
La popular y veterana emisora de radio "Radio faro del Noroeste" sigue su proyección hacia una mayor ampliación de su cobertura.
El Pino nos convocó para ofrecernos un espacio de encuentro y de afirmación de nuestro sentido de pertenencia. Es como un volver al principio. La fiesta mayor de Gran Canaria parece que nos hiciera empezar un año nuevo. Dejamos atrás el verano y de esta manera envolvente, colectiva nos aprestamos a iniciar un nuevo curso educativo, político o laboral. Es un momento profundamente identitario en torno a la isla, la devoción religiosa, la memoria colectiva, los valores y las tradiciones culturales que nos definen.
Acudimos para celebrar, pero también para renovar el compromiso de seguir apostando por los grandes valores que han hecho de esta tierra una referencia y un lugar de atracción para quienes aquí nacimos o elegimos vivir. Somos gente solidaria que busca que todas las personas vivan con dignidad y en igualdad de condiciones. La determinación y el coraje han permitido que superemos los grandes desafíos que a lo largo de la historia hemos afrontado. Nos gusta innovar, estar en la vanguardia tanto de la ciencia, de la técnica como del arte y la cultura y apreciamos y cultivamos la canariedad como seña de identidad que nos hace originales en el gran concierto de las sociedades modernas. Acudimos a Teror para afianzar estas raíces que nos han hecho crecer.
Tenemos futuro porque tenemos historia. Un golpe de viento quebró la calma en la espesura aquel 3 de abril de 1684. Fue el primer aviso de un vendaval que no tardó en hacer temblar la arboleda con su aullido. Tumbó matos, malogró cosechas, echó por tierra algún muro y techumbre que se sostenían en precario equilibrio, como un milagro cotidiano. Tampoco pudo resistir su ímpetu el majestuoso pino canario de más de cuarenta metros de altura donde, según la tradición, hizo su aparición la Virgen del Pino.
Se cuenta que volcó sin estrépito, en lento adiós, sabedor de su inmortalidad, con la dignidad de las entidades llamadas a pervivir en la memoria de los pueblos. Cayó el árbol. Pero persiste el sentimiento de comunidad que se construyó durante siglos a sus pies y que constituye un elemento esencial de la identidad de Gran Canaria.
Hoy soplan con fuerza otros vientos. Y comprobamos a diario que resultan más amenazadores. Vienen de lejos, desde los cuatro puntos cardinales, arrastrando sombras y malos augurios. Barren el mundo entero y pretenden derribar valores y avances sociales que ha costado décadas e incluso siglos conseguir. Quieren sustituir las raíces a partir de las cuales ha ramificado una sociedad insular abierta, solidaria, unida y progresista por simientes de odio, retroceso y división.
En este contexto, creo pertinente que nos hagamos una pregunta, a la vez íntima, colectiva y universal. ¿Qué supone caminar hacia Teror? Una respuesta es que equivale a perpetuar y representar un contrato social que nos une como pueblo por encima de los intentos de polarización, con la resina de la empatía, la búsqueda de oportunidades compartidas, el respeto mutuo y la solidaridad. Hoy nos toca defender estos valores que han brotado naturalmente a lo largo de la historia del interior del tronco de la sociedad grancanaria, tan aguerrida como el propio pino canario.
Así caminamos, en viva alegoría de lo que caracteriza a nuestra isla. Cada persona viene desde su barrio, su pueblo, su loma, su barranco, su enclave costero. Proceden de distintas realidades sociales y sin duda ideológicas. Pero el destino es el mismo, como lo es la sensación generalizada de formar parte de un acontecimiento y un sentimiento común que desborda ampliamente los límites del egoísmo. Seguimos hoy una senda centenaria en la que celebramos lo que hemos sido, lo que somos y lo que queremos ser. Y debemos seguir haciéndolo, dejando huella, para que el rastro a seguir no se confunda en la maleza que crece a su alrededor.
La edición de 2025 del Pino encarna un año más la mezcla atlántica de tradición, innovación, integración y emoción que caracteriza a Gran Canaria. Y es sobre todo una expresión de unidad que se plasma de manera gráfica en la llegada de carretas procedentes de todos los municipios, junto a la del Cabildo, esta vez con una ofrenda para la ‘Madre Tierra’, como agradecimiento campesino por las cosechas. Esa imagen de unión nos sirve de inspiración en la coordinación de políticas para afrontar los grandes retos de la isla, así como del conjunto de acciones que mejoren la vida de la población con el liderazgo del Cabildo. Cualquier dispersión sería un grave error que nos debilitaría. Curiosamente, este sentido de la importancia del grupo, de la isla, está presente en las crónicas históricas. También el llamado ‘Libro de los Milagros de la Virgen del Pino de Teror’ se centra en los episodios que proporcionaban un bien generalizado.
La historia es una urdimbre. Un telar en labor permanente. Sobre todo, en el caso de Gran Canaria, una trapera milenaria a la que seguimos añadiendo nuevas y coloridas piezas. Por eso resulta tan pertinente la muestra ‘Los hilos del ayer’ organizada en el contexto de la fiesta por el Cabildo. Igualmente, el Pino es encuentro y reflejo de la condición de la isla como puente entre culturas. El XXXIII Festival Folclórico acoge manifestaciones musicales de Gran Canaria, Tenerife, La Graciosa y El Hierro. La grandeza que emana del pequeño timple en el primer pasacalle que se celebra en Canarias de este instrumento muestra a la perfección que el archipiélago necesita una voz propia, socialmente comprometida, que suene con claridad para reclamar derechos y alzarse en espacio de diálogo, sostenibilidad y progreso social. Mientras, el Certamen Teresa de Bolívar concitará voces y sones de ambas orillas en memoria de la mujer del Libertador de América, nieta de una familia de Teror. Del otro lado del tiempo y del océano, en una ola que ayuda a despejar la orilla, resuenan las palabras de Simón Bolívar cuando señaló que la patria compartida por las personas de honor es “proteger los derechos de los ciudadanos y respetar el carácter sagrado de la Humanidad”.
Todo esto y mucho más es el Pino. Un manantial invisible cuyo caudal riega nuestras aspiraciones, igual que lo hizo la fuente de agua situada en la base del árbol mágico. Por eso el Cabildo estuvo en el origen de la Romería Ofrenda y en la actualidad es parte esencial de la organización del programa de actos de la mano del Ayuntamiento de Teror. La fiesta nos brinda además la oportunidad de renovar la fe en la comunidad y en los objetivos comunes.
Pasarán los festejos. Regresará el discurrir cotidiano. Pero aquel pino que cayó sin caer continuará proporcionando sombra, con un influjo donde prevalece el sentimiento de unión, en el sentido más profundo de la palabra, aquel que sitúa el bien común y la cohesión social en lo más alto, sobre la espadaña del templo. Esta premisa marca y define el proyecto de Ecoísla que impulsa el Cabildo con convicción, resultados y objetivos inaplazables para avanzar en las soberanías hídrica, alimentaria y energética, el progreso sostenible compatible con la protección del medio ambiente y, sobre todo, de las personas, especialmente de las que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y a las que debemos acompañar. Sostenibilidad medioambiental, social y económica, plena inclusión, innovación, ciencia, diversificación económica, justicia social, paz, derechos humanos, derecho internacional, igualdad, libertad. Nadie puede quedar atrás. Y menos en este camino.
El mito del agua que fluía de la base del pino fabuloso entraña el desvelo de toda una isla, que buscó en sus profundidades la que no caía del cielo. Sí, agua, proyectos, ilusiones, esperanza y progreso frente al barrizal que quieren extender quienes en lugar de propuestas de mejoría social solo aportan negatividad y destrucción social agitando la xenofobia, el rencor y la mentira. Usan sin reparo la desgracia ajena para levantar sus púlpitos, con escaso éxito en la isla, pero sin que esto deba hacer que bajemos la guardia. La verdadera fe, los buenos sentimientos y la tradición abierta de Gran Canaria son nuestra fortaleza frente a estas corrientes retrógradas. También la resiliencia de nuestra gente, la misma que hizo que rescataran parte del árbol caído para tallar la Cruz Verde y mantener en pie lo realmente crucial: la creencia, la lucha, la conexión, el símbolo.
Solemos referirnos a estos tiempos como tormentosos. Y lo son. Quiero finalizar recordando otra leyenda, la del marinero que aseguró haber salvado la vida en una tormenta en alta mar tras apaciguar las aguas lanzando al mar una piña recogida en el lugar donde había aparecido la Virgen del Pino, según el relato rescatado por el historiador Gustavo Alejo. Volvamos a lanzarla al océano. Y no abandonen el camino. No retrocedan. Mantengan sus principios en pie. No caeremos. No callaremos.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria. Islas Canarias.
La actualidad trepidante de Canarias está dejando en un segundo lugar el debate sobre decisiones de singular calado que el Gobierno del archipiélago está adoptando en contra del sistema universitario público canario. Ante esta situación no podemos permanecer impasibles. Considero que debemos reaccionar porque la aportación de la ULPGC y la ULL son fundamentales para nuestro desarrollo integral en las próximas décadas. Debilitarlo o desmantelarlo es poner en riesgo un modelo de progreso equilibrado, innovador y justo socialmente
Hablar en Gran Canaria de la Universidad es revivir una catarsis que movilizó a toda la sociedad isleña y que culminó con una conquista histórica que se ha convertido en una de las señas de identidad de nuestra isla. La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, como ha dicho en muchas ocasiones el exrector Rubio Royo, nació del pueblo y existe para servirle. Pocas universidades tienen el respaldo, la complicidad y la estima social que arropa a la ULPGC. Por eso, todo lo que le afecta tiene una trascendencia pública enorme. En estos días se suceden informaciones y pronunciamientos de los equipos rectorales de las dos universidades públicas canarias que hablan de desacuerdos, malestar e intranquilidad por el trato que el Gobierno canario está dispensando a las principales instituciones académicas del archipiélago. Y ante esto no podemos mirar para otro lado.
La percepción de que la ULPGC vive momentos de incertidumbre o desprotección me genera, y probablemente también a una parte importante de nuestra sociedad, una reacción de alarma y preocupación que es la que intento compartir con ustedes en la reflexión de esta semana. Han pasado 36 años desde la creación de nuestra Universidad y hoy como ayer reafirmo mi convicción de que está siendo una herramienta imprescindible para la generación de conocimiento altamente cualificado, para favorecer la igualdad de oportunidades y para democratizar la educación y la cultura.
Lo reitero con rotundidad, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria es clave para el progreso social, económico, cultural y tecnológico de la isla y de las islas. Como lo es la Universidad de La Laguna. Y desde el Cabildo de Gran Canaria seremos firmes tanto en la colaboración estrecha con ella, con ellas, para fomentar todas aquellas áreas que necesiten de nuestra participación, como en la denuncia de actuaciones de otras administraciones o de sectores de influencia que debiliten o cuestionen el papel trascendental de la institución universitaria pública.
Hay cuatro cuestiones que me preocupan profundamente y que evidencian una estrategia deliberada en contra de nuestras universidades públicas: su financiación permanentemente deficitaria, la Ley de Consejos Sociales recientemente aprobada, el nuevo proyecto de Ley de la Ciencia en tramitación en el Parlamento de Canarias y la potenciación de las universidades privadas en esta Comunidad. No es casualidad que se hayan precipitado y coincidido en el tiempo estas decisiones, cuestionadas por los órganos de gobierno de las universidades públicas canarias. Demuestran una estrategia diseñada para debilitarlas.
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria nunca ha estado correctamente financiada pero en los dos últimos años la situación ha empeorado. En el año 2024 el proyecto de presupuesto no alcanzaba para garantizar las retribuciones del personal del sector público o los costes de la Seguridad Social. Las partidas de infraestructuras no permitieron afrontar las necesidades de mantenimiento o de conservación de las instalaciones ya en funcionamiento. Las universidades públicas canarias llevan varios años sin contrato programa que establezca un marco de financiación estable que les permita avanzar en los objetivos de docencia e investigación que su participación en el desarrollo social y económico de las islas reclama. Las universidades de Las Palmas de Gran Canaria y de La Laguna reciben una financiación por estudiante inferior a la media de las universidades españolas. Y este maltrato no es casual, porque no se da circunstancialmente y se produce, además, junto a otras decisiones que agravan esta desconsideración y que evidencian una política para disminuir la capacidad y el crecimiento de las universidades públicas en beneficio de las privadas.
Según el informe del Ministerio de Universidades, el Gobierno de Canarias es uno de los que menos invierte por estudiante universitario en España y en Europa. Canarias destina menos del 0’7% a la educación superior, cuando la media estatal se acerca al 1% y la europea supera el 1’3%. Cuando Canarias necesita invertir y crecer en conocimiento y en investigación, estos datos no permiten reducir el retraso que históricamente hemos padecido.
Es inaceptable igualmente que el sistema universitario canario tenga la financiación más reducida del país para la investigación, lo que impide atraer y mantener talento investigador y limita su impacto científico y tecnológico. Las plantillas docentes y las infraestructuras de las universidades públicas tienen que actualizarse y con los presupuestos autonómicos aprobados esto no se consigue. Envejecen y se precarizan.
Por otra parte, la nueva Ley de Consejos Sociales universitarios se ha aprobado en Canarias en contra del parecer de los órganos de gobierno de las dos universidades públicas canarias. Lo primero que se denuncia es que ha faltado diálogo y que se percibe como una imposición que va a generar conflictos e ineficiencias. Y además, afirman los rectores, algunas disposiciones invaden la autonomía universitaria consagrada constitucionalmente. Es muy grave que los rectores manifiesten públicamente que “esta actitud de ignorar a nuestras universidades públicas, por desgracia, no es nueva en Canarias, llueve sobre mojado”. Pocas veces habíamos escuchado en las últimas décadas una queja tan seria y desde el Cabildo de Gran Canaria no queremos guardar un silencio cómplice.
Con el paraguas de abrir las universidades a la participación social, lo que parece esconder esta medida es el interés de los sectores sociales más conservadores de esta tierra y de determinadas clases empresariales por controlar la universidad pública, en un contexto de asfixia económica y de potenciación de las universidades privadas. Y se hace además desde una visión utilitaria y economicista. No podemos obviar que de las universidades surgen los dirigentes políticos, sociales y empresariales del futuro y si bien es cierto que la universidad debe responder a las demandas de la sociedad y adaptar algunas de sus titulaciones a las necesidades económicas y sociales que se vayan generando, es imprescindible que siga siendo un espacio de generación de pensamiento crítico y plural. Lo que no puede ser es un espacio para el seguidismo del gobierno de turno o de intereses empresariales dominantes. Lo que no puede ser es que se pretenda su control absoluto para limitar el disenso, promover visiones conservadoras de la historia, la economía o la cultura y moldear generaciones futuras más afines a sus valores.
Y si los aspectos anteriores son graves, lo que está ocurriendo con el proyecto de Ley de la Ciencia que debate el Parlamento de Canarias alcanza niveles irracionales y ponen en evidencia las intenciones y los objetivos que tanto Coalición Canaria como el Partido Popular tienen en materia científica. Nadie puede entender que el proyecto se haya empezado a tramitar sin que las dos universidades hayan participado ni hayan sido consultadas con el fin de recibir aportaciones para su redacción. Es un contrasentido que las instituciones más potentes en investigación científica o en transferencia de conocimiento en Canarias hayan sido excluidas de una Ley que les afecta directamente. Este maltrato perjudica a toda la sociedad porque frustra una progresión investigadora en la que estamos esperanzados y además expresa un sesgo evidente, margina el protagonismo de la investigación pública en beneficio de intereses privados que el Gobierno ampara. Se proponen órganos asesores donde las universidades públicas, que representan más del 95% de la investigación en nuestra tierra, están en minoría a la hora de la toma de decisiones o de aprobación de programas. Esos consejos asesores funcionarán, en la práctica, como órganos políticos paralelos a los órganos democráticos de las universidades públicas. La buena noticia es que aún se está a tiempo de corregir este dislate. Esperemos que no pase como con la Ley de Consejos Sociales y que esta vez las universidades sean escuchadas y respetadas.
Y la pieza que cierra esta estrategia conservadora del Gobierno de Canarias, en sintonía con la que desarrollan los gobiernos de derechas del PP o del PP y VOX en las Comunidades donde gobiernan, es la potenciación y el crecimiento de las universidades privadas en detrimento del sistema público. Se autoriza la creación de nuevas universidades y la impartición de nuevos grados, en algunos casos en competencia clara con la oferta de las universidades públicas, con mayor facilidad y diligencia que los que cuesta autorizar los que promueven las instituciones públicas. La escasa financiación de las públicas, además, propicia que no puedan competir con las privadas en la consecución de nuevos grados. La realidad es que en los últimos años, el 80% de los nuevos títulos oficiales en Canarias se han aprobado para universidades privadas y solo un 20% para las públicas. En este último curso que ya ha finalizado, a las universidades privadas se les aprobaron 15 grados y ninguno a las públicas. No se trata de que no haya competencia, sino de que esa competencia no sea tramposa.
Esta sucesión de hechos y de decisiones responden, insisto, a una estrategia de fortalecer universidades con una clara orientación ideológica conservadora que reduzcan el espacio plural y diverso de las universidades públicas. Y está sucediendo en España y en Europa, salvo en Alemania donde se protege al máximo la autonomía de la universidad pública. Esta oferta privada supone también una orientación social y económica muy determinante porque toda la población no puede acceder en igualdad de condiciones a unas enseñanzas costosas. Se da por lo tanto una selección social.
Las administraciones públicas y la sociedad que se movilizó a favor de la Universidad pública de Las Palmas de Gran Canaria tienen, tenemos el deber de reaccionar ante esta deriva que reduce la capacidad de nuestros principales centros superiores y desperdicia un capital investigador e innovador que tiene que mejorar, pero que ya está impulsando nuestro desarrollo integral.
Con la misma sinceridad tengo que manifestar que la respuesta de la comunidad universitaria no está siendo lo suficientemente conocida y articulada para que el conjunto de la sociedad perciba las enormes consecuencias de estas políticas. Conozco las manifestaciones de los equipos rectorales, pero estoy convencido de que ese malestar no está llegando, con información certera y veraz, al conjunto de la sociedad sensible y preocupada por un desarrollo basado en el conocimiento y la equidad, a la sociedad que salió a la calle a defender una universidad pública de vanguardia. Tampoco he percibido por parte del profesorado, los sindicatos o los estudiantes una movilización acorde con la situación. Necesitamos una respuesta plural y proporcional a la gravedad del momento.
Desde el Cabildo de Gran Canaria, hoy como ayer, sabemos de la trascendencia de un sistema universitario público de calidad y accesible a todas y a todos. Por eso, si hace 40 años nos movilizamos y conseguimos la creación de la ULPGC, hoy, cuando vive momentos de riesgo para su autonomía y progresión de futuro, debemos volver a manifestarnos de todas las maneras posibles para garantizar sus recursos y consolidar el capital docente e investigador del que nos sentimos orgullosas y orgullosos. La Universidad que nació de una marea social debe seguir contando con ese respaldo colectivo.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria. Islas Canarias.
La memoria es una criatura tan prodigiosa como frágil. Si recibe el respeto y el cuidado que necesita y merece, se convierte en una poderosa herramienta de transformación del presente y de inspiración del futuro. Porque el legado no es un ancla. Es una vela que impulsa. Y una brújula. De las más fiables, por cierto
Hace seis años, por estas mismas fechas, tuvimos el honor de custodiar el viaje de nuestra herencia más ancestral hasta Bakú, capital de Azerbayán, donde el 7 de julio de 2019 se celebró el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO que convirtió nuestras montañas sagradas en Patrimonio Mundial.Un dicho de este país que se extiende entre las cimas del Cáucaso afirma que “si las manos se unen, moverán montañas”.
En este sentido, Gran Canaria puede presumir de que logró concitar las voluntades y el talento necesarios para estar a la altura de su memoria. La fórmula no devino de ninguna poción mágica. Por el contrario, su principal ingrediente fue el trabajo, la perseverancia y la convicción de las personas que lo hicieron posible. Este proceso colectivo, sólido y cargado de razones, permitió que el expediente impulsado por el Cabildo para la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria avanzara a una velocidad pocas veces vista. Allí, donde se escucha el latido de una cultura que saltó del norte de África al océano para protagonizar una aventura atlántica sin igual.
A la hora señalada, contuvimos la respiración. Y antes del anuncio, sentimos que el tiempo se detenía. Mientras, más de mil años de historia insular se desplegaban y esperaban su momento en la gran sala, repleta de delegaciones de países de varios continentes. Finalmente, la gran salva de aplausos se mezcló con el tañido de las lapas y con la emoción. El patrimonio de nuestra cumbre ocupa desde entonces el lugar que le corresponde por la singularidad de sus valores, marcadamente isleños, que hablan de lo que hemos sido, de los que somos y, lo que considero más importante, de lo que podemos llegar a ser.
La alegría, como ya aventurábamos, permaneció, pero convivió a partir de ese momento con un profundo sentimiento de responsabilidad que ha guiado las acciones emprendidas alrededor del Paisaje Cultural. El reto era y sigue siendo no solo conservar el legado, sino divulgarlo y convertirlo en un elemento en torno al que se concentran iniciativas vinculadas a la investigación y la protección patrimonial y territorial.
Parte importante de esa labor consiste en escuchar con atención aquello que nos cuentan la toba volcánica, los ecos que proceden del fondo de cuevas y barrancos, el rumor del paso de los rebaños trashumantes, las historias que empuja el viento por los celajes, o los recuerdos y desafíos de quienes habitan el Paisaje Cultural y hacen posible que nuestro Patrimonio Mundial tenga cuerpo y alma. Para ello, hacen falta intérpretes capaces de traducir el lenguaje del tiempo. Personas que ven aquello que se nos escapa y revelan el verdadero brillo de nuestra cultura isleña. Es lo que hicieron decenas de especialistas que contribuyeron a la consolidación del expediente del Paisaje Cultural. Lograron convencer a la UNESCO de que aquí, en Gran Canaria, se encontraba un testimonio humano que el mundo debía conocer y preservar.
Este sexto aniversario brinda una oportunidad que el Cabildo no quiere dejar pasar para agradecer la labor de los y las profesionales del más alto nivel que situaron nuestra historia en el mapa mundial. Sobre todo, porque esta historia permaneció silenciada durante demasiado tiempo. Siguiendo su estela y su compromiso, continuamos fomentando el estudio del poblamiento y la evolución de los asentamientos en la cumbre junto a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la conservación de sitios de alto interés arqueológico en colaboración con la Universidad de La Laguna, dentro de toda una constelación de proyectos en curso.
La piedra, el cielo y la huella del camino se han convertido en papel. Pero no en un papel cualquiera. El Cabildo ha recopilado la ingente y valiosa información disponible en el libro ‘El Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas de Gran Canaria’. Son 300 páginas con textos de más de una treintena de especialistas que rezuman conocimiento y amor. Se trata de un compendio de la visión científica panorámica que respaldó la inscripción del Paisaje Cultural en la Lista Mundial de la Unesco, acompañado además de fotografías que retratan su magia y muestran rincones asombrosos y difícilmente accesibles de la geografía insular, tanto por su ubicación como por las obligadas garantías de protección del patrimonio.
La edición constituye desde este momento la obra de referencia en el conocimiento de nuestro Patrimonio Mundial con el análisis en profundidad de la interacción de la cultura aborigen de origen amazigh con los fenómenos astronómicos y el entorno montañoso de la isla, ofreciendo una aproximación clara y accesible a sus valores y atributos.
Tenemos, por lo tanto, un libro entre las manos. Las mismas manos con las que movimos montañas. Montañas Sagradas en nuestro caso. Y debemos seguir luchando desde el Cabildo, los ayuntamientos y los agentes y colectivos del ámbito para escribir las páginas del futuro. Y no queremos postales. Queremos páginas como estas, llenas de verdad y contenido. Y queremos un relato coherente con nuestra apuesta por un modelo racional de desarrollo.
Para ello, el Cabildo puso en marcha el Instituto para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, partiendo de la base de que prácticamente se fusionan sobre el territorio insular. Esta experiencia es inédita en España y excepcional a nivel internacional. Esta singularidad nos coloca en un puesto de vanguardia en la gestión coordinada de figuras UNESCO. En la práctica, refuerza la conservación y la divulgación, además de contribuir al desarrollo socioeconómico de las 18.000 hectáreas de este territorio desde la perspectiva de la coordinación con los municipios, la participación pública y la sostenibilidad.
Esta hoja de ruta está trazada en las más de 150 actuaciones que contempla el Plan Integral de Gestión del Paisaje Cultural, con iniciativas valoradas en 34 millones de euros. Y en los Planes de Sostenibilidad Turística para el Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera, con 12 millones de euros de inversión ejecutados o en marcha a través de programas coordinados por diversas áreas del Cabildo.
Por su parte, la sede del Instituto, situada en un edificio aledaño al Cabildo, como una prolongación orgánica y estratégica de la acción del Gobierno de la isla, es una demostración de la importancia que le otorgamos al Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera por su trascendencia en los capítulos de la identidad, la defensa de la biodiversidad o la diversificación. De la eficacia en la tarea que tiene encomendaba habla su nivel de ejecución presupuestaria, con 1,2 millones en 2021, el año de su creación; casi 2,5 en 2022; otros 4,6 en 2023; 7,2 en 2024 y ya más de 5 millones en lo que va de este 2025 sobre un presupuesto de 9,6 millones. Y cada céntimo tiene un objetivo claro y sirve para una mejora concreta en ese empeño colectivo por romper inercias, enterrar desidias y mover lo que parecía inamovible.
Como señalé en el 20 aniversario de la Reserva de la Biosfera, este impulso económico se ha traducido en un fortalecimiento organizativo. El instituto cuenta con un equipo técnico multidisciplinar integrado por 22 biólogas, geógrafos, juristas, economistas, arqueólogos o arquitectos, entre otros perfiles, y una dotación administrativa estable. Esta estructura presupuestaria, de personal y de medios técnicos permite afrontar con solvencia los retos de planificación, ejecución de fondos europeos, cooperación interinstitucional y atención directa a la ciudadanía. También se ha traducido en múltiples hitos. Entre ellos, podemos citar la puesta en marcha de los Senderos de Gran Recorrido, la adecuación y puesta en valor del BIC de Risco Caído, entre otras actuaciones de conservación, así como las líneas de apoyo directo a proyectos de los ayuntamientos y entidades sin ánimo de lucro enraizadas al Paisaje Cultural. O la reciente ampliación de la red de centros de interpretación con la apertura del nuevo espacio en Degollada de Becerra, que se suma al de Artenara o el Bentayga, así como la apertura del Centro de Información y Gestión de Tejeda. Se convierten además en espacios que propician la dinamización social, cultural y económica. Si se suma el Centro de Caserones de La Aldea, dedicado a la Reserva de la Biosfera, se superan las 42.000 visitas anuales.
Reconozco el trabajo intenso de todas y todos los profesionales ligados al Cabildo o de otras entidades que desde hace años hasta hoy nos han permitido conocer, conservar y compartir un tesoro que nos emociona cada vez que lo mencionamos o recorremos. Pasado un milenio, la luz del sol y de la luna siguen marcando el tránsito de las estaciones en Risco Caído, en el Bentayga, en Acusa y en otros marcadores astronómicos con los que la población aborigen organizó su vida en estos parajes. Dejaron un ejemplo de supervivencia entre el suelo, el cielo y el mar. Lo hicieron sembrando, interpretando signos, oteando estrellas y horizontes. Ese suelo, ese cielo y ese mar siguen siendo los mismos. Hoy nos toca ocupar el lugar de las primeras personas que hicieron de Gran Canaria un lugar único en el Atlántico. Seis años entre Montañas Sagradas nos han servido para comprenderlas y admirarlas cada vez más.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria. Islas Canarias.
Hace pocos días se han cumplido diez años de gobierno de la actual mayoría de progreso en el Cabildo de Gran Canaria. Considero que es un momento significativo para compartir con toda la ciudadanía de Gran Canaria una reflexión y una valoración de lo que ha supuesto el periodo más largo y estable de gobierno de la isla en los últimos 65 años. Es una situación excepcional durante el periodo democrático. En realidad, en toda la historia del Cabildo, salvo durante el franquismo y las presidencias de Matías Vega Guerra (15 años) y Federico Díaz Bertrana (10 años). Y lo que me parece más destacable es que ese apoyo habla de complicidad, de ilusión, de proyecto compartido con la sociedad isleña
Llegamos al Gobierno de la isla en 2015 cuando todavía eran notorios los efectos de la gran recesión del año 2008. Cinco años después, en el 2020, el BREXIT, el COVID y el cero turístico cayeron sobre nosotros como una enorme losa que nos llenó de incertidumbre. Sin terminar de recuperarnos, en los últimos años nos hemos visto envueltos en una espiral inflacionista y de conflictos geoestratégicos, con la guerra de Ucrania y las tensiones globales como protagonistas, que están provocando el encarecimiento de la energía y de los precios para todos los sectores productivos.
Aun así los datos sociales y económicos en Gran Canaria han sido y están siendo positivos. Los datos rigurosos nos dicen que se ha producido una mejora significativa, una transformación relevante en todos los factores que definen la situación básica de nuestra sociedad. Es verdad que hay sectores que no disfrutan de esta mejoría, pero está entre nuestras prioridades buscar la redistribución y la atención a los grupos más desfavorecidos.
No hablamos de una coyuntura, de un momento puntual que podría explicarse por causas circunstanciales, sino de un periodo suficientemente largo para que la tendencia sea consistente y por tanto sea medible, fiable. Y también porque el conjunto de las cifras es coherente y nos permite concluir que el proceso de transformación alcanza a los sectores estratégicos y a la mayoría de nuestra población.
Considero que el principal logro de este tiempo es haber reforzado en la sociedad grancanaria el sentimiento colectivo de pertenencia a su isla a través de un proyecto común de desarrollo ecosocial con el que está ganando el presente y el futuro. Haber contado con la confianza de la ciudadanía durante tres mandatos, a partir de 2015, supone un honor por el que estoy y estamos agradecidas y agradecidos quienes hemos conformado este gobierno de progreso durante tres mandatos.
Frente a la crispación, un gobierno sereno. Ante la desorientación, un modelo claro de transformación que avanza con las prioridades definidas. Cuando se extiende la antipolítica, la antidemocracia y los totalitarismos, reforzamos nuestro compromiso con los valores democráticos porque no queremos volver al pasado que tanto daño hizo a nuestra gente y a nuestras islas. No podemos ser neutrales. Frente a la desmemoria, firmeza democrática.
Me gustaría insistir en que se trata de una tarea colectiva, enhebrada por el diálogo y ejecutada con determinación democrática tal y como nos comprometimos con la ciudadanía cuando nos eligió. Reivindicamos hoy el valor y la actualidad de la política como servicio público, la prioridad de un modelo sostenible y de cohesión social, las potencialidades de la sociedad grancanaria para liderar el cambio y nuestra pasión y compromiso preferente con los derechos de nuestra isla.
Durante los últimos diez años la isla de Gran Canaria ha vivido una importante transformación social, económica, medioambiental y cultural. Hemos alcanzado el máximo histórico de personas ocupadas en la isla - 404.600- lo que supone una mejora del 37,6%. En estos 10 años hay 85.600 personas menos en el paro. Se ha reducido el desempleo en más de la mitad del que existía en 2015. Es la primera vez en los últimos años que en Gran Canaria baja la tasa de paro por debajo del 13 % tras una década crítica. Se ha incrementado el número de personas afiliadas a la Seguridad Social en 88.300 lo que supone un incremento del 30,5%. El empleo crece con fuerza entre las mujeres. Hoy hay 57.290 mujeres más trabajando que hace diez años. Y no solo eso, el aumento del PIB absoluto y el per cápita, la productividad, los ingresos familiares o la riqueza por habitante, son superiores a los que había antes de la crisis del 2008.
Estos avances no son resultado de la casualidad ni del azar, sino que parten de una definición de un proyecto de desarrollo que hemos llamado como ecoísla, con una acción de gobierno centrada en el servicio público y alejada de la polarización y la confrontación partidista, con estabilidad institucional y con una configuración ideológica constante a lo largo de estos diez años. Se han producido resultados positivos que la ciudadanía ha refrendado, confirmando su confianza durante tres mandatos consecutivos.
Desde estos principios y valores de gobierno hemos impulsado miles de acciones que tienen a la ecoísla como modelo de referencia e hilo conductor de todas las políticas sectoriales. Es una propuesta global que define e identifica la acción de gobierno. Tenemos principios y perseguimos un modelo que podemos resumir en diez claves que nos permiten entender la acción global y de cada una de las áreas de gobierno:
1. La primera de las claves que explican nuestra actuación es que la sostenibilidad inspira todas las políticas esenciales del Cabildo. La sostenibilidad social y medioambiental ha sido un eje transversal en la gestión insular durante la última década.
Avanzamos hacia la soberanía energética liderando la penetración de las renovables en Canarias y apostando por la eólica marina, la geotermia o el Salto de Chira. A pesar de ser una de las islas con menos lluvia, junto a La Palma somos la única isla que no hemos declarado la emergencia hídrica. La seguridad hídrica de la isla ha sido un objetivo estratégico de esta década.
Y lo ha sido también la soberanía alimentaria, convirtiéndonos en un territorio que gana más de 200 hectáreas de suelo agrícola, que supera el 50% de la producción insular de alimentos para muchos de nuestros productos de primera necesidad (huevos, papas, frutas y hortalizas), tal y como señala la FAO que debe ser. Gran Canaria Me Gusta se ha convertido en una marca de referencia en la defensa del producto del país. Y junto a todo esto, la mejora de la protección ambiental y de la biodiversidad o la proyección de la economía azul a más de un 8% del PIB.
2. La ecoísla no se entiende sin la atención a las personas. Por eso la segunda clave es la inclusión social, la igualdad y la accesibilidad como ejes de cohesión. En la última década, Gran Canaria ha reforzado su compromiso con la justicia social mediante políticas públicas que garantizan una atención más cercana, ágil y equitativa. La creación de nuevas infraestructuras sociales, la puesta en marcha del Plan Sociosanitario más ambicioso de la historia del Cabildo y de Canarias, la aprobación del Plan Insular de Accesibilidad Universal y el impulso del marco “Gran Canaria Infinita” han consolidado una isla más inclusiva, diversa y accesible.
3. Gran Canaria es un destino turístico sostenible y diversificado. En la última década se ha consolidado un modelo turístico basado en el crecimiento cualitativo, con una oferta de alto valor experiencial, sostenible y diversificada territorialmente. La estrategia ha priorizado el aumento del gasto por turista frente a un crecimiento puramente cuantitativo. Gran Canaria ha diversificado mercados emisores, impulsado el turismo rural, activo y gastronómico y descentralizado los flujos turísticos hacia los 21 municipios.
Favorecemos el crecimiento sostenible y con una mayor rentabilidad. En 2024 se alcanzó un récord de 6.034 millones de euros en facturación turística, con un crecimiento del 10,5% interanual, una ocupación del 81,5% y un perfil de visitante que gasta más y permanece más tiempo.
4. La movilidad sostenible y la modernización del transporte público están en la agenda preferente del gobierno insular. Gran Canaria ha transformado su modelo de movilidad en la última década, apostando por un sistema público más accesible, eficiente y respetuoso con el entorno. La gratuidad del transporte, la incorporación de vehículos limpios, el liderazgo en la penetración del vehículo eléctrico en Canarias y el impulso al tren insular sitúan a la isla como referencia en sostenibilidad y conectividad. Se trata de una actuación de enorme trascendencia para nuestro futuro socioeconómico.
El crecimiento del transporte público ha sido espectacular. La demanda se ha duplicado en 10 años, pasando de 51 millones de viajeros en 2015 a más de 104 millones en 2025, reflejo del éxito de una política comprometida con la movilidad sostenible. Se ha reforzado el sistema con tecnologías inteligentes para la gestión de flotas. Y por fin ha llegado la hora del tren de Gran Canaria: el proyecto ferroviario ha avanzado con la redacción de los proyectos básicos para 58 km de trazado y 11 estaciones y se han destinado 16,6 millones de euros al proceso de expropiaciones iniciales. En las próximas semanas se firmará el convenio con el Ministerio de Transporte para su impulso definitivo.
5. Se ha desarrollado en este tiempo de manera notoria el concepto de isla inteligente, motor de innovación y de diversificación. En los últimos 10 años, Gran Canaria ha consolidado su liderazgo en la economía canaria, destacando por su modelo de desarrollo basado en la innovación y la colaboración público-privada. La isla ha transformado sectores clave como el comercio, la industria, la moda y la gastronomía, logrando un crecimiento significativo en la actividad empresarial, la sostenibilidad y la economía creativa.
Impulsamos la modernización del comercio local y los espacios industriales de la isla con una inversión superior a los 50 millones de euros: una clara apuesta por la dinamización del pequeño comercio, la mejora del espacio urbano y la renovación industrial, que está llegando a todos los rincones de la isla.
Gran Canaria se consolida como marca económica y cultural. Se singulariza nuestra gastronomía, crece la producción audiovisual, se moderniza Infecar. La implantación de plataformas digitales como DATAGRAN, AQUAGRAN o TRANSGRAN, además de un síntoma elocuente de los avances digitales, genera beneficios evidentes en cada una de las áreas donde se introducen. Son sistemas inteligentes que monitorizan 400 km de red hídrica y el 68% de la masa forestal y nos ayudan a prevenir y combatir los incendios forestales y mejorar la gestión del agua, entre otras utilidades.
6. El impulso al empleo y a la formación lo entendemos como una acción indispensable para el progreso social. La creación de empleo está muy coordinada con los veintiún municipios. Se han financiado planes de empleo local que han beneficiado a personas desempleadas en situación de especial vulnerabilidad (sin recursos, baja cualificación, discapacidad, mujeres, mayores, jóvenes...), con una inversión de 10,5 millones de euros.
A través de planes propios y en colaboración con ayuntamientos y entidades sociales, se crearon 4.337 empleos mediante programas de Garantía Juvenil, NOE, PFAE o de proyectos extraordinarios, con una inversión de más de 65 millones de euros. También se contrató a 4.194 personas en colaboración con los municipios, invirtiendo en esto otros 38 millones de euros.
En estos diez años se ha incrementado la formación y las ayudas a la contratación: se formaron 1.099 personas desempleadas con baja cualificación y se incentivó la contratación de 5.761 personas mediante ayudas a empresas, con una inversión conjunta de más de 38 millones de euros. Además, se ha apoyado la creación de centros de formación en 15 municipios. Se han concedido becas para estudio en estos diez años a más de 30.000 estudiantes. Otros 30.000 se han beneficiado de refuerzo escolar gratuito.
7. Una vivienda digna y la modernización del entorno urbano y viario han sido objetivos de una política decidida de nuestro gobierno. Durante los últimos diez años, el Cabildo ha desarrollado una estrategia encaminada a la rehabilitación de viviendas y a la modernización de infraestructuras urbanas en Gran Canaria. A través del Consorcio Insular de Viviendas y las áreas de Obras Públicas y Arquitectura, se ha trabajado en la construcción de vivienda pública, la rehabilitación de barrios, la accesibilidad residencial y la modernización de la red insular de infraestructuras, con una visión orientada a la inclusión, la sostenibilidad y la cohesión territorial.
Retomamos el programa de construcción de viviendas públicas y la rehabilitación de viviendas sociales y en estos momentos se están construyendo 63 viviendas de alquiler social en El Secadero y 16 en Valleseco, además de haberse rehabilitado casi cuatro mil viviendas en municipios y 23 viviendas de tránsito en 9 localidades, con criterios de eficiencia energética y accesibilidad.
Hemos incrementado la inversión en infraestructuras viarias: en materia de obras públicas, se han invertido 460 millones de euros en conservación y 281 millones en acondicionamiento de la red viaria insular, incluyendo actuaciones clave en la GC-21, GC-41 o GC-300, además de actuaciones de de emergencias tras el incendio de 2019 o el desplome de la GC-1.
8. El desarrollo cultural y la preservación del patrimonio consolidan nuestra identidad como pueblo. En la última década, el Cabildo de Gran Canaria ha afianzado la cultura y el patrimonio como ejes del desarrollo insular, priorizando la conservación, la difusión y el reconocimiento internacional del legado local, apoyando al sector creativo y descentralizando el acceso cultural. La creación cultural ha sido siempre una seña de identidad de esta isla.
Sin ninguna duda la declaración de un paisaje cultural de Gran Canaria como Patrimonio Mundial en 2019 define la década. Se logró la declaración de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria como Patrimonio Mundial UNESCO, con una candidatura muy bien trabajada y apoyada por toda la sociedad. Se creó posteriormente el Instituto nsular para su gestión integrada en 2020, con nueva sede y financiación creciente.
Valoramos la protección de nuestro legado cultural y la memoria histórica y se ha hecho un esfuerzo singular en la mejora del patrimonio cultural. El Museo de Bellas Artes (MUBEA) que esperamos abrir en 2026 será el gran referente para toda Canarias.
9. Nos hemos puesto como norte desde el principio liderar Gran Canaria. Esta isla ha recuperado protagonismo y liderazgo en el desarrollo social y económico insular y de Canarias, en las cuestiones decisivas que determinan calidad de vida. Gran Canaria vuelve a tener voz ante los temas que le afecten, por encima de intereses partidistas o sectoriales.
Hemos rechazado la injusticia de la política migratoria y la insolidaridad de las comunidades autónomas que no aceptan compartir la gestión de la migración y que condenan a miles de personas a vivir sin respeto a sus derechos humanos. Rechazamos que Gran Canaria se convirtiera en isla cárcel. Nos hemos plantado también siempre que se ha intentado ningunear nuestros intereses o generar discriminaciones que nos perjudiquen.
El Cabildo de Gran Canaria ha recuperado el liderazgo que necesita la isla. Es el principal inversor y dinamizador de la economía insular con más de 4.500 millones de euros en los planes que ejecuta la institución de manera directa o financiando a los ayuntamientos de la isla.
10. Estamos garantizando un Gobierno estable y honesto al servicio de Gran Canaria. Durante diez años hemos estado volcados en el servicio a la sociedad y las tormentas del exterior no han alterado la estabilidad de este gobierno de progreso.
Estas claves de gobierno nos han permitido alcanzar otros hitos históricos para Gran Canaria que repaso a vuela pluma: Salto de Chira, referencia mundial, clave para el agua y la energía; lideramos la penetración de las renovables en el archipiélago pasando de un 8% a un 25%; aprobamos el PIOT, tras más de veinte años de espera; avanzamos en la candidatura del Parque Nacional de Guguy; hemos impulsado un plan sociosanitario de más de dos mil plazas; la solidaridad internacional es más necesaria que nunca y hemos contribuido a hacer posible más de mil quinientos proyectos en países empobrecidos de nuestro entorno.
También estamos ejecutando las obras del nuevo Centro Insular de Deportes y pronto empezaremos las del nuevo Estadio de Gran Canaria; hemos conseguido ser sede del Mundial de Fútbol, del Mundial de Rallies y de otras muchas competiciones estatales e internacionales. También la música, el teatro, la ópera o la OFGC se han afianzado en el sentir colectivo de la isla y en nuestra proyección internacional; antes de final de año se empezarán las obras del nuevo e icónico edifico de Infecar y desarrollaremos el Plan Parcial ya aprobado; los platós audiovisuales está contribuyendo a un importante desarrollo del sector audiovisual; el radiotelescopio de Temisas nos coloca en el mapa internacional de la investigación.
Tengo que dar las gracias a las formaciones políticas que desde 2015 prestan apoyo a este programa de gobierno, y sobre todo a las consejeras y consejeros que han priorizado su compromiso con la ciudadanía que nos eligió para cumplir una tarea de la que no nos hemos desviado. Agradezco profundamente su lealtad e integridad. Y debo reconocer igualmente el fiel cumplimiento de los trabajadores y trabajadores públicos y su compromiso con la institución y la isla.
Por todo ello estamos en condiciones de devolver en trabajo y progreso la confianza recibida con el apoyo de la ciudadanía durante tres convocatorias sucesivas. Gracias Gran Canaria.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria. Islas Canarias.
Necesitamos que la reflexión y la pausa se impongan a las prisas. Cerrar por un instante los ojos e imaginar el vuelo del pinzón azul entre los pinares de Inagua. Es una imagen casi onírica y sin embargo obstinadamente real que invita a fusionar ensueños y objetivos tangibles. Por eso, cuando la ciudad corría y consumía la mañana, quisimos, hace unos días, detener el tiempo para que se escuchara en el mismo centro de la capital insular el latido de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria en su vigésimo aniversario. Lo hicimos a través de una muestra de paneles informativos y fotografías que a partir de ahora recorrerá distintos puntos de la isla para divulgar su significado. La efeméride supone también un recordatorio, porque la preservación de los valores naturales y humanos que atesora esta figura UNESCO es una responsabilidad colectiva. Y es preciso poner la máxima atención en su cuidado, porque contiene las llaves del futuro
La Reserva de la Biosfera de Gran Canaria funciona como un incansable laboratorio de evolución de la vida ya que existe tal concentración de endemismos que está catalogada como ‘punto caliente de la biodiversidad’ en el mundo. De hecho, la información del Banco de Datos de Biodiversidad de Canarias (BIOTA) indica que en el territorio de la RBGC se han registrado 6.084 especies. Un total de 4.170 son nativas, 1.024 de ellas endémicas. Se distribuyen por el amplio espacio declarado Reserva de la Biosfera el 29 de junio de 2005. Hablamos de más de 103.000 hectáreas, casi 66.000 de ellas terrestres, que abarcan el 42% del territorio insular y de una franja marina de otras 37.000 hectáreas.
No obstante, las claves que citaba anteriormente están custodiadas en la memoria y el conocimiento de la realidad que pisan las personas que habitan este espacio de la declaración, alrededor de 16.000 habitantes que suponen menos del 2% de la población total de Gran Canaria. Sin embargo, su importancia para el modelo sostenible que defendemos para la isla es incuantificable, sobre todo cuando los desafíos guardan relación directa con el despoblamiento, la adaptación al cambio climático, la vivienda, la mejora de la calidad de vida o la gestión del uso público en iconos naturales.
Este llamamiento al equilibrio cobra una dimensión especial en un momento histórico en el que nuestra isla avanza en conservación y preservación y, a la vez, proliferan a nuestro alrededor movimientos que aspiran a pasar por encima de la naturaleza y de los rasgos de identidad de los pueblos, subidos al carro del capitalismo desaforado y la uniformidad global. Crecen como la maleza. Pero en Gran Canaria estamos preparados y preparadas para frenarlos. Y la Reserva de la Biosfera es una de nuestras herramientas más valiosas.
Esta figura de la UNESCO, como bien sabemos, supone un reconocimiento internacional a la histórica y particular simbiosis entre la naturaleza y las personas que han habitado y habitan este territorio. Pero entraña sobre todo la responsabilidad de mantener un legado que nos brinda además la oportunidad de extraer conclusiones valiosas en este contexto de retos sociales y ambientales.
El acento debe ser puesto sobre la sostenibilidad y sobre las personas que habitan la Reserva de la Biosfera. Porque ellas son el rostro del paisaje. Y también el rastro, el surco correcto a seguir. Hacia ese lugar ha dirigido el foco en la última década la gestión del Gobierno insular, que además ha reforzado los recursos disponibles a través de la estructura que conforma el Instituto para la Gestión Integrada de la Reserva de la Biosfera y el Patrimonio Mundial.
Este instituto responde a la necesidad de gestionar de forma integrada un territorio que ha sido distinguido por la UNESCO con dos reconocimientos internacionales simultáneos: la Reserva de la Biosfera y el Patrimonio Mundial al Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, este último desde 2019.
La experiencia de Gran Canaria es única en España y excepcional a nivel internacional, donde apenas existen precedentes comparables. Uno de los más reconocidos es el caso de la isla de Jeju (Corea del Sur). Esta singularidad sitúa al instituto, y con ello a la isla, en la vanguardia de la gobernanza territorial mundial, como referente en la gestión coordinada de figuras UNESCO.
La gestión de una Reserva de la Biosfera requiere armonizar ámbitos tan diversos como el medio ambiente, el turismo, la agricultura, el patrimonio, la cultura, la igualdad o el desarrollo rural. El instituto responde a esta necesidad mediante una estructura institucional anclada en el centro neurálgico del gobierno insular, que articula políticas públicas desde una visión ecosocial, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el modelo de Ecoísla y la Agenda 2030.
El salto presupuestario es uno de los hitos más notables: en 2015 la gestión de la RBGC contaba con apenas unos 100.000 euros. En 2025, el presupuesto asignado supera los 9,6 millones de euros, y ya se han ejecutado más de 5 millones en el primer semestre del año. Este crecimiento (superior al 7.700%) ha sido clave para profesionalizar la gestión, escalar proyectos y ampliar su alcance territorial y social.
Este impulso económico se ha traducido en un fortalecimiento organizativo. El instituto cuenta con un equipo técnico multidisciplinar integrado por 22 biólogas, geógrafos, juristas, economistas, arqueólogos o arquitectos, entre otros perfiles, y una dotación administrativa estable. Esta estructura permite afrontar con solvencia los retos de planificación, ejecución de fondos europeos, cooperación interinstitucional y atención directa a la ciudadanía.
También posibilita una Reserva de la Biosfera viva con la reactivación del Consejo Rector, el Consejo Científico y el Consejo de Participación Pública. A ello se suma el apoyo directo a la sociedad civil con líneas específicas de subvenciones a entidades sin ánimo de lucro, dirigidas a colectivos locales en ámbitos como la educación ambiental, cultura, agroecología, restauración patrimonial o innovación social. Estas ayudas consolidan un ecosistema cívico comprometido con el territorio.
Y vemos signos claros de que esa sintonía se ensancha. Hace un mes, por ejemplo, el Cabildo amplió la convocatoria de ayudas a proyectos en la Reserva de la Biosfera y el Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria para dar respuesta a más de 40 iniciativas de gran interés para los objetivos comunes que perseguimos.
En el terreno de la sensibilización, las ecoescuelas están haciendo posible que la población infantil tome contacto con las raíces y se involucre lo antes posible con modelos de relación respetuosos con el medio ambiente. Lo mismo sucede con iniciativas como ‘Creando Comunidad Biosfera en Gran Canaria’, que renuevan y extienden la savia de este gran árbol colectivo.
Al mismo tiempo, hemos vivido acontecimientos que apuntalan la divulgación y el disfrute sostenible del territorio a través de los Senderos de Gran Recorrido o de la apertura del Centro de Interpretación de Degollada de Becerra, una nueva ventana a la historia escrita en paisaje. Porque primero fue el fuego que rasgó el océano, allí donde no había nada. Luego la roca, el paisaje. Y luego la aventura humana sobre el Atlántico.
Me gustaría recalcar el trabajo de las y los profesionales que hacen realidad las propuestas de acción. Porque sabemos que tienen muy en cuenta el sentimiento de los hombres y mujeres de esta tierra y la supervivencia de testimonios de resiliencia que nos sirven de inspiración. De hecho, el refuerzo de las acciones en los últimos años nos ha permitido estrechar los vínculos con la realidad rural y costera; colaborar con los municipios y, sobre todo, escuchar a quienes saben y viven el territorio en la búsqueda de oportunidades de desarrollo compatibles con la conservación.
El vigésimo aniversario invita a celebrar el camino recorrido y señala el horizonte. Hoy, en definitiva, festejamos y nos comprometemos a insistir en el trabajo, porque la isla y el futuro así lo demandan. Quiero hacer un llamamiento al conjunto de la ciudadanía para que camine, sienta, respire y se sumerja en la Reserva de la Biosfera que con tanto orgullo y cuidado festejamos. Será una manera de adentrarse en nuestro propio interior, de conocernos mejor y de contribuir a mantener con vida todo aquello que nos da sentido y perspectiva. Como un espejo, y no como un espejismo. Con el aleteo capaz de frenar el tiempo e inspirar al mundo con la grandeza de lo aparentemente frágil. Así debe seguir volando el pinzón azul por el pinar. También nuestros fundados sueños de un mañana mejor.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria. Islas Canarias.
Las Islas Canarias conforman un archipiélago situado a poco más de 100 kilómetros de la costa africana. Aquí habita una sociedad acostumbrada a los flujos migratorios. En algunos momentos de su historia la situación económica y política ha obligado a parte de su población a migrar en busca de nuevas oportunidades. En las últimas décadas hemos sido tierra de oportunidad para personas de diferentes latitudes que han encontrado aquí un lugar para vivir. En concreto, en las tres últimas décadas se ha sumado una circunstancia que nos tiene en constante alerta y alarma: el intento por llegar a Europa y sobrevivir de personas que salen en cayuco, pateras o neumáticas de los diferentes países vecinos de las islas, principalmente Marruecos, el Sahara Occidental, Mauritania y Senegal
El Estado español gestiona, con negligencia sostenida en el tiempo, esta frontera de su territorio y, además, toma decisiones sobre ella de espaldas a las instituciones que democráticamente hemos elegido las personas que aquí vivimos. El artículo 144 de nuestro Estatuto de Autonomía, aprobado en el Parlamento de Canarias y refrendado en el Congreso de los Diputados, dice: La Comunidad Autónoma de Canarias participará en las decisiones del Estado sobre inmigración con especial trascendencia para Canarias, dada su situación geográfica, a través de los órganos de coordinación previstos en la legislación sectorial y, en particular, la participación preceptiva previa en la determinación del contingente de trabajadores extranjeros a través de los mecanismos previstos en el presente Estatuto. Y lo cierto es que se han tomado decisiones que afectan directamente a esta ruta migratoria o se ha llegado a acuerdos con países terceros en los que la voz de Canarias no ha sido tenida en cuenta y ni siquiera hemos sido consultados. No hablamos de insolidaridad, sino del fino retrato de la percepción colonial por parte del Estado de un territorio de ultramar como Canarias.
Mientras, la Unión Europea ha levantado muros y externalizado fronteras sin que este archipiélago anclado en medio del Atlántico reciba el apoyo necesario para atender a quiénes huyen de la pobreza, de la violencia o el cambio climático. Tampoco se ha aprobado la inversión necesaria en origen para facilitar su desarrollo y revertir una situación que mata e invisibiliza a miles de personas en un Océano Atlántico convertido en una desgraciada fosa común.
La irresponsabilidad del Gobierno de España, el desprecio del PP a su participación en la búsqueda de soluciones, el portazo de todas las comunidades (salvo Cataluña y País Vasco) a compartir la acogida de menores y la percepción de que en esta materia desde la UE se trata a Canarias como un territorio de segunda, está generando enormes frustraciones en la ciudadanía.
No estamos ante algo atribuible a una emergencia transitoria, a un momento puntual. Por esta frontera sangra la humanidad desde hace décadas y la intensidad de la herida ha aumentado en los últimos años. Según datos de ACNUR, en 2023 arribaron a las islas más de 39.000 personas. Para el Ministerio del Interior del Gobierno de España en 2024 arribaron 46.483 personas. La respuesta del Estado sigue anclada en una óptica de emergencia. Y esa óptica condiciona el desarrollo sostenible de los flujos migratorios y es culpable de que la reacción haya sido lenta, improvisada y, en no pocos casos, inhumana. Y Canarias, en este tiempo, se enfrenta a centros de acogida saturados, falta de recursos sanitarios en determinados puntos del archipiélago y una creciente tensión social alimentada por el abandono institucional. La crisis de los cayucos del 2006 ha sido ampliamente superada.
El filósofo Santiago Alba Rico en su artículo Europa, fortaleza sin puertas afirma que “Europa no externaliza solo sus fronteras; externaliza también su suciedad, su culpa y su violencia. Y lo hace hacia el Sur, como siempre, porque el Sur no es una dirección geográfica sino una jerarquía histórica. Los mismos países que esquilmaron África durante siglos le exigen ahora que custodie sus fronteras y reciba sus deportaciones”. España, como puerta de entrada a la Unión Europea, ha firmado acuerdos con países africanos para frenar las migraciones, pero no ha desarrollado un sistema digno de acogida en Canarias, ni cumple con el auto del Supremo que le obliga a acoger menores solicitantes de protección internacional que están en Canarias, ni tampoco ha logrado una coordinación efectiva para una distribución equitativa entre comunidades autónomas que garantice la igualdad entre niños y niñas migrantes acogidos en las islas. Se aplica una suerte de contención forzosa a los menores de edad sin referentes adultos.
La periodista y activista Helena Maleno, de Caminando Fronteras, acierta cuando denuncia que Canarias es el laboratorio de las políticas migratorias más crueles. Se deja a las personas en condiciones infrahumanas para disuadir a otras de venir, pero eso no resuelve nada. Solo multiplica el sufrimiento.
Esta insolidaridad sostenida en el tiempo no solo afecta a las personas migrantes expuestas a la necesidad, muerte y situaciones de exclusión social debida a la mala gobernanza de los flujos migratorios. También a la población canaria. Los municipios, los cabildos y el Gobierno de Canarias asumen una cobertura de la emergencia con inversiones necesarias y urgentes y la xenofobia encuentra en esta situación un sustrato abonado por la inacción y la falta de respuesta. El sociólogo Sami Naïr, especialista en movimientos migratorios, viene señalando en reiteradas publicaciones que cuando un territorio es usado como muro y luego ignorado se genera un caldo de cultivo para el resentimiento. En su libro El porvenir de la movilidad humana deja claro que "la gestión represiva de las migraciones no solo fracasa, sino que alimenta el racismo y la fractura social. La solidaridad debe ser material, no retórica”. O dicho de otra forma debe traducirse en recursos y corresponsabilidad.
Desde el Cabildo de Gran Canaria, a través del programa Gran Canaria Convive, estamos trabajando de cerca con los municipios para atender las demandas locales vecinales. Lo estamos haciendo desde un enfoque intercultural y de proximidad, sabiéndonos parte de un mapa global migratorio pero sin dejar de atender la demanda local.
En los últimos meses ha habido un pronunciado descenso de las llegadas por costa, pero aún así y a la espera de conocer si es una tendencia que se consolida por la cierta estabilización de nuestro entorno, necesitamos un sistema de acogida digno, claro, financiado por el Estado, con centros adecuados y protocolos actualizados. Conviene que los mecanismos de distribución de menores estén activados para evitar la saturación en frontera. Conviene que el Estado se implique de forma más decidida en políticas de cooperación con nuestros países vecinos y que se defienda sin complejos que esta inversión no solo repercute en el beneficio de países terceros, sino también en el propio. Y conviene alinear a las fuerzas políticas canarias en una mayor presión sobre la Unión Europea y España para que respalden estas políticas de forma decidida y entiendan que solo por la represión no se va a lograr una gestión óptima de los flujos migratorios. Que entiendan que no somos su patio trasero, ni su laboratorio de políticas migratorias, ni carceleros de sus sueños de homogeneidad racial.
Las africanas Islas Canarias representan en estos momentos un reflejo de las contradicciones de Europa. Si España y la Unión Europea creen en los Derechos Humanos deben actuar con coherencia. No basta con llorar las tragedias en el Atlántico mientras se abandona a los que llegan vivos. Les pido que cumplan con el Estatuto de Autonomía, que cumplan con el auto del Supremo, que activen el mecanismo de distribución de menores migrantes sin referentes adultos y que dejen de tratar a Canarias como una colonia. Y que si no lo hacen, que asuman responsabilidades. Mientras no asuman su responsabilidad, la insolidaridad seguirá siendo una herida abierta que sangra y llora en el Atlántico.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria. Islas Canarias.
El arte es una seña de identidad de los pueblos. Desde el inicio del poblamiento de la isla podemos distinguir a través de él nuestra identidad isleña, atlántica y universal. Esa certeza forma parte de la tradición historiográfica recogida en las crónicas de la conquista, posteriormente documentada en la Ilustración del siglo XVIII a través de Viera y Clavijo, y también en el XIX con los trabajos iniciados en la etapa del romanticismo, con figuras de la talla del doctor Gregorio Chil y Naranjo junto a Agustín Millares Torres. Ellos confirman y reafirman esa cultura propia con la creación de la Sociedad Científica El Museo Canario
El jueves pasado inauguramos una exposición que nos conduce por esa tradición a través de los Millares Sall, una familia profundamente ligada al arte, la creación y al compromiso social. La saga comenzó con Millares Torres y ya ha superado las cinco generaciones enriqueciendo la cultura isleña y universal desde nuestra isla. Contra aquel historiador, compositor y escritor comienza -también- la hostilidad de los poderes más reaccionarios de nuestra sociedad hacia los valores que defendió y representó esta familia. Una persecución que ha formado parte del patrimonio de los Millares.
La publicación de la ‘Biografías de canarios célebres’ y de la ‘Historia de la inquisición en Canarias’ fue el detonante de su desencuentro con representantes de la iglesia molestos por la divulgación de actividades pocos cristianas que realizaban sus prelados. El enfrentamiento tiene su más doloroso episodio en la persecución que marcó la vida del profesor Juan Millares Carló, quien perdió su empleo por el acoso obsesivo del párroco Manuel Socorro y su ‘caza de brujas’ contra el patriarca de los Millares Sall y otras figuras, entre las que destaca el escritor Agustín Espinosa.
No se puede entender la obra colectiva de los Millares Sall sin recordar que se les condenó al exilio interior en su isla, sin otra forma de expresión o sustento que su arte. Y así queda reflejado en las salas del CAAM con cada pieza y recuerdo de una vanguardia que define un ciclo definitorio del arte en Canarias.
La próxima apertura del Museo de Bellas Artes de Canarias (MUBEA), ha estado precedida de grandes muestras que anticipan la grandeza de nuestra Isla de Arte. Entre ellas podemos citar ‘La huella y la senda’, el centenario de la Escuela Luján Pérez, la propia ‘Isla de Arte' que anticipó parte del patrimonio que atesora el Mubea o la presencia de nuestros artistas en el Reina Sofía.
Han sido actuaciones que nos han permitido estudiar e identificar gran parte de nuestro patrimonio artístico del que queda mucho por conocer. Pero, sobre todo, van a hacer posible el que nos adentremos en nuestra historia, en los acontecimientos que dan lugar a ese arte comprometido y descubrir cómo el arte superó la tragedia y la dictadura.
En un trabajo publicado por la profesora de Historia del Arte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Ángeles Alemán Gómez, con el título "'Mutilados de paz', “Homenaje al padre represaliado por la dictadura", se describe la reacción de los hijos e hijas de los Millares Sall por la situación en la que queda su padre. Con esa alusión al sufrimiento paterno y materno se denominó la serie pictórica que realizó su hijo Manolo, coincidiendo con los momentos finales del patriarca, tras décadas de castigo.
Sin embargo, la injusticia construyó entre la prole y sus progenitores un refugio de arte que permitió desarrollar varias de las capacidades artísticas de estos niños. Vivieron una guerra que sepultó la cultura y el pensamiento libre bajo la intolerancia y el desprecio a los derechos humanos.
La carpeta 'Mutilados de Paz' fue presentada en la Pierre Matisse Galery de Nueva York, con un poema de Rafael Alberti, que retrata en uno de sus versos los “callados alaridos que lastiman tanto como el silencio”. El viaje de regreso de Manolo a Madrid desde Nueva York coincide con el fallecimiento de Juan Millares Carló. El impacto en toda la familia es devastador.
Lo podemos comprobar en los retratos, poemas, composiciones y escritos que todos los hijos dedican al padre, poniendo el máximo cuidado en su memoria, como la lápida de piedra rojiza de Tindaya que destaca en el cementerio de Vegueta, con un poema del propio Millares Carló que hoy resuena con mayor vigor:“La mano que estas líneas escribe/en tiempo no lejano estará inerte/cuando la hora final, al fin arribe/lo que haya de quedar será más fuerte”.
Se conjuraron para restablecer la dignidad que en aquellas décadas arrebataron a Juan Millares Carló. Manolo lo explica en una carta a su hermano Agustín: “Don Papas está tranquilo porque sabe que, aunque ese día no llegue, nosotros hemos asumido la tarea de arrancarle día a día, con nuestra actividad, todas las cochinas púas que le han venido clavando en estos últimos 28 años”.
En este año, cuando se cumplen seis décadas de la muerte del patriarca de los Millares Sall, descubrimos el alma y la personalidad colectiva de esta generación. El resultado de la exposición es la descripción visual de cómo su arte es rebeldía enfrentada a las condiciones más difíciles de opresión y exilio interior, donde la dictadura era más asfixiante.
La represión no pudo doblegar la voluntad creativa y colectiva. Al contrario, esta exposición ‘Millares Sall. Creación plástica’, demuestra hasta qué punto llegó su compromiso. Un éxito del espíritu y la libertad frente a la tiranía y el despotismo que nos debe servir de ejemplo y compromiso para el presente y el futuro, para que no volvamos a vivir la injusticia y el drama de quienes son perseguidos por sus ideas. Quiero felicitar y agradecer al comisario Celestino Hernández su visión y su enorme trabajo para mostrarnos en toda su amplitud la aportación original de la saga al enriquecimiento del patrimonio y la cultura canaria..
Sabíamos que debíamos dar a conocer en su isla esta otra perspectiva, casi foránea o externa sobre los Millares Sall. Lo entendíamos como una forma de celebrar su raigambre y el importante legado que aporta al desarrollo cultural de las islas. Tiene mucho que ver con la voluntad de sus descendientes, quienes reconocían en el entorno familiar que el sufrimiento de su padre pertenecía a “un mal crónico que viene de muy atrás y no se paga con un galardón sino con una manifestación de desagravio”.
Ese proceso de reparación comenzó con el despliegue artístico realizado por sus hijos, con exposiciones, ediciones, conciertos... creando una gran manifestación artística y de amor que arropó a sus padres. El regreso del exilio del hermano, Agustín Millares Carló, hace 50 años, para ser nombrado por el Cabildo de Gran Canaria director del Plan Cultural de la Mancomunidad Provincial, es parte de esa restauración de la dignidad de los Millares Sall, siendo esta corporación una de las instituciones que más ha contribuido a ese proceso.
En 1975, aquel Plan Cultural publica la obra póstuma 'En el silencio grave' y en 2007 el Cabildo colabora en la edición de los cuatro tomos de las Obras Completas de Juan Millares Carló, gracias a la recuperación por sus nietos de su amplísima producción de poesía, ensayo, romances, teatro y cómics, con el análisis realizado por Selena Millares Martín. Otra espina menos. Asimismo, el Cabildo se honra de contar con la presencia de esta saga en su catálogo de ediciones y en numerosas acciones artísticas, a partir de 1975, junto a una amplia lista de reconocimientos a miembros de esta familia. También han recibido los máximos honores y distinciones de nuestra institución, al ser designados Hijos Predilectos, Roque Nublo de Oro y Plata, Can de Plata. Y, ahora, esta exposición con la que acallamos, por fin, esos “alaridos que lastiman tanto como el silencio”.
No se puede entender la creación de los Millares Sall sin el contexto en el que brotó, ni Gran Canaria puede reconocerse sin incorporar el legado excepcional de esta familia que tanto ha contribuido a consolidar nuestra realidad de isla cosmopolita, creadora y rebelde.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria. Islas Canarias.
Néstor Martín-Fernández de la Torre se sumergía con cristales al otro lado de la Barra de Las Canteras. Lograba contemplar con otra mirada lo que ocultaba el mar más allá del arrecife. Era su modo de mirar la vida y el océano y así lo plasmó en la icónica serie pictórica ‘Poemas del Atlántico’. A ese océano y su indisociable relación con la isla le cantaron con fruición Tomás Morales, Alonso Quesada o Saulo Torón, los tres, además, trabajadores portuarios
Estas pinceladas me sirven para dirigir el mirafondo hacia la dimensión social, cultural, económica y medioambiental que posee el mar para Canarias y en especial para Gran Canaria. He mencionado a artistas cuyo legado ha quedado grabado en libros y lienzos, pero quiero remarcar la herencia tantas veces anónima que nos han dejado los hombres y mujeres que durante siglos han convivido con las aguas que nos rodean, porque estas personas han escrito nuestra historia con tinta ensalitrada. Me viene a la cabeza la memoria de los barcos saliendo del refugio al amanecer mientras las primeras luces del día encendían las fachadas de las casas de los barrios altos, pintadas con la misma pintura que protegía el casco de los botes pesqueros. Pienso en aquel saber marinero, el que conocía los manantiales de los riscos entre La Aldea y Veneguera y de los que se servían cuando se acaba el agua a bordo. Era una muestra del cordón umbilical establecido entre la costa y la tierra en Gran Canaria.
El Cabildo es consciente de la importancia del medio marino para un territorio que no solo mira, protege, vive y ama el mar, sino que además está definido por su condición de isla rodeada de mar. Así ha sido desde que emergió de su fondo y llegó a ser el escenario de una aventura humana con rasgos únicos y marcadamente atlánticos. Somos orilla y somos horizonte porque somos una entidad social en medio de las aguas. En este contexto, sobresalen en la superficie dos elementos que me parecen fundamentales. El primero es que no podemos ser una nave a la deriva. En segundo lugar, y como subrayan cada vez más voces científicas, el futuro será azul o no será. Precisamente por eso, nuestro proyecto de Ecoísla se apoya cada vez con más fuerza sobre las actividades relacionadas con el medio marino para levantar una isla autocentrada y sostenible con una combinación de usos tradicionales, estrategias insulares y tecnologías de última generación.
Es, además, el mejor puerto de salida para nuevas e ilusionantes oportunidades de formación y empleo en el ámbito de la economía azul, para la diversificación, la seguridad hídrica o la soberanía alimentaria. Y, por supuesto, para seguir la hoja de ruta de quienes nos precedieron y nos dejaron su ejemplo de relación con el mar, con este ser cambiante, vivo, a veces irascible, pero siempre generoso, que nos abraza y nos condiciona, pero que nos ofrece al mismo tiempo opciones tan infinitas. Las mareas de las agendas insular e internacional nos conducen hacia un mismo lugar y revelan el liderazgo de Gran Canaria en el desarrollo de la economía azul (que hoy supera el 8% del PIB insular) las políticas de conservación del medio marino y la adaptación a los efectos sobre los enclaves costeros del cambio climático, además de como foro para el debate.
Gran Canaria acogió recientemente las I Jornadas Internacionales sobre Áreas Marinas Protegidas del Atlántico Centro Oriental. En este marco, tuve la ocasión de exponer, ante una nutrida comunidad científica y de especialistas, el crecimiento de las iniciativas sectoriales relacionadas con el medio marino.
Uno de los proyectos más ilusionantes es la creación del Parque Nacional de Guguy que, además de la protección de un cardonal y tabaibal único en el mundo, abarca un espacio marino de gran valor que distinguirá a este enclave como el primero de España que combina espacios terrestres y marinos. Su modelo combinado se aprovecha de la experiencia y el espíritu de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, que celebra en junio su vigésimo aniversario. Incluye más de 30.000 hectáreas marinas y ha sido nuestro faro para no encallar en el olvido y tener presente el necesario equilibrio entre la actividad humana y el mar. En otros tiempos, según atestigua la toponimia, hubo quien recorría el pie de los acantilados en busca de ámbar, el oro del oceáno. Hoy sabemos que avanzar económicamente en azul es un tesoro al alcance de la mano.
El Gobierno de la isla rema a favor de la economía azul en estrecha relación con la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, una fuente permanente de investigaciones que contribuyen a su protección y sostenibilidad, al igual que el Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global, el Instituto Canario de Ciencias Marinas o el Banco Español de Algas. Esta concentración de conocimiento de la que puede presumir la isla cristaliza también en el Instituto Universitario ECOAQUA.
Estamos impulsando el puerto de Taliarte como un espacio clave para la investigación, la pesca tradicional, la acuicultura y los deportes náuticos. Ahí comprobamos hace muy poco las oportunidades laborales que se abren para nuestra juventud en las jornadas de puertas abiertas del centro de entrenamiento marítimo del Grupo Stier.
En la última década, el Cabildo ha contribuido a extender este mar de conocimiento con ayudas directas a entidades que desarrollan actividades de I+D+i en el medio marino, incluido el apoyo a la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) para la contratación de personal altamente especializado. Igualmente, hemos colaborado con el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) en el desarrollo de proyectos tecnológicos en materia de desalinización, además de financiar programas para potenciar el talento científico. Por otro lado, el proyecto Bioasis del Cabildo en la Incubadora de Alta Tecnología en Biotecnología Azul y Acuicultura respalda a más de 30 empresas emergentes que desarrollan propuestas innovadoras.
Nuestro puerto de La Luz y de Las Palmas reafirma su liderazgo en el Atlántico Medio. Hemos crecido casi un 10% en TEUS/Contenedores, un 7, 22% en mercancía en general y un 22,84% en avituallamiento. Gran canaria se consolida en Canarias y en el Atlantico Medio como centro neurálgico del transporte, la logística y los servicios portuarios. Fimar nos mostrará, igualmente, a principios del próximo mes, otras maneras de relacionarnos con el océano a través de la náutica o los deportes marinos donde somos líderes mundiales, donde tantos triunfos internacionales hemos alcanzado.
También en fechas muy recientes, tuve ocasión de presentar la planta fotovoltaica de la Cofradía de Arguineguín, dentro del plan insular para hacer más rentables y sostenibles las instalaciones del sector primario. La pesca tradicional y la acuicultura emergente conforman un binomio clave para la protección y la soberanía alimentaria. El goteo es incesante. Y, poco a poco, se convierte en una ola que llega a la orilla para remover cimientos y crear otros nuevos. En 2027 será realidad el centro polifuncional para el desarrollo de actividades innovadoras en servicios marítimos y portuarios que promueve en el puerto la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (Spegc). Y, junto a la Autoridad Portuaria y el ITC, participamos en el proyecto de la planta de producción de hidrógeno verde destinada al tráfico en el Puerto de la Luz. Igualmente, Gran Canaria ha sido elegida como el primer lugar de España para implantar la eólica marina, que potenciará también nuestra industria naval.
Hay un cofre de especial valor bajo las aguas que nos bañan. Porque dentro se esconde una llave crucial para nuestra supervivencia. Las aguas desaladas del proyecto Salto de Chira no solo nos proporcionarán seguridad energética y una penetración de las renovables que rondarán el 60%. Los caudales excedentarios que regarán las cuencas de la cumbre procederán del mar. Y encuentro algo especialmente sugerente en ello, ahora que sabemos, gracias a los estudios del convenio entre el Cabildo y la ULPGC sobre el poblamiento y la evolución humana de la zona declarada Patrimonio Mundial, que la población aborigen incorporó a su alimentación lapas y otros recursos marinos.
El tiempo es cíclico. Pero también se agota. Y el tiempo para hacer frente a los retos del calentamiento global es ahora. Si no cuidamos el mar, estaremos hablando de hacer castillos en el aire. O, mejor dicho, castillos sobre la arena que se llevará el ascenso del nivel de los océanos. Literalmente. Este año, el Seminario de Comarcas Sostenibles de la Mancomunidad del Sureste se centró justamente en este hecho. En su inauguración, subrayé que el nivel del mar está aumentado en Canarias a un ritmo de entre 2,5 y 3,5 milímetros al año, a lo que se suma la progresiva elevación de la temperatura.
Los factores de riesgo costero son una parte esencial de la estrategia de adaptación y mitigación al cambio climático del Cabildo, que además despliega ahora mismo actuaciones concretas. Es el caso del LIFE COSTAdapta para una intervención integral de adaptación basada en soluciones naturales, participación ciudadana y tecnología avanzada de simulación costera. O del proyecto Natalie para ejecutar el primer Sistema Urbano de Drenaje Sostenible (SUDS) insular a gran escala, una infraestructura verde para gestionar el agua de lluvia y adaptarnos a fenómenos meteorológicos extremos. Cada euro invertido en prevención puede evitar hasta 14 euros en costes de reparación y recuperación, si actuamos a tiempo. El coste de no hacer nada, o de llegar tarde, es infinitamente mayor.
Nuestra participación en la Misión de Adaptación de la UE refleja ese compromiso, evidenciado en la presencia de una delegación del Cabildo en la reunión de Wroclaw (Polonia) el pasado 20 de mayo. Tengo otras fechas subrayadas en el calendario. El próximo 8 de junio es el Día Mundial de los Océanos. Y el día 9 comienza la Conferencia de la ONU sobre los Océanos en busca de un acuerdo global para mares más saludables. Aquí, en Gran Canaria, ya hemos clavado esa bandera en el arenal. Nuestro futuro será azul o no lo será.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria. Islas Canarias.
La semana pasada publiqué un artículo en este mismo medio dando cuenta de los datos de la evolución socioeconómica de Gran Canaria en el último año. Resumía lo trasladado al pleno del Cabildo durante el debate sobre el estado de la isla. Ahora les hago llegar un segundo texto, que completa el de la semana pasada, donde abordo las principales políticas públicas llevadas a cabo en el último año que sustentan el modelo de isla que estamos construyendo
Gran Canaria está experimentando una transformación liderada por un modelo que ha dejado de ser eslogan para convertirse en acción: la ecoísla. Esta estrategia busca garantizar un desarrollo resiliente, autosuficiente y adaptado a los desafíos del siglo XXI. Más allá de las palabras, hoy ese concepto se traduce en obras, programas y datos que avalan el rumbo emprendido.
La transición energética es uno de los pilares más visibles. El proyecto Salto de Chira, cuya ejecución se aproxima al 50%, simboliza esta apuesta. Concebido como una “gran batería” verde, permitirá duplicar el peso de las energías renovables en el mix energético insular, superando el 50% de penetración. Con una inversión que ronda los 589 millones de euros, esta infraestructura no solo tiene valor técnico: también es un ejercicio de memoria histórica y de respeto al entorno, al aprovechar las presas que en su día protegieron a la isla del desabastecimiento hídrico. Pero no se trata de un proyecto aislado. La implicación de miles de grancanarios y grancanarias en el autoconsumo, las comunidades energéticas y la expansión de instalaciones fotovoltaicas y eólicas está permitiendo que la isla lidere —tras El Hierro— la transición hacia un modelo energético limpio y descentralizado.
Esta lógica de soberanía también se extiende al agua. A pesar de un contexto de sequía persistente - es la quinta isla en la que menos llueve- Gran Canaria ha logrado evitar la declaración de emergencia hídrica, gracias a un esfuerzo de planificación y a la inversión sostenida en infraestructuras. El Consejo Insular de Aguas ha aportado 15 millones de metros cúbicos al sector agrícola, casi la mitad procedente de fuentes regeneradas. La modernización de estaciones depuradoras y de plantas desaladoras refuerza la capacidad de la isla para gestionar este recurso esencial con eficiencia y responsabilidad.
A esta estrategia hídrica se suma una firme apuesta por la soberanía alimentaria. El Cabildo ha promovido una concertación sin precedentes entre productores locales, cadenas de distribución y administraciones para incrementar la producción y fomentar el consumo de productos kilómetro cero. Iniciativas como Gran Canaria Me Gusta o el impulso a la gastronomía autóctona no solo prestigian el producto local, sino que también dinamizan el sector primario y refuerzan la identidad insular.
El modelo de ecoísla también tiene su traducción en la movilidad. La gratuidad del transporte público ha tenido un impacto contundente: 104 millones de viajes gratuitos en 2024, una cifra histórica que no solo alivia el bolsillo de la ciudadanía, sino que reduce emisiones y descongestiona las vías. Se han destinado 53 millones de euros a la digitalización y modernización del transporte público. En paralelo, el proyecto del tren de cercanías avanza con paso firme. Ya se ha finalizado su redacción técnica, se tramita la evaluación ambiental y se han iniciado las expropiaciones con una partida de más de 16 millones de euros. Un paso esencial hacia una isla más conectada y sostenible.
Y la sostenibilidad también implica cohesión social. Durante el último año, el Cabildo ha incrementado el presupuesto sociosanitario hasta los 176 millones de euros. Se han creado 1.026 nuevas plazas en atención a mayores, personas con discapacidad o con problemas de salud mental, alcanzando un total de 8.592 personas. Además, se han incrementado en 80.000 las horas de servicios de ayuda a domicilio y promoción de la autonomía personal, fundamentales para una sociedad del cuidado. Otro hito relevante ha sido el primer Concierto Social para la Atención a Menores Tutelados, que dará cobertura a 36 hogares de protección con una inversión de 119 millones en cinco años. Esta fórmula con entidades del tercer sector aporta agilidad y estabilidad a un servicio especialmente delicado y necesario. También comenzó su andadura el Servicio de Atención a las Víctimas de Ciberviolencia Machista.
Otro frente prioritario es la vivienda. Por primera vez en años, se han iniciado promociones de construcción pública impulsadas directamente desde el Cabildo. Se trata de 63 viviendas energéticamente eficientes, con una inversión de 9,4 millones, de los cuales más de 7 proceden de fondos propios. A esta acción se suma la rehabilitación de más de 500 viviendas, con lo que se duplica el parque de vivienda pública insular. A pesar de las limitaciones competenciales, esta política demuestra voluntad política y capacidad de respuesta ante una necesidad creciente.
La economía grancanaria se está diversificando. Sectores como la economía azul, que ya representa el 8% del PIB, la biotecnología marina, las energías renovables y las industrias creativas están ganando peso. En 2024 se rodaron en la isla más de 140 producciones audiovisuales con un impacto económico superior a los 90 millones de euros. El plató virtual del complejo audiovisual ya está operativo y atrae nuevas inversiones. La creatividad digital, las TIC, la I+D+i y proyectos como BIOASIS o SITGRAN consolidan un nuevo ecosistema productivo más robusto y competitivo. INFECAR es un buen ejemplo de esta dinámica. Ha acogido 150 eventos y más de 900 empresas expositoras en el último año, duplicando cifras anteriores. La futura construcción de un pabellón multifuncional, con estándares de sostenibilidad y calidad arquitectónica, reforzará su papel como nodo económico y cultural clave.
En el último año se ha aprobado también el Plan de Ordenación de Gran Canaria y planes territoriales como el del norte. Se ha estrechado la colaboración con las pymes actuando en las áreas industriales y en las zonas comerciales abiertas. También se ha impulsado Moda Cálida con su internacionalización. Igualmente se han iniciado obras viarias importantes como la que une Valsequillo con Telde.
El turismo, pese a la complejidad del escenario global, sigue mostrando fortaleza. Gran Canaria es líder en gasto por turista en Canarias en seis de los últimos siete años. En 2024, la isla superó los 6.000 millones de euros en facturación, un 10,5% más que el año anterior. Este crecimiento ha sido acompañado por estabilidad laboral, fruto de acuerdos entre patronales y sindicatos, y por una política insular que apuesta por un turismo sostenible y diversificado.
La cultura y el patrimonio son también ejes de esta estrategia transformadora. El Museo de Bellas Artes (MUBEA) está en su fase final de ejecución. La programación cultural ha llevado a cabo hitos como el centenario de Alonso Quesada o la retrospectiva sobre Martín Chirino. El Instituto de Gestión Integrada del Patrimonio Mundial ha inaugurado sus nuevas sedes, distintos centros de interpretación con una inversión de más de 13 millones en territorio protegido. Ha sido reconocido internacionalmente, consolidando la posición de Gran Canaria como referente en paisajes culturales.
En el ámbito deportivo, la isla se consolida como epicentro de grandes eventos. Ha sido confirmada como sede del Mundial de Fútbol 2030 y ha acogido competiciones de máximo nivel como la Copa del Rey de baloncesto o el Mundial de Rallies. Para afianzar esta propuesta, el Cabildo ha puesto en marcha un plan de modernización de instalaciones deportivas, con una inversión de más de 200 millones de euros, que incluye obras como el nuevo Estadio Gran Canaria, el Centro Insular de Deportes, la Ciudad Deportiva Gran Canaria, el Gran Canaria Arena y numerosas infraestructuras municipales.
La cooperación con los 21 municipios de la isla se refuerza mediante programas como el Plan Extraordinario de Inversiones, el Plan de Cooperación y el FDCAN. En conjunto, movilizan más de 800 millones de euros en actuaciones estructurantes. Además, Gran Canaria se reafirma como referente en cooperación internacional. Más del 0,7% del presupuesto insular se destina a proyectos de solidaridad en 25 países, en colaboración con más de 60 ONGs.
Finalmente, en el ámbito institucional, el Cabildo ha avanzado en modernización administrativa, planificación estratégica y gobernanza digital, al tiempo que mantiene su papel como voz de la isla ante instancias autonómicas y estatales, defendiendo cuestiones clave como la financiación de servicios sociosanitarios, la gestión migratoria o las infraestructuras estratégicas.
Nada de esto sería posible sin una gestión económica solvente. El Cabildo mantiene una ejecución presupuestaria del 82%, con un endeudamiento prácticamente nulo. Los presupuestos para 2025 ascienden a casi 986 millones de euros. A ello se suman más de 1.600 millones en planes de inversión en marcha, con efectos directos sobre el empleo y la actividad económica.
Gran Canaria es hoy una isla que no se conforma. Una isla que lidera porque tiene proyecto, alianzas, consenso y una ciudadanía cada vez más implicada en un destino común. Una isla que, lejos de la resignación, reivindica su centralidad en el Atlántico Medio como espacio de diálogo, innovación y sostenibilidad.
La semana pasada celebramos en el Cabildo de Gran Canaria el debate anual del estado de la isla. Es una oportunidad para comprobar si estamos avanzando en los objetivos que nos propusimos al asumir el gobierno progresista. Quiero compartir los datos para que las organizaciones sociales y el conjunto de la población tengan una visión de primera mano de la realidad de Gran Canaria
Estamos en condiciones de transmitir a las grancanarias y grancanarios buenas noticias de la evolución, durante el último año, de una isla dinámica en su actividad económica, que crece en servicios y derechos sociales, que mejora en sus infraestructuras y equipamientos, que atrae inversiones y eventos de repercusión mundial, que proyecta al exterior un modelo de desarrollo sostenible que la hace atractiva y consistente, que avanza en los elementos sustanciales de la ecoísla y la diversificación económica, en la dimensión energética, hídrica, alimentaria, económica, social, cultural y medioambiental.
Para refrendarlo, tenemos, entre otros, los grandes ejemplos de Salto de Chira, de los centros sociosanitarios, del nuevo Estadio de Gran Canaria o el Centro Insular de Deportes, del inicio de la construcción de viviendas, del Museo de Bellas Artes, del nuevo Infecar en proyección, de los platós cinematográficos, del radiotelescopio de Temisas o de un ambicioso plan de obras municipales que visibilizan un gobierno insular que relaciona fines y medios.
Y es clave en esta estrategia la colaboración con la iniciativa privada y social para apoyar sus ideas, sus proyectos y que encuentren en el Cabildo la institución fiable que prioriza en sus decisiones el desarrollo y el progreso de Gran Canaria. Las iniciativas en investigación universitaria, economía azul, energías renovables producción audiovisual son claros ejemplos de esta complicidad que está dando frutos visibles.
Nos encontramos con una isla que progresa de manera equilibrada, que huye del desarrollismo que destruye recursos y no es sostenible, que prioriza las acciones sobre elementos esenciales que garantizan un futuro a largo plazo, evitando el cortoplacismo, que quiere garantizar derechos a toda nuestra población sin dejar a nadie en la exclusión. Creo que esta forma de avanzar es la que explica una percepción social singular que no coincide con el malestar crítico expresado en otros territorios donde se rechazan modelos de sobrepoblación o de alta ocupación del territorio.
Hay datos muy elocuentes que definen el momento que vivimos. Muchas de estas cifras suponen hitos históricos. El nivel de ocupación en el empleo alcanzó en 2024 las 405.000 personas ocupadas, un 4,3% más que en 2023. En Gran Canaria se consolida en 2024 superando con creces el anterior máximo histórico registrado a final de 2023. Ha habido un aumento de 16.570 personas ocupadas durante 2024 respecto a 2023. Ya era muy buena la situación a final del año anterior, pero lo que revelan estos datos del ISTAC es que en 2024 incluso mejoran. Es una línea ascendente que supera la situación anterior a la pandemia. Y el dato de la ocupación tiene más valor cuando lo relacionamos con las cifras de personas desempleadas porque comprobamos que mucha de nuestra gente consigue trabajo.
El nivel de desempleo en GC en 2024 alcanza un record de mínimos. La cifra de paro registrado se sitúa en marzo de 2025 en 67.976 personas, tras una disminución del 5.5% respecto al mismo periodo de 2024. Supone que 5.312 grancanarias y grancanarios dejaron de estar registrados en situación de desempleo en el último año. La tasa de paro en Gran Canaria descendió al 12,70% en 2024 frente al 15,65% en 2023. Esto nos viene a decir que uno de cada cinco desempleados encontró trabajo durante el último año. En las estadísticas de desempleo, el cierre de 2024, supone para Gran Canaria el mejor registro de la última década.
La tasa de paro juvenil se ha reducido hasta el 31.45% en 2024 frente al 37,54% en 2023. Está claro que no hemos ganado la batalla definitiva consistente en llevar la tasa juvenil a la media general de paro. Pero la reducción es muy considerable y nos dice por donde debemos seguir trabajando: información, formación, tutorización. Me satisface especialmente la reducción del paro juvenil por lo que tiene de ruptura de una situación que parecía estructural e irresoluble y porque alcanza una disminución que no conocíamos en los últimos 15 años.
Gran Canaria cierra el mes de marzo de 2025 con más de 377.000 afiliados a la Seguridad Social lo que supone un 2.7% más que en 2024. El índice de confianza empresarial se ha recuperado.. El tejido empresarial de la isla tiene expectativas positivas respecto al futuro económico de Gran Canaria, cerrando 2024 en niveles de confianza prepandemia y mejorando sobre 2023 en un 0.16%.
Como todos y todas saben, nuestra política turística y de promoción no es la de favorecer un incremento permanente y continuo de visitantes. Por eso nos satisface el dato de que crecieron los ingresos turísticos agregados por tercer año consecutivo y se produce un incremento superior al avance de la cifra total de turistas. Gran Canaria facturó más de 6.000 millones durante 2024, un 10,55% más que en 2023. En términos absolutos el gasto diario por turista es de 171€, crece 1,11% sobre 2023. El gasto turístico diario bate récords históricos en nuestra isla. Creemos que esa es la política correcta: mejor rentabilidad y contención de visitantes para evitar saturación y sobreutilización de recursos.
El movimiento portuario se convierte en otro polo de generación de riqueza incrementado por el aumento de atraques debido al desvío de rutas por los conflictos en oriente medio. Hemos crecido casi un 10% en TEUS/Contenedores, un 7, 22% en mercancía en general y un 22,84% en avituallamiento. El tráfico aéreo aumentó en el último año en un 8,95%, más de 15 millones de viajeros. Gran Canaria se consolida en Canarias como centro neurálgico del transporte, la logística y los servicios portuarios. Nuestro aeropuerto sigue siendo el más importante de la Comunidad, con más de 15 millones de viajeros.
Nuestro PIB ha aumentado en un 3,58% y el incremento anual del PIB per cápita es de un 3,5% frente al 2,62 de Canarias. La renta media familiar ha aumentado en los últimos años en 6.421 euros, un incremento porcentual del 20,26%. También ha aumentado la productividad en nuestra isla en un 1,22% , frente al 0.99 de Canarias.
Y en esta síntesis de factores de crecimiento socioeconómico debemos incorporar la inversión pública que realiza principalmente el Cabildo de Gran Canaria con más de 1.600 millones de inversión actualizada que supone una inyección considerable para la generación de empleo y para la capitalización de nuestras pequeñas y medianas empresas.
Con estos datos es seguro que tenemos motivos para transmitir a nuestra ciudadanía que vamos por el buen camino. Esta confianza aumenta nuestra autoestima como pueblo, afianza el sentido de pertenencia y quienes conocen la sociología de los procesos sociales saben que son factores que impulsan la iniciativa y la emprendeduría en todas sus dimensiones. Lo importante de esta valoración de datos es que tienen coherencia y consistencia al analizarlos conjuntamente. Todos vienen a corroborar la salud, el dinamismo y la potencialidad de nuestro sistema social y económico.
Atribuyo el éxito a un protagonismo colectivo que coincide en las prioridades y en un proyecto común. Y esta realidad positiva se está dando a pesar de que el contexto estatal e internacional nos está influyendo negativamente porque hay factores poderosos que están generando inestabilidad, incertidumbre y desconcierto. Hemos recuperado y mejorado indicadores anteriores a la pandemia, en empleo, en producto interior bruto, en inversiones, en confianza empresarial. El esfuerzo está valiendo la pena, pero las condiciones internacionales están limitando la obtención, incluso, de mejores resultados.
Aun siendo graves las incertidumbres socioeconómicas que se ciernen a nivel mundial, nos preocupa tanto o más, la orientación reaccionaria y neofascista que se extiende en el mundo, que gana apoyos en democracias asentadas y que amenaza con arrastrar hacia posiciones extremas a la derecha democrática europea. El negacionismo del cambio climático, las posiciones racistas en políticas de inmigración, la negación de la violencia de género o la supresión de políticas de solidaridad con sectores vulnerables son las nuevas banderas de la extrema derecha que inundan redes sociales y medios de comunicación financiados por los sectores económicos reaccionarios.
En este contexto tiene más valor lo que estamos consiguiendo e impulsando en esta tierra. Liderando políticas estratégicas que nos permiten avanzar hacia un siglo XXI más sostenible, solidario, igualitario, democrático y orgulloso de nuestra historia y nuestra identidad.
Antonio Morales Méndez. Presidente del Cabildo de Gran Canaria. Islas Canarias.
La popular y veterana emisora de radio "Radio faro del Noroeste" sigue su proyección hacia una mayor ampliación de su cobertura.