Así lo hace Travis Tygart, director general de la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA), agencia que desde el principio del caso Valíeva se ha mostrado muy beligerante
Medios norteamericanos, como The New York Times, dicen que el laboratorio de Estocolmo, que hizo el análisis de la muestra de la patinadora rusa Kamila Valíeva, encontró también restos de hipoxeno y L-carnitina, medicamentos que están prescritos para patologías cardíacas, como la trimetazidina, pero que no están prohibidos por la AMA, pese a lo cual algunos utilizan para aumentar las dudas sobre la deportista de 15 años.
Pese a que no hay constancia oficial de esas sustancias, afirman que, además de restos de trimetazidina, un fármaco prohibido generalmente utilizado para tratar la angina de pecho, el laboratorio de Estocolmo habría detectado esos dos medicamentos y especulan afirmando que, combinados con trimetazidina, dan beneficios físicos.
Según Tygart, "la unión de los tres parece estar destinada a aumentar la resistencia, reducir la fatiga y promover una mayor eficiencia en el uso de oxígeno".
En cualquier caso, los letrados de la patinadora alegaron ante el TAS que la contaminación pudo deberse a la ingesta accidental de medicamentos del abuelo por parte de la patinadora, medicamentos usados para complicaciones cardíacas, por lo que estas presuntas sustancias, ahora reveladas y no confirmadas, no cambian el alegato de los letrados de la patinadora.
Sea verdad o no ese alegato, lo cierto es que convenció al TAS hasta el punto de que le concedió la cautelar a Valíeva para evitar un "daño irreparable", deportista que no olvidemos tiene la condición de "protegida" por ser menor de 16 años.
Una medida cautelar que, por cierto, no ha sido acatada completamente por el COI ya que, si bien le permite competir, se niega a entregarle medallas.