Canarias recibe la cómica y tierna obra “La Curva de la Felicidad”

Abril 28, 2023

Esta “curva” teatral, que representa al hombre a partir de los 50, es una comedia de humor que pone de manifiesto la fragilidad y vulnerabilidad de los hombres de esta edad cuando se rompe la pareja

El reparto incluye a actores consolidados del panorama cinematográfico español de la talla de Gabino Diego, Antonio Vico, Josu Ormaetxe o Jesús Cisneros

“La Curva de la Felicidad” retrata a los hombres en plena crisis de los 50. Ese es digamos el resumen muy resumido de esta pieza cómica, tildada de “comedia urbana” pero que despierta una cierta ternura e invita a la reflexión por parte de toda su audiencia. Esta obra escrita por Eduardo Galán y Pedro Gómez y en la que intervienen actores consolidados como Gabino Diego, Antonio Vico, Josu Ormaetxe y Jesús Cisneros, llega en mayo a Tenerife, al Teatro Leal [el 19] y en Gran Canaria, al día siguiente [20] en el Teatro Víctor Jara. Las entradas están para uno y otro respectivamentre en tickety.es y en entrees.es

La sinopsis del guion cuenta que “todos los que han atravesado la crisis de los 50 saben que el hombre es el sexo débil de la pareja: inseguro, indeciso y frágil. Aunque sueñen con irse de marcha, les asusta vivir solos y, peor, volver también solos a casa después de unas noches locas que ¡nunca son tan locas! En su delirio, llegan a imaginar que su madurez es un poderoso imán que atrae a las mujeres de 30 e incluso más jóvenes”.

El caso es que a Quino (interpretado por Gabino Diego), el protagonista de este relato, se le viene el mundo encima cuando su mujer decide dejarlo y pedirle que ponga la casa a la venta para quedarse con la mitad del inmueble. Inseguro, dependiente emocionalmente y frágil, agacha la cabeza para poner a la venta el piso y ahí es cuando conoce al resto de personajes, todos muy distintos, y todos encuadrados en ese marco de la crisis de los 50 que cada uno llevará a lo largo de la obra como puede.

Eduardo Galán y Pedro Gómez, los autores del guion, unen sus cerebros para sacar adelante esta “La Curva de la Felicidad”, que por debajo de la risa y más allá de la sonrisa, representa el lado más amargo de la vida, la realidad de la vida en pareja que todos sabemos que se puede tambalear en cualquier momento y el conflicto terrible de enfrentarse a la soledad, como le pasa al protagonista de la comedia.

Algunas notas que los autores han querido destacar para la promoción de la obra se refieren a que resulta muy interesante la puesta en escena, porque se ha tratado de enfrentar las dos caras de la moneda: el lado cómico, incluso frívolo de los hombres de 50, que sueñan con noches “locas” tras su separación, y el lado humano, triste e inestable de los hombres que no consiguen superar el dolor de la crisis y tienen que enfrentarse a la realidad, la soledad indeseada, que es dolorosa sobre todo cuando esta situación se produce en los 50, edad complicada para el hombre.

“La Curva de la Felicidad” habla constantemente de las relaciones hombre / mujer en cualquier edad y en cualquier lugar, mostrando las dificultades para encontrar la comunicación y la estabilidad; pone de manifiesto la dificultad del hombre para vivir solo, sin pareja, sin amor y nos recuerda que el acceso a la vivienda no es solo imposible para los jóvenes sino también para un elevado número de separados y divorciados que han tenido que abandonar sus primeras viviendas.

En definitiva, es una obra para reirnos pero también para reflexionar. Todos aquellos que se sienten en la butaca, se sentirán identificados con alguno de estos momentos, pues “La Curva de la Felicidad” retrata pasajes para los que se han enamorado alguna vez en su vida y han conocido la ruptura; para los que han intentado rehacer su vida con más o menos éxito; para los que viven en pareja y los que han vivido en pareja; para los que sueñan con comprar un piso y saben que las hipotecas no acabarán de pagarlas antes de su jubilación.