Las discrepancias principales han venido existiendo entre los doce clubes de la Asociación de Clubes Femeninos y los otros tres, Real Madrid, Barcelona y Athletic Club, clubes que han tenido bloqueada la nueva liga desde que fue calificada por el CSD el 15 de junio
La Primera división de fútbol femenino profesional tendrá por fin su liga profesional, un ente comenzará a funcionar con vistas a organizar la competición a partir de la próxima temporada 2022- 2023.
La Federación Española de Fútbol ha recibido la notificación desde el CSD para que emita su informe preceptivo al respecto, según adelanta Ramón Fuentes en MD. Un informe preceptivo y no vinculante y para el que tiene diez días de plazo la RFEF.
Esto significa que ya se ha solventado el escollo que hasta ahora venía frenando este proceso para constituir el ente regulador de la nueva competición. Y no es otro que el consenso entre los 16 clubes de la categoría sobre los futuros estatutos de la entidad.
A partir de aquí, el CSD deberá convocar a su Comisión Directiva para ratificar estos Estatutos del ente regulador de la la Liga femenina profesional.
Una vez se aprueben los Estatutos, se inscribirá en el Registro de Entidades Deportivas del CSD y tendrán que convocarse elecciones a la presidencia, un proceso donde está previsto que se postule para ocupar este puesto la exdirectiva azulgrana María Teixidor.
Una vez haya presidente o presidenta, se pondrá en marcha la Liga profesional de cara a la próxima temporada 2022-2023, pudiendo explotar de manera conjunta los derechos audiovisuales de la categoría.
Una puesta en marcha donde tendrá un papel esencial el CSD con una inversión que rondará los quince millones de euros en los tres primeros años de existencia de esta nueva competición, a razón de cinco millones de euros al año que serán destinados a gastos en infraestructura y puesta en marcha de la propia Liga.
La nueva Liga profesional, al igual que sucede con la masculina, deberá firmar un convenio de coordinación con la RFEF.