Miguel Delgado Pérez, Pintadera de Oro de la Real Ciudad de Gáldar, ha fallecido este jueves a los 89 años de edad. Su capilla ardiente está instalada en el tanatorio municipal de San Isidro. La incineración tendrá lugar este viernes a las 17.30 horas en el crematorio La Auxiliadora

Teodoro Sosa, alcalde de la ciudad, lamentó el fallecimiento de Miguel Delgado y dio el pésame a toda su familia. El primer edil destacó que “con su labor al frente de su taller y su empresa contribuyó al desarrollo económico y social del municipio, siendo un referente de trabajo y compromiso”.

Miguel Delgado Pérez recibió la Pintadera de Oro de Gáldar en 2018 tras tener un taller de recauchutados durante 45 años en el municipio. Nacido en 1935, estaba casado con María Antonia Ruiz Moreno, con quien tuvo tres hijos y dos nietos.

Su empresa de recambios para vehículos, Servicentro Gáldar, situada en el Paseo de Los Guanartemes, era la única en su género situada en el centro de la ciudad y su hijo Miguel se mantiene al cargo de la misma. Miguel Delgado Pérez siempre ha estado dedicado a su negocio y a su familia, y dividía su tiempo entre su casa de Gáldar y de La Furnia, donde disfruta de la costa galdense.

Manuel Jiménez Sánchez, Pintadera de Oro de la Real Ciudad de Gáldar, ha fallecido este sábado a los 82 años de edad. Su capilla ardiente está instalada en el tanatorio municipal de San Isidro. El sepelio tendrá lugar este domingo a las 11.00 horas en el cementerio municipal

Residente en la calle Camino Laguete, Manuel Jiménez era conocido por estar al frente del Bar Parada, histórico restaurante que estaba situado en la Bajada de Las Guayarminas, en el corazón de la ciudad.

Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar, dio el pésame a su familia y amistades y lamentó el fallecimiento de "un gran hombre que dio sentido a un bar que fue el punto de encuentro de generaciones enteras, donde no solo se compartían buenos momentos, sino también historias, sonrisas y recuerdos que permanecerán con nosotros”, comentó.

Nacido en 1943, casado con Saro Castellano Díaz, tenía una hija: Mirian Jiménez Castellano. Trabajó en el negocio de la restauración durante más de 50 años. Desde el Bar Parada, en la Bajada de Las Guayarminas, debajo de los arboles, vio pasar a varias generaciones de su clientela, un establecimiento emblemático en el entorno de la ciudad antes de llegar a la calle Capitán Quesada.

Tras su jubilación su familia, amigos y su finca de plataneras llenaron la vida de un hombre amable y tranquilo.

“Me preocupa más que la muerte física, la muerte moral de uno día a día o el doble lenguaje”

“Cuando yo me muera, con mi culo hagan sopa”, afirmaba con su típica socarronería canaria

“Creo en el nacionalismo que acepta una policromía de culturas, contrario a la globalización”

“Ninguna economía se desarrolla eternamente si no respeta el Medio Ambiente, único legado importante para las generaciones futuras”

WhatsApp Image 2025 09 07 at 11.48.03AMADO MORENO.- Ni como profesional de la Medicina, ni como persona, dejaba indiferente a nadie. Cristóbal del Rosario (1949-2025, Las Palmas de Gran Canaria), fallecido esta semana, era un tipo absolutamente fiable, incluso para aquellos que no gozaban de su privilegiada amistad, o mantenían diferencias opuestas o alejadas a sus principios ideológicos, marcados estos a sangre y fuego por su coherencia, altruismo inagotable, solidaridad y alineamiento con los vulnerables de la sociedad, también por el amor a su tierra. Su nacionalismo no era dogmático, ni excluyente.

Apostaba por un proyecto político “reconociendo a todos los que viven y trabajan en y por Canarias. El nacionalismo en el que yo creo acepta una policromía o mestizaje de culturas”, confesaba a este periodista una veintena de años atrás para una entrevista publicada en LA PROVINCIA-Diario de Las Palmas en julio de 2001, acompañada de dos fotos suyas, una con diez años posando en el Estadio Insular, tras haber sido inscrito como socio de la UD Las Palmas, su otra gran pasión deportiva.

Puntualizaba entonces que su nacionalismo era todo lo contrario de lo que hace la globalización cultural, “donde, si te descuidas, todo el mundo es gris con el pensamiento único”.

Era extremadamente combativo con el sistema neoliberal y remitía, como ejemplo central de sus críticas, a la OMC (Organización Mundial de Comercio) porque, a su juicio, había robado todo protagonismo a la OMS (Organización Mundial de la Salud), tras descubrir que la salud podía ser un nicho de negocio.

Su preocupación por la muerte era relativa. Despachó su reflexión al respecto con cierta vulgaridad deliberada: “Cuando yo me muera, con mi culo hagan sopa”, afirmaba con socarronería. Cuando lo dijo, estaba afectado por la muerte prematura de un buen amigo suyo: “Ya no existe. Si hay algo más allá, que nadie lo sabe, espero que la gente que se fue, ahora sea más feliz que en este mundo. No digo que la muerte no me dé miedo, pero tampoco me preocupa excesivamente”.

Su pensamiento iba más lejos sobre la cuestión: “Me preocupa más la muerte moral de uno día a día, o el doble lenguaje. Eso me inquieta más que la muerte física”.

Le ecología, el desarrollo sostenible, constituían otras ansiedades personales. “Ninguna economía se desarrolla eternamente si no respeta el medio Ambiente, único legado importante que podemos dejar a nuestros hijos y a las futuras generaciones”, sostenía.

Su amor por la Naturaleza y al continente africano le llevó continuadas veces de vacaciones con su familia a la localidad mauritana de Arguin, para disfrutar extasiado, en las noches del desierto sahariano, de un firmamento único, limpio de toda polución, empedrado de estrellas relucientes. Le emocionaba tanto la experiencia que meditó su retirada y establecimiento definitivo en aquel país, con el que había colaborado en sus servicios sanitarios, al igual que en otras ocasiones lo hizo en el campamento saharaui de Tinduf. “La gente allí es pobre y a la vez feliz a su manera, pese a sus limitaciones. No sufre la fiebre consumista de los países desarrollados”, observaba.

Años más tarde de aquella entrevista que tuvimos en 2001, compartí con Cristóbal del Rosario animadas tertulias radiofónicas en la Ser, invitados por Evaristo Quintana, siempre dispuesto especialmente a dar voz en sus micrófonos a los “sin voz” de la sociedad. Recuerdo el tono sereno y apasionado de Cristóbal en la defensa de sus posiciones, con una estructura argumentaria de cierta lógica, insobornable y fiel a sus convicciones, con las que nunca mercadeó. También aprendía de su respeto por el pensamiento distinto en aquellos debates en los que terciaban Sergio Millares, Marino Alduán, Paco Moreno y otros compañeros.

Me quedo con una de las sentencia más elocuentes del admirado Cristóbal, que no ha perdido actualidad: “Canarias tiene que examinar cómo se integra en Europa, cómo convivir con América y qué pasa con nuestra África tan cerca”.

Aún no había explosionado, ni iniciado, el grave problema migratorio que hoy sacude a Canarias con la arribada de pateras y cayucos del vecino continente.

*Publicado en La Provincia

DESCARGAR EJEMPLAR DE LA PROVINCIA

 Martín Molina Orihuela, histórico médico de Gáldar, ha fallecido este viernes a los 77 años de edad. Su capilla ardiente se encuentra en el tanatorio municipal de San Isidro, donde tendrá lugar este sábado el responso a las 16.30 horas y, a continuación, a partir de las 17.00 horas, se llevará a cabo el sepelio en el cementerio de San Isidro

Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar, dio el pésame a sus familiares por el fallecimiento de un "gran hombre que dedicó su vida a cuidar de generaciones de galdenses". "Fue un profesional muy querido, cuya entrega y cercanía marcaron a sus pacientes, un ejemplo de vocación y humanidad. Se ha ido un buen médico y, sobre todo, una buena persona", continuó.

Residente en la calle Capitán Quesada, estaba casado con María del Carmen Saavedra Alonso y tenía dos hijos: Víctor Alejandro y Martín Víctor. Su familia también estaba compuesta por su hermana, María Encarnación, y por Juana Santiago Monzón.

Martín Molina ejerció cerca de 40 años, en los que trabajó en el Centro de Salud de Gáldar y además tenía una consulta particular en su casa. Era un apasionado del cine y, especialmente, de la lectura.

Julio Almeida Jiménez, Pintadera de Oro de la Real Ciudad de Gáldar e histórico relojero de San Isidro, ha fallecido este miércoles a los 84 años. La capilla ardiente se encuentra en el tanatorio municipal. El funeral tendrá lugar este jueves 28 de agosto a las 12.00 horas en la Iglesia de San Isidro y posteriormente, a las 13.00 horas, se llevará a cabo el sepelio en el cementerio de San Isidro

Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar, dio el pésame a su familia y amistades por el fallecimiento de un hombre que es "toda una personalidad en el municipio y especialmente en el barrio de San Isidro, donde es muy querido debido a su labor profesional y a su colaboración con la parroquia, con la Asociación de Vecinos y con la Romería, con las que ha estado siempre implicado".

Nacido en San Isidro de Gáldar el 28 de enero de 1941, fue el cuarto hijo de los cuatro hijos de Pedro Almeida Montesdeoca y Juana Jiménez Díaz. Antes de arrancar con su histórico comercio en San Isidro contó con el apoyo inestimable y muy beneficioso de Pancho Jorge, que siendo relojero de profesión, le permitía observarlo en su lugar de trabajo, empezando ahí su inclinación hacia esta profesión.

Se lo hizo saber a su padre, quien le dejó nueve pesetas para comprar unos libros de relojería que llegaron de la Península. Recibió ayuda de Juan Corujo, donde el aprendizaje fue mutuo. Viendo su progreso buscó los medios necesarios para independizarse.

Acudió nuevamente a su padre pidiéndole su humilde apoyo y colaboración, dejando en sus manos parte de sus ahorros, lo que le permitió comprar las herramientas necesarias para comenzar su andadura. Juan Tacoronte Vega le ofreció el local donde ha desarrollado su labor y allí primero colocó una mesa en un rincón de su negocio. Así, mientras Julio reparaba relojes, vigilaba el negocio de Juan Tacoronte, que se dedicaba a la venta de máquinas de coser, muebles y electrodomésticos.

Empezaba ahí su andadura como relojero autónomo, dado de alta en el año 1962. Fue en estos comienzos de su profesión, cuando conoció a su mujer Elena Moreno Montesdeoca. Es padre de dos hijos: Juana Teresa y Vidal Almeida Moreno. Y abuelo de tres nietos, Alicia, Hugo y Leo, y una bisnieta, Valeria.

Asofuer, la Asociación de Empresarios Turísticos de Fuerteventura, desea transmitir públicamente su más profundo dolor y condolencias tras el fallecimiento esta mañana en A Coruña del empresario gallego Ángel Jove Capellán, presidente del grupo Anjoca y fundador de la cadena hotelera Hoteles Elba 

Jove Capellán, de 86 años, ha sido una figura participe del desarrollo y transformación del sector turístico en Fuerteventura en el municipio de Antigua, donde el grupo Anjoca gestiona actualmente seis hoteles —entre ellos el Elba Palace Golf Boutique Hotel, Elba Sara Beach & Golf Resort, Elba Carlota Beach & Golf Resort, Elba Castillo San Jorge & Antigua Suite Hotel, Elba Lucía Sport & Suite Hotel y el Sheraton Fuerteventura Beach, Golf & Spa Resort— y está construyendo un séptimo establecimiento en Corralejo, previsto para abrir en 2026 .

Desde Asofuer queremos destacar su contribución a la isla de Fuerteventura como un destino turístico de referencia. La expansión de Hoteles Elba no solo generó actividad económica y empleo, sino que también fortaleció el tejido empresarial y social de nuestra isla.

Asimismo, reconocemos su trayectoria como empresario y su compromiso con la comunidad, tanto en Galicia como en nuestras isla.

En este difícil momento, Asofuer manifiesta su solidaridad y cercanía a la familia, amigos y equipo del grupo Anjoca - Elba. Nuestra asociación se une a las muestras de condolencia y recuerda con gratitud el legado que Ángel Jove Capellán deja en el sector turístico de Fuerteventura, cuyos beneficios perdurarán y continuarán inspirando a futuras generaciones.

El alcalde, Alfredo Gonçalves Ferreira, destaca su contribución al patrimonio artístico del municipio “dejando un legado por el que formará parte de la historia de esta Ciudad para siempre”

El Ayuntamiento de Guía lamenta profundamente el fallecimiento de Juan Serrano Moreno, el tallista del Camarín de la Virgen y Medalla de Oro de la Ciudad en 2001. Recibió también un homenaje y reconocimiento público, como Artesano de la Madera, en el marco de las Fiestas Patronales de La Virgen en el año 2021.

El alcalde, Alfredo Gonçalves Ferreira, en nombre de la Corporación municipal, ha transmitido sus condolencias y apoyo a la familia, amistades y allegados tras confirmarse su fallecimiento, expresando su pesar “por la pérdida de un gran artista, de una persona que contribuyó con su talento, como virtuoso de la talla, a enriquecer una parte de nuestro patrimonio artístico, el precioso Camarín de nuestra Virgen, donde llevó a cabo una obra única y extraordinaria, dejando un legado por el que formará parte de la historia de nuestro municipio para siempre”.

El alcalde guiense recordó, además, su faceta como luchador destacado del histórico Club de Lucha Ramón Jiménez donde fue uno de los puntales más sobresalientes, además de maestro y divulgador del deporte vernáculo. “Pero ante todo le respetamos y honramos su memoria, por su grandeza humana, por su humildad, por los valores que representa y que nos representa como pueblo” subrayó Gonçalves Ferreira.

Su capilla ardiente se encuentra instalada en el Tanatorio de San Miguel, en la sala 109. Será incinerado esta madrugada.

Ramón Valentín Vega Medina, Medalla de Plata de Gáldar, ha fallecido este miércoles a los 86 años de edad. La capilla ardiente se encuentra en el tanatorio municipal de San Isidro

El sepelio tendrá lugar este viernes 8 de julio a las 16.00 horas en el cementerio de San Isidro. Ramón Valentín Vega Medina fue presidente de la Asociación de Vecinos Nuestra Señora del Mar de Caleta de Arriba de 2011 a 2022 y participó en numerosos avances en el barrio, donde además tiene una calle a su nombre

Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar, dio el pésame a su familia y amistades y lamentó el fallecimiento de “un hombre ejemplar, comprometido con su barrio, que dedicó su vida al progreso de Caleta de Arriba", indicó. "Fue un referente vecinal, un vecino querido, solidario y trabajador, que deja una huella imborrable en el corazón de su barrio”, añadió.

Nacido en Gáldar el 4 de diciembre de 1938, llega a Caleta de Arriba en 1973 y dedicó gran parte de su tiempo al desarrollo del barrio. Desde el principio se involucra en la Asociación Vecinal, en la cual colabora aportando dinero para mejorar el local social y la adquisición de espacios comunes. Con su contribución indispensable se han llevado a cabo numerosas obras como la construcción de la Avenida Nuestra Señora del Mar, la Plaza, un parque infantil y la mejora y limpieza de la playa y sus accesos.

Para él el avance más importante fue la elaboración, con sus propias manos, de la cueva que preparó para que la Virgen de Nuestra Señora del Mar pasara el invierno. Con su trabajo día a día ha conseguido mejorar las condiciones de vida de su barrio, optimizando su entorno, garantizando el bienestar y la seguridad.

Fue el primer vecino que construyó en la zona de El Cantil, que hoy cuenta con una fila completa de viviendas. En 2011 se puso al frente de la Asociación Vecinal hasta 2022, participando en numerosos avances liderando un grupo de vecinos y vecinas. Casado y con siete hijos trabajó en el Molino de Bartolito y después continuó su vida laboral como vendedor ambulante de pescado. En 2024 recibió la Medalla de Plata de la Ciudad.

La Consejería de Cultura del Cabildo grancanario lamenta la desaparición del creador Juan Ramírez (Las Palmas de Gran Canaria, 1935-París, 2025), cuya intensa trayectoria artística se vio jalonada por multitud de proyectos internacionales desarrollados fundamentalmente en Europa

Conocido popularmente como “el D’Artagnan de la pintura” (debido al florete-pincel que Ramírez convirtió en emblema de su identidad creativa) o “el Don Quijote de la pintura”, el artista se codeó con importantes personalidades del arte como Andy Warhol o Salvador Dalí, quien no dudó en reconocerlo como su “hijo espiritual”.

Su arte fue siempre reflejo de su audacia, fantasía y espíritu libre, que en muchas ocasiones demostró en un singular contexto de puesta en escena teatral y performático al que añadía su característica vestimenta en la que no faltaba su capa negra, sombrero y espada.

El arte de Juan Ramírez se asoció frecuentemente con el surrealismo contemporáneo. Su afilada y genuina pasión por la creación lo convierten en un artista total que siempre persiguió la plenitud de sus deseos en los que se revela la peculiar y fidedigna naturaleza de la complejidad del ser humano.

José Molina Mateos, conocido como 'Pepe el de la óptica', Pintadera de Oro de Gáldar, falleció en la noche de este lunes a los 88 años de edad. La capilla ardiente se encuentra en el tanatorio municipal de San Isidro. El funeral tendrá lugar este miércoles a las 12.00 horas en el Santuario de Santiago y a su conclusión se procederá al sepelio en el cementerio de San Isidro

Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar, dio el pésame a sus familiares y lamentó el fallecimiento de un hombre que "era una institución en el municipio, siempre comprometido con su clientela y que gracias a su compromiso con Herrera Cerpa inició uno de los comercios históricos de este municipio que ha ayudado a generaciones y generaciones de galdenses".

'Pepe el de la óptica', como lo conocen sus amigos y los que han sido sus clientes, nació en San Isidro de Gáldar el año 1937 y fue el cuarto hijo del matrimonio formado por Pedro Molina Sosa y Luisa Mateo Silva. Pasó su infancia entre San Isidro y el Farragú, y tras terminar la enseñanza básica, empezó a trabajar en el negocio familiar del molino de gofio y “tienda de requisados”.

A finales de la década de los 50 la familia se había mudado de San Isidro a la calle Capitán Quesada, a la zona conocida como “La Oficina”. La vivienda contaba con un local comercial, el cual llamó la atención de Don José Herrera Cerpa, primer óptico de la isla que buscaba expandir su negocio a la zona noroeste. Con el acuerdo de alquiler, comenzó una relación profesional que ha durado varias décadas y que ha dado un servicio como el del cuidado y la atención de las necesidades visuales, de la población de la comarca. Su lema en el trabajo siempre ha sido procurar la satisfacción del cliente y recibirle con alegría y una sonrisa.

Contrajo matrimonio en 1966 con Mercedes Guerra Guerra (hija de Don Juan Guerra Ruíz, encargado del antiguo almacén de Los Romero). De dicha unión nació su único hijo Juan Luis (óptico optometrista, actual encargado de Ópticas Herrera Cerpa en Gáldar). Asimismo, tenía dos nietas: Dafne y Cloe.

Siempre ha colaborado en temas relacionados con el deporte y la cultura, siendo durante muchos años, en la década de los 70 y 80, presidente de la Casa del Deporte y la Juventud del Noroeste. De igual manera, también ha formado parte de varias directivas del Casino de Gáldar.

Página 1 de 12