La Institución Insular impulsa la primera intervención arqueológica en este escenario de represión franquista. Se han encontrado restos de varones con evidencias de impacto de bala, casquillos y pertenencias personales. Antonio Morales: “Buscamos esa verdad con la recuperación sistemática de elementos que proyectan claridad sobre unos hechos que fueron una violación de los derechos humanos”

Gran Canaria, 31 de octubre de 2024. La primera intervención arqueológica que se realiza en el interior de la Sima de Jinámar ha permitido documentar restos óseos pertenecientes a tres o cuatro varones adultos y evidencias de impactos de bala craneales, además de dos casquillos y objetos personales, tales como una moneda, un peine o restos de suela.

Estos hallazgos, en su conjunto, suponen una prueba de valor científico de un contexto de represión tras la sublevación militar franquista en Gran Canaria y del uso de la cavidad volcánica como lugar de ejecución y ocultación de los cadáveres de personas represaliadas.

Además, esta acción impulsada por el Cabildo de Gran Canaria implica el análisis sistemático de los registros, la obtención de material crucial para la posible identificación de las víctimas e incluso su utilización como elementos periciales en procesos judiciales. La Corporación insular trabajará ahora con las asociaciones familiares y de la memoria para tratar de poner nombre y apellidos a estas personas.

“Las actuaciones en materia de memoria histórica persiguen la verdad, la justicia, la reparación y, sobre todo, las garantías de no repetición”, subrayó el presidente del Cabildo, Antonio Morales, en la presentación de los resultados preliminares de unos trabajos iniciados en octubre y que finalizarán en noviembre, con nuevos descensos al interior de la Sima, aunque se completarán con el cotejo posterior de toda la documentación.

“Buscamos esa verdad a base de un trabajo exhaustivo y sistemático de recuperación de evidencias como las que se presentan y que proyectan claridad sobre unos hechos que fueron una evidente violación de los derechos humanos”, recalcó.

Así lo resumió el presidente insular en un acto en el que se mostraron en una vitrina “pertenencias cotidianas, íntimas, que hablan por sí mismas y nos hacen enmudecer de rabia y emoción”. Tuvo lugar en el día de recuerdo de las víctimas del golpe militar, la guerra y la Dictadura establecido por la Ley de Memoria Histórica y también participaron el consejero de Presidencia de la Institución Insular, Teodoro Sosa, como responsable del Área de Patrimonio Histórico, y los arqueólogos del Cabildo Javier Velasco y José Guillén.

Morales recordó que La Sima de Jinámar fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico por su importancia para la memoria colectiva de Gran Canaria y Canarias. “En este enclave, donde yacen el polvo y las piedras de este ayer que no olvidamos”, enfatizó, “ha intervenido el Cabildo con actuaciones directas que comenzaron en 2021, con la inspección del fondo de la Sima, en colaboración con el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria; que prosiguieron en 2023 con la prospección exterior, y que desembocan en esta primera intervención arqueológica oficial”.

“Se trata de restos inconexos, removidos por los aportes sedimentarios, la acción del agua y otros agentes naturales, pero que desvelan, por ejemplo, el impacto en la cabeza de las balas mortales”, señaló Morales, quien agregó que “hay brillos que hielan, como es el caso de dos casquillos, probablemente pertenecientes a un fusil Mauser usado por los verdugos”.

“Resulta elocuente que en los rastreos en el exterior de la chimenea volcánica con un detector de metales no se encontraron evidencias de los fusilamientos, una prueba más de la voluntad de ocultar el rastro de los asesinatos”, subrayó Morales. Los técnicos, por su parte, explicaron que los fusiles Mauser no eran de uso común, sino que solían pertenecer a las fuerzas militares, y recordaron que ese mismo tipo de vainas de bala se han encontrado en el Pozo de Tenoya y el Llano de Las Brujas, lo que apunta a un patrón común.

Un descenso que llevan bajo tierra “la mirada y el sentimiento de una isla”

La investigación arqueológica se ha desarrollado a 70 metros de profundidad, donde se encuentra el talud en el que se han llevado a cabo dos sondeos y en el que ha sido necesario remover decenas de metros cúbicos de tierra, escombros y otros materiales. Los restos humanos han aparecido en forma de pequeños fragmentos inconexos.

“Con estas investigaciones, el Cabildo desea otorgar voz eterna a las personas represaliadas, sus familias y el recuerdo de una sociedad sometida. Respaldamos también la construcción de una sociedad basada en la paz y los valores democráticos. En especial ahora, cuando se eleva a nuestro alrededor el rumor de quienes parecen anhelar lo peor de nuestro pasado y hacen sonar sin descanso campanas que nos traen el sonido de tiempos que no deben repetirse”, afirmó Morales.

“Pero debemos levantar diques para evitarlo. Y uno de los más importantes es la lucha contra la amnesia. Con su descenso, el personal técnico ha llevado a más de ochenta metros bajo tierra la mirada y el sentimiento de Gran Canaria”, agregó.

Morales señaló que “esta acción no es un hecho aislado, porque forma parte del compromiso del Cabildo con la causa de la memoria democrática”. Tanto en la Sima como en el Pozo del Barranco de Arucas se han dignificado estos espacios con la instalación de paneles informativos y esculturas conmemorativas para convertirlos en ámbitos de divulgación, conciliación y homenaje.

La intervención del Cabildo en el Pozo de Tenoya logró recuperar 14 hombres con claros signos de muerte violenta, siete de los cuales pudieron ser identificados, emergiendo historias sobre las que pesaba un manto de postergación.

El Cabildo coeditó junto al Ayuntamiento de Arucas el libro sobre los represaliados del franquismo en este municipio, el primer trabajo monográfico sobre una exhumación en el archipiélago. “Como dijo Eduardo Galeano con palabras que parecían dictadas para aquella publicación, fue un texto ‘escrito para que no se vayan’. Creo que este mismo ánimo llena hoy esta casa común de los grancanarios y grancanarias”, expresó.

Este mismo esfuerzo del Cabildo cristalizó en las investigaciones en el Cementerio de Vegueta, que permitieron recabar importante e inédita información histórica sobre el yugo de la dictadura en la isla, o en la producción del documental ‘Simiente sobre tierra’ y el posterior ciclo de proyecciones y conferencias.

Los arqueólogos del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria que realizaron la prospección en la Sima de Jinámar, para valorar arqueológica y patrimonialmente el enclave y determinar si hay presencia de restos de los represaliados políticos que fueron asesinados y arrojados a esta chimenea volcánica durante la Guerra Civil, encontraron posibles indicios de la zona en la que puede hallarse la concentración de esos restos humanos

A este respecto, Javier Velasco indicó al término de la intervención que es muy probable que la mayor parte de esos restos humanos se encuentre acumulada en el último derrubio antes de llegar al fondo, donde se concentran la basura y los restos de animales que se han ido arrojando a la sima. “Aunque, como en los últimos años han seguido cayendo sedimentos y materiales en el interior, lo más posible es que estén a dos metros o dos metros y medio por debajo de la superficie actual”, puntualizó. “Lo cierto es que, teniendo en cuenta dónde está la vertical de la caída de la boca de la sima, sí podemos hacernos una idea de dónde se halla la concentración de material”.

De hecho, en la prospección se recogió un fragmento de hueso, que presenta ciertas dudas sobre si es humano o animal, “pero que puede ser un primer indicio que nos ayude a certificar que, efectivamente, en esa zona de derrumbe puede estar la concentración de restos humanos”, subrayó.

El próximo paso será cotejar esta información con la que proporcionen las personas que bajaron a la sima en los primeros años de la democracia. Velasco afirmó que, aunque ya se dispone de información a este respecto, la intención es reunirse de nuevo con ellos y compartir datos, ya sobre la base del conocimiento directo del lugar con que ahora cuentan en el Servicio de Patrimonio Histórico.

A partir de ahora, y una vez concluida esta primera operación, el trabajo se desarrollará en varias líneas. Así, se actuará en el exterior de la sima, con el fin de concretar desde qué zona fueron arrojados los cuerpos, por lo que es probable que se planteen sondeos en ese lugar, para comprobar si hay restos de la munición que se empleó en los asesinatos de esas personas.

Asimismo, se efectuarán intervenciones en el interior, también mediante sondeos en la zona del último derrubio, para corroborar que efectivamente se encuentran allí los restos humanos, así como su estado de conservación y si presentan relaciones o conexiones anatómicas o algún tipo de alteración que dificulte aún más su recuperación.

Y, paralelamente, se continuará ofreciendo información actualizada, no solo a través de las redes sociales del Cabildo de Gran Canaria y de los medios de comunicación, sino con la instalación en todos estos enclaves de la memoria histórica de la Isla de elementos que contengan señalética y datos sobre los hallazgos, los materiales y las circunstancias históricas que dieron lugar a estas zonas.

Javier Velasco anunció, por último, que antes de que finalice este año, se pretende realizar una primera aproximación arqueológica en la Sima de Jinámar, para lo que se va a poner en marcha el procedimiento administrativo necesario para la contratación tanto de los trabajos como de las condiciones de seguridad del equipo que operará en el interior de la chimenea volcánica.