reclamaciones del campo español, que son “justas, necesarias y legítimas”. En ese sentido se lo trasladarán en la reunión que celebrarán mañana con Luis Planas en el Ministerio de Agricultura, de la que esperan avances que ayuden a resolver la crisis del campo.